Ni para una impresión en blanco y negro alcanzan los 750 bolívares que el Ministerio de Educación Universitaria les paga a los estudiantes universitarios.
Solo la impresión puede costar 3.000 bolívares en los centros de copiado. Pero a esta situación se le suman otros problemas, al menos es así en la Universidad Simón Bolívar, de Caracas.
Braulio Chávez, secretario general adjunto de la Federación de Centros de Estudiantes, denunció las dificultades que afrontan los estudiantes universitarios.
“¿Cómo hacen los universitarios becados que están residenciados en Caracas, que dependen del transporte y del comedor? Esto es una burla. El régimen de Nicolás Maduro acabó con las oportunidades de estudio”, manifestó.
Aseguró que el ministerio no ha enviado los recursos de la USB, que depende netamente del transporte y que ha sido afectada en gran medida por la asfixia presupuestaria.
Chávez criticó que el Tribunal Supremo de Justicia ahora ordene a varias casas de estudios del país realizar las elecciones de sus autoridades, cuando ni siquiera están en plena capacidad de funcionamiento.
Para resolver la situación, los jóvenes piden cola o usan el transporte público, el cual puede demorar hasta dos horas. El dirigente estudiantil indicó que hay estudiantes que viven en zonas alejadas, como los Valles del Tuy, que gastan más de 15.000 bolívares diarios.
Universitarios temen acciones
El régimen de Nicolás Maduro puede estar a la espera de que las universidades no acaten la sentencia del TSJ, en la que les ordena hacer las elecciones de sus autoridades para imponer a personas elegidas a dedo con el argumento del desacato.
Dirigentes estudiantiles están de acuerdo con que se hagan los procesos electorales, pero no con las normas que señaló el máximo tribunal del país en su sentencia número 0324, que establece un plazo de seis meses.
“Participar, quizá, no es la mejor opción porque el régimen legitimará a sus candidatos, pero no hacerlo supondría desacato”, dijo Chávez.