Adultos mayores, así como familias en condición de calle pasan trabajo en Lara para poder alimentarse, debido a que los comedores populares del gobierno dejaron de funcionar desde hace dos años.
Humberto Agudo, dirigente social de la causa R, aseguró que en la entidad había 200 casas de alimentación aproximadamente, sin embargo, todas han cerrado sus puertas.
Agregó que las ONG así como las iglesias son las que se encargan de distribuir comida para las personas que no tienen un hogar estable. “Esto pasa porque el gobierno se olvidó de los programas sociales”, indicó.
Explicó que la situación se sigue agravando. En lo que va de año alrededor de 3.000 personas dependen de los comedores, en comparación a 2015 cuando se atendían a 300 ciudadanos.
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