Abraham Tovar siempre está de buen humor y dispuesto a ayudar a sus compañeros de trabajo. El periodista de 22 años de edad registró durante cuatro meses las protestas antigubernamentales y la represión de los cuerpos de seguridad del Estado, por lo que fue reconocido como Mejor Documentalista Audiovisual.
En las manifestaciones le impactaron piedras en la cabeza, perdigones en el pie e incluso una bomba lacrimógena en la rodilla. Además, fue agredido por colectivos afectos al oficialismo.
Entre abril y julio su vida social prácticamente se «paralizó». Su rutina diaria esos meses estuvo centrada en las protestas: preparar el equipo, salir a la calle, volver al diario, descargar el contenido y editar. Después de cada jornada regresaba a su casa alrededor de las 8:00 pm, solo con ganas de saludar a sus perras, cenar y dormir.
Con cámara en mano, casco, máscara antigás y chaleco Tovar caminó, corrió y resistió para tener exclusivas de las manifestaciones. «Viví algunos de los momentos más fuertes de las protestas: el arrollado de Altamira, así como los asesinatos de Fabián Urbina, David Vallenilla y Neomar Lander», recuerda.
No teme cubrir las manifestaciones en el país. Dice que la exposición al peligro es permanente, en todos lados. «Cero miedo», expresa. Sin embargo, reconoce que en algunos momentos ha temido que le ocurra algo, pero por sus padres, hermanas y mascotas.
Para el documentalista lo más difícil de su trabajo es estar en Venezuela, donde su «labor es bien vista por un sector y mal por otro». Su experiencia en El Nacional Web siempre ha sido de crecimiento y profundización del aprendizaje que obtuvo en la universidad, donde descubrió su pasión por lo visual, por capturar imágenes. «No me voy a ir del país, no voy a dejar que la dictadura me exilie. Estoy trabajando en el mejor medio de Venezuela», afirma.
Espera seguir creando, construyendo, informando y hablando de lo que pasa desde una estética y punto de vista distinto.