Larry Devoe, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Derechos Humanos por Venezuela, desestimó la apertura de un canal humanitario y atribuyó la crisis económica y alimentaria, que atraviesa el país, a las sanciones financieras interpuestas por Estados Unidos en agosto de 2017. “Venezuela no necesita que le regalen nada, lo que necesitamos es que cese la persecución financiera y económica”.
Dijo que el Ejecutivo reconoce que hay dificultades para garantizar el acceso a los medicamentos y los alimentos, pero aseguró que Venezuela aún está en capacidad de comprar los recursos que la población requiere para alimentarse y mantenerse sana. “Es innegable que el país está siendo sometido a medidas coercitivas unilaterales. Los antecedentes son las declaraciones en 2015 del entonces presidente de Estados Unidos en las que calificaba a Venezuela de amenaza”
El representante del Estado puntualizó que las sanciones del presidente Donald Trump causaron que la empresa internacional BSN Medical, especializada en la comercialización de insumos médicos, cancelara la venta de los fármacos para tratar los casos de malaria en el país.
Devoe reiteró que las sanciones económicas generaron la retención de 1.650 millones de dólares que la proveedora de servicios financieros Euroclear tenía destinados a la adquisición de varias toneladas de alimentos. “El principal obstáculo para Venezuela son las sanciones. Este tema no puede seguir siendo ignorado si en verdad se quiere aportar a la solución de la crisis de nuestro país”, insistió.
En su exposición, en la sala de audiencias, miembros de la sociedad civil rechazaron sus argumentos y protestaron con pancartas para denunciar la violación de derechos humanos en Venezuela.