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«Solo desde el poder puede detenerse la crisis social»

80% de los pabellones de cirugía en el sistema de salud público funcionan con fallas que exponen a los pacientes a infecciones y a la muerte. Los casos de malaria se duplican en poblaciones rurales desde 2014

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La emergencia humanitaria en Venezuela es un fenómeno complejo que requiere de ayuda internacional urgente, enfatizó Feliciano Reyna, presidente de la asociación civil Acción Solidaria. Indicó que la pérdida de la capacidad para gestionar los conflictos internos que amenazan a la población genera sufrimiento y desesperanza entre los habitantes del país.

Durante su intervención en el foro Emergencia humanitaria en salud, organizado por Amnistía Internacional, Reyna recordó que Venezuela atraviesa por una crisis social de grandes dimensiones originada por factores de poder que, por acción u omisión, provocaron el descalabro de las instituciones. “Se trata de personas que están en el poder, que actúan desde el poder y que tienen mucha capacidad para hacer daño pero también para detenerlo”. Indicó que durante 2017 ascendió de 26.000 a 50.000 el número de venezolanos que solicitan residencia en otros países para buscar nuevas formas de vida.

La pobreza, el hambre, la desestructuración institucional, la crisis económica y la falta de políticas públicas en salud evidencian la violación sistemática de los derechos humanos y de las garantías constitucionales, señaló Reyna. “El Estado es el que tiene la obligación de movilizar los recursos al alcance de la cooperación internacional”, afirmó. Dijo que es prioritario el desmontaje de los mecanismos cambiarios que promueven la corrupción.

El activista destacó la iniciativa de los venezolanos que han emigrado y que desde 32 ciudades, en 16 países del mundo, colaboran enviando medicamentos para los más desfavorecidos. “En los últimos 7 meses llegaron 38 toneladas de insumos que han beneficiado a 2.500 personas”. Destacó que en situaciones de emergencia humanitaria es clave la diplomacia ciudadana en conjunto con la cooperación internacional.

La emergencia en cifras. Jorge Díaz Polanco, miembro del Observatorio Venezolano para la Salud, indicó que en un análisis de 70 naciones, Venezuela es el único país que presenta, desde el año 1995, un aumento de la mortalidad materna proporcional al gasto público destinado al sector salud. Señaló que el sistema de gobierno ha generado una privatización de la salud: la financian los pacientes, quienes tienen que costearse los insumos en los centros asistenciales. “El gasto público en los hospitales solo cubre 30% de lo que necesita un paciente, 70% sale del bolsillo de los usuarios”.

Señaló que 80% de los pabellones de cirugía funcionan con fallas que exponen a la población a enfermedades infecciosas y a la muerte y destacó que en 64% de los centros asistenciales está inoperativo el Programa Nacional de Nutrición para pacientes, según los datos de la Encuesta Nacional de Hospitales correspondiente a 2017. “No contamos con un sistema de salud sino con un conjunto de establecimientos que funcionan al azar y que no dan respuesta a la necesidad de los venezolanos”, aseveró Díaz Polanco.

La integración entre los factores que intervienen en el sector salud es fundamental para dar respuesta a la disolución de la función rectora en los hospitales y atacar la deslegitimación institucional,  señaló el investigador. “No siempre quien más gasta consigue los mejores resultados”.

Magdymar León, coordinadora ejecutiva de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, indicó que en 60% de los hogares venezolanos la mujer deja de comer para alimentar a sus hijos; indicó que 56% de los núcleos familiares sacrifica la alimentación de los ancianos. “En Venezuela el retroceso es dramático y es un problema de políticas públicas”, afirmó.


Epidemias en indígenas

Aimé Tillett, investigador del departamento de Estudios Antropológicos de la UCV, señaló que 725.000 indígenas aproximadamente están expuestos a la malaria y a la contaminación por mercurio en las zonas fronterizas del país, debido a la influencia de la minería y a la baja cobertura de las políticas públicas en salud. Indicó que en 2016 se registraron 220 muertes por malaria de 240.000 casos y estimó que para 2017 se podría llegar a 500.000 casos. “Mientras en otros países hay un retroceso, en Venezuela hay un aumento sostenido de 200% desde 2014”. Señaló que la contaminación por mercurio en los peces de consumo local alcanza los 1,8 miligramos por kilo cuando el estándar establecido por la OMS es de 0,5 miligramos por kilo.

CIFRA: 60% de los hogares venezolanos reseñan que la mujer deja de comer para alimentar a sus hijos, según cifras de Avesa

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