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¿Qué diferencia hay entre una artritis y una artrosis?

por Avatar El Debate

Se estima que aproximadamente 300.000 personas sufren artritis reumatoide en España, según datos del estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER). Esta patología autoinmune y crónica se caracteriza por la inflamación de las articulaciones, que se presenta principalmente en manos y pies, aunque puede afectar otras regiones como columna cervical, codos y rodillas.

La artritis reumatoide es una enfermedad multifactorial, y su origen puede deberse tanto a factores genéticos como ambientales. Se produce cuando se inflama, de manera crónica, la membrana sinovial, la ‘bolsa’ que recubre la articulación. Esta inflamación produce dolor y dificultad para el movimiento y acaba dañando muy rápidamente el cartílago, el hueso, los ligamentos y los tendones.

Mientras que en la artrosis existe un proceso lento de desgaste del cartílago articular, el tejido que recubre el hueso y que actúa de amortiguador.

La edad de aparición también difiere entre ambas dolencias. La artritis se presenta con mayor frecuencia entre los 45 y los 55 años, aunque también, una forma muy similar de artritis, puede afectar a los niños. Mientras que la artrosis es más prevalente en las personas de más edad, alrededor del 70 % son mayores de 55 años.

Síntomas

La Clínica Universidad de Navarra explica que los síntomas más habituales en la artritis reumatoide son:

Los síntomas más habituales en la artrosis son:

Los cambios inflamatorios sistémicos pueden provocar una afectación de otros órganos como el corazón, pulmón, riñón, piel y ojos, entre otros. Si el paciente no es tratado de forma adecuada por un especialista, habitualmente evoluciona hacia una destrucción articular y alteración funcional e incrementa las probabilidades de muerte.

Cinco consejos de Harvard

1. Sigue moviéndote. Evite mantener una posición durante demasiado tiempo. Cuando trabaje en un escritorio, por ejemplo, levántese y estírese cada 15 minutos. Haga lo mismo mientras está sentado en casa leyendo o viendo la televisión.

2. Descubre tu fuerza. Pon a trabajar tus articulaciones y músculos más fuertes. Para proteger las articulaciones de los dedos y las muñecas, abra puertas pesadas con el costado del brazo o el hombro. Para reducir el estrés de la cadera o la rodilla en las escaleras, deje que la pierna fuerte suba y la pierna más débil baje.

3. Planifique con anticipación. Simplifica y organiza tus rutinas para minimizar los movimientos que son difíciles o dolorosos. Mantenga los artículos que necesita para cocinar, limpiar o pasatiempos cerca de donde se necesitan (incluso si eso significa múltiples juegos de suministros de limpieza, uno para su cocina y cada baño, por ejemplo).

4. Aproveche los dispositivos que ahorran mano de obra y las ayudas adaptativas. Los dispositivos y dispositivos simples pueden facilitar la realización de actividades diarias como cocinar, jardinería o incluso vestirse. Las pinzas de mango largo, por ejemplo, están diseñadas para agarrar y recuperar objetos fuera de su alcance. Los agarres de goma pueden ayudarlo a manejar mejor los grifos, bolígrafos, cepillos de dientes y cubiertos. Las farmacias, las tiendas de suministros médicos y los vendedores en línea almacenan una variedad de ayudas para personas con artritis.

5. Pide ayuda. Las personas con artritis a menudo se preocupan por la posibilidad de volverse dependientes de los demás. Pero solo un porcentaje muy pequeño de personas con artritis quedan gravemente discapacitadas. Aun así, las cargas emocionales de la artritis pueden ser considerables. Eduque a los familiares y amigos sobre cómo le afecta la artritis, y no tenga miedo de pedir ayuda cuando la necesite.