Los habitantes de las parroquias Macuto y Caraballeda se mantienen en alerta por la proliferación de chipos en las viviendas y alrededores de la ciudad, según reseñó La verdad de Vargas.
Una vecina del sector Macundamar de Tanaguarena manifestó su preocupación por la propagación del animal en la zona: “Pedimos a las autoridades de la Dirección de Salud Ambiental que evalúen el ambiente (…) desconocemos si están o no infectados con el mal de chagas”.
Un epidemiólogo de la entidad recomendó capturar al animal con un frasco y llevarlo vivo a la dirección de Salud Ambiental de Catia La Mar.
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