Un estudio sobre la variedad de los pezones de las mujeres estableció que cuanto más importante es la función de una parte del cuerpo, menos rasgos diferenciados presenta.
Dado que los pezones de las mujeres tienen como función fundamental, amamantar y permitir así la continuidad de la especie, deberían tener una tendencia a ser similares.
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Tras escanear, medir y comparar los pezones de 63 voluntarios de ambos sexos, los investigadores comprobaron una variedad mucho mayor entre los de las mujeres que entre los de los varones, lo cual contradijo de plano la afirmación largamente aceptada.
Según explicó la profesora Ashleigh Kelly de la Universidad de Queensland, Australia, trabajo del que fue autora principal, esperaba encontrar más variedad entre los pezones masculinos que en el pezón femenino.
«Estos hallazgos desacreditan estudios anteriores sobre la variación de un rasgo específico», escribieron Kelly y sus colegas. «Demuestran que una alta variabilidad morfológica no implica necesariamente una ausencia de función ni una selección histórica, como se había asumido previamente».
Con información de Infobae.