El conflicto entre el Estado venezolano y los trabajadores de la salud que reclaman salarios dignos sigue sin solución a la vista tras cumplirse 18 días de protestas de médicos, enfermeros y obreros, en medio de la severa crisis económica que azota a la nación.
Los trabajadores, que este jueves volvieron a manifestarse en las calles de varias ciudades del país, celebraron en Caracas una asamblea gremial en la que acordaron arreciar sus protestas, al tiempo que propusieron una tabla de ingresos que varía entre los 200 (8.660 o 416 dólares según la tasa de cambio que se use) y los 420 salarios mínimos (18.186 o 873 dólares).
En la actualidad, el salario mínimo venezolano se ubica en 5.196.000 bolívares (entre 43 y 2,07 dólares) por mes, que no alcanzan para comprar un kilo de detergente.
«Estamos exigiéndole al gobierno que inicie la tabla con 200 salarios mínimos y cerramos con 420 salarios mínimos», dijo a periodistas el presidente de la FMV, Douglas León Natera.
Esta escala salarial había sido propuesta por la FMV hace días solo para médicos que ejercen en establecimientos públicos, pero hoy los trabajadores de la saludacordaron que el ingreso mensual más bajo del sector inicie en los 200 salarios mínimos.
Esta petición aún no ha sido presentada de manera formal al gobierno del presidente Nicolás Maduro, que respondió a las manifestaciones de las últimas 3 semanas pagando bonificaciones de entre 9 (75 o 3,6 dólares) y 28 millones de bolívares (233 o 11 dólares) a los empleados del sector.
«No vamos a estar aceptando dádivas, sino un salario (justo)», añadió León Natera.
Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo en el planeta, sufre una grave crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas así como en hiperinflación, un fenómeno que pulverizó el poder de compra de los trabajadores, como dijo a Efe la enfermera de 49 años Sandy Pérez.
«Tengo dos trabajos y no me alcanza para nada (…), a ningún profesional de enfermería, tenga dos o tres trabajos, nos alcanza para nada», relató Pérez, quien dijo sentir «tristeza» por la situación de crisis del sector.
La médico Moraima Hernández, de la Maternidad Concepción Palacios, aseguró a Efe que la protesta «comienza por el hambre».
«Tratan de manipular a los trabajadores a través del hambre», aseguró.
Según Hernández, el gobierno venezolano «dividió» a los trabajadores del sector y acordó incrementos de salarios con representantes sindicales «que nadie reconoce».
«(Las manifestaciones) serán los días que sean necesarios, nosotros seguiremos protestando», agregó.
Reiteraron su exigencia de dotación a los hospitales, pues aseguran que en la mayoría de ellos no hay siquiera jeringas. De acuerdo con León Natera, los principales hospitales del país apenas tienen una dotación que no supera el 10%.
«Esta es una protesta por la vida», señaló.
El propio Natera dijo que las protestas se extendieron a 19 de las 24 entidades federales del país para exigir salarios que permitan enfrentar la inflación diaria de 2,8% y otras consecuencias de la crisis económica.
A través de las redes sociales, circulan a diario vídeos y fotografías de las manifestaciones que se registran en varios estados de Venezuela, organizadas principalmente por trabajadores sanitarios, eléctricos y profesores universitarios.
Este jueves varios audiovisuales dieron cuenta de protestas del sector salud en el estado Bolívar (sur), Cojedes (centro) y en Aragua (centro-norte).
Además, hoy los trabajadores del Metro de Caracas, cuyo servicio ha afrontado diversos problemas en los últimos meses, y los empleados de 18 universidades públicas del país protestaron para exigir mejores ingresos.
En el caso de los universitarios, este viernes cumplirán 48 horas de un nuevo paro.
Salvo pagar algunas bonificaciones que no inciden en los cálculos salariales, el gobierno venezolano no ha respondido a estas manifestaciones con propuestas que los trabajadores consideren dignas de ser analizadas.
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