En el departamento pediátrico del Hospital Universitario Luis Razetti, en Barcelona, se encuentra Joniel Briceño, un bebé de ocho meses que pesa solo cinco kilos.
Su madre caminó durante dos horas desde el lugar donde viven hasta la parada del autobús que la llevaría al centro hospitalario, reseñó la revista española XL Semanal en un reportaje titulado »El espanto de los hospitales de Maduro».
Briceño no es es único bebé que sufre desnutrición, por lo que médicos y enfermeros llaman al departamento pediátrico “África”.
Por los pisos de pediatría hay cucarachas muertas, hasta tres niños en cada cama y un gato que camina por el lugar en las noches.
La madre de Briceño, Yeriyoli Pérez, tiene 25 años de edad y pesa 39 kilos. En casi un año y medio ha perdido 16 kilos. “Comemos lo que podemos conseguir”, dijo Pérez, quien no tiene trabajo.
Una enfermera detalló que en enero se acabó la fórmula en el hospital y que los médicos son quienes comprar comida para los pacientes aunque ganen poco dinero.
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