Donald Trump hizo gala de su control absoluto del Partido Republicano en la convención nacional de la formación, viendo a sus otrora rivales, como Nikki Haley o Ron de Santis, cerrar filas en torno a él y darle su más absoluto respaldo para las elecciones del 5 de noviembre.
El candidato del Grand Old Party es el favorito en las encuestas. Trump ya gozaba de ventaja tras su victoria en el debate que mantuvo con su rival, el presidente Joe Biden, y su popularidad se ha visto aumentada tras sobrevivir a un intento de asesinato en Milwaukee el fin de semana.
Trump ya se proyecta al futuro, eligiendo como candidato a J.D. Vince, quien tras criticarle duramente en los inicios, ahora se muestra totalmente alineado con las políticas del expresidente. El nuevo compañero de campaña de Trump tiene 39 años de edad, lo cual le permitiría atraer a un votante más joven, y además podría proyectarse como sucesor manteniendo la misma línea ideológica.
El exmandatario ha empezado igualmente a lanzar advertencias en cuanto a la que podría ser su política exterior. Un ejemplo fueron sus declaraciones respecto a Taiwán: «Creo que Taiwán debería pagarnos por su defensa. No somos distintos de una compañía de seguros. Taiwán no nos da nada».
Aunque Estados Unidos no reconoce a Taiwán como un territorio independiente, le proporciona armas y ayuda militar para contrarrestar la influencia de China en la región.
¿Trump se ve ganador?
En esta línea ve esas declaraciones Andrés Guilarte, analista político de WPA Intelligence: «Trump ya se veía ganador en cierta medida antes del atentado, pero lo que está pasando ahora y lo que pase en las siguientes semanas, combinado con el debate, hace que Trump ya se vea en la segunda administración y esté empezando a decir las cosas que él asume que tienen que estar pasando cuando llegue al cargo».
También reconoce que la posición de Vance respecto a Ucrania, no siendo partidario de mantener el apoyo estadounidense de manera incondicional, despierta dudas sobre lo que puede deparar una administración Trump-Vance: «Hay muchos que se preocupan por la elección de J.D. Vance como vicepresidente, por lo que puede significar para Ucrania, para Europa, pero realmente hay que esperar a ver lo que va a pasar.
No obstante, Guilarte considera que esa visión no tiene por qué aplicarse: «Recordemos que independientemente de las posturas que pueda tener Vance, hay todo un equipo detrás, hay todo un Estado. No creo que tampoco esa sea una postura que vaya a ser la principal en cuanto a la campaña, porque no es una postura que atraiga muchísimos independientes, que al final del día es el sector partidista que Trump tiene que atraer más, porque por supuesto a los republicanos los tiene todos en el bolsillo».
¿Piensa también Biden en un futuro con Trump de presidente?
El presidente Joe Biden, candidato a la reelección, hizo públicas recientemente sus intenciones de impulsar cambios importantes en la Corte Suprema de Estados Unidos. Entre otras cosas, Biden quiere establecer límites a los mandatos de los nueve jueces, que en la actualidad ostentan el cargo de manera indefinida.
Guilarte lo ve como una anticipación a una posible victoria de Trump en las elecciones: «Lo primero que pensé al ver esta noticia es que los demócratas ya están asumiendo que van a perder y lo que quieren tratar es de minimizar los daños que van a ocurrir durante la administración Trump, lo que en su visión los demócratas llamarían daños. La forma de hacer eso sería tratar de que la Corte Suprema tenga menos poder del que tiene».
«Si tomas en cuenta todas las medidas que aplicó Trump, todas las acciones que hizo en su presidencia, la absolutamente más significativa fue cambiar la composición de la Corte Suprema, porque eso fue lo que permitió cambios en el país, incluso más allá de que él estuviese en la presidencia», prosigue.
No obstante, el consultor político ya prevé que será un cambio muy difícil: «Para que pase cualquier cosa tienen que pasar por la Cámara de Representantes, que tiene una mayoría republicana, y tendrá que pasar por el Senado, y el Senado está prácticamente en un punto muerto».