—Lo primero, antes de comenzar la entrevista, ¿cómo está?
—Imagínese cómo puedo estar. Mira, es la primera vez que me pasa esto con mi hija. Ella siempre está en la lucha, que es la política. Pero esto no quiere decir que ella sea guarimbera, es decir, no anda tirando piedras en las protestas. No, ella siempre actúa de forma pacífica por los canales regulares.
—¿Y desde cuándo no tiene noticias de su hija?
—Llevo más de ocho días sin verla. Supuestamente está en El Helicoide (centro penitenciario que sirve de sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), pero no me permiten verla. Ellos me dicen que está bien. Pero una cosa es lo que yo me diga, otra cosa es lo que yo quiero ver, ¿verdad?
—Estuve días buscándola tanto en Guanare como en Acarigua. En todas partes me decían que no estaba. Por eso tuve que sacar un video diciendo que por favor me dijeran dónde está mi hija. Al poco, vi un video de Granko (Alexander Enrique Granko Arteaga es coronel de la Guardia Nacional Bolivariana) como con una música de terror donde ellos iban subiendo a buscarla a ella. Después ella sale bajando y se ve que la meten como en una celda. Fue entonces cuando supuse que la tienen en Caracas. Los detenidos no cuentan con abogados para que los defiendan. Solo les dejan tener abogados del régimen. Yo le quiero colocar un abogado a ella, pero no me lo permiten.
El arresto de María Oropeza
—¿Por qué cree que la arrestaron a ella?
—Por pensar distinto. Por querer la libertad del país. Antes de que la detuvieran estaba haciendo un live por video explicando la llamada «Operación Tun Tun» (operación de la Dirección General de Contrainteligencia Militar que habilitó una línea telefónica para denunciar casos de «odio» físico o virtuales).
—¿No le dieron ninguna razón de por qué ha sido detenida o de qué la van a imputar?
—No sé nada, no sé ni qué cargo le van a colocar. Por favor, apelo a las autoridades competentes para que ayuden a sacar a mi hija. Somos muchas personas que estamos en esto, haciendo que nuestros familiares salgan de esas celdas. Sabemos que no han hecho nada que vaya en contra de lo establecido.