Jordan Bardella, con un traje de tres piezas y corbata bien anudada al cuello, se pasea entre tanques Leclerc y helicópteros Airbus, rodeado de algunos eurodiputados y diputados salientes de AN. El posible futuro primer ministro se muestra menos sonriente que de costumbre, como si intentara posar.
A 11 días de la primera vuelta de las elecciones legislativas, quiere tranquilizar a todo el mundo: «El presidente de la República es el jefe de las fuerzas armadas, lo seguirá siendo y yo, naturalmente, respeto la Constitución y el funcionamiento de nuestras instituciones. Por consiguiente, como ya he dicho, no tengo ninguna intención de debilitar la voz ni el compromiso de Francia en la escena internacional, y seré extremadamente respetuoso al respecto».
Un Jordan Bardella respetuoso con las instituciones, si llegara a ser primer ministro. En cuanto al gobierno que formaría, sería «reforzado» con «importantes recursos» para determinados ministerios. «Ministros delegados y secretarios de Estado» se encargarían de «mejorar la eficacia de la acción pública», asegura.
No está previsto que el muy rusófilo eurodiputado Thierry Mariani sea nombrado ministro de Asuntos Exteriores, dijo Bardella, que lanzó un mensaje a los electores: «Solo entraré en Matignon (sede del gobierno) si hay mayoría absoluta la noche de la segunda vuelta». El líder de AN quiere las manos libres para gobernar.
¿Qué piensa Jordan Bardella?
Jordan Bardella comenta también un anuncio de Gérald Darmanin, ministro del Interior, que propuso este miércoles disolver un grupúsculo de ultraderecha, el Groupe Union Défense (GUD), cuyos antiguos miembros gravitan hacia RN.
«No tendré tolerancia alguna con las milicias, ya sean de ultraizquierda o de ultraderecha, que intentan socavar la República Francesa. No me temblará la mano para disolverlas», recalcó.