Al igual que millones de venezolanos, Armando Noguera huyó de la crisis económica de su país. El hombre de 34 años, que vive en Argentina desde 2017, esperaba con ansias las elecciones presidenciales del 28 de julio. «Obviamente quería inscribirme porque quería ejercer mi derecho al voto, y no pude», dice.
El 20 de marzo, dos días después de la apertura oficial del registro de votantes, acudió al Consulado venezolano en Buenos Aires. «Pregunté cuándo empezaban las inscripciones. Me dijeron que no tenían respuesta y que iban a avisar por las redes sociales, y nunca avisaron», lamenta.
Finalmente, dos días antes de la fecha límite, Armando se enteró por un amigo de que las inscripciones se habían abierto. Regresó al Consulado, pero una vez más no se registró porque su pasaporte había expirado. «Y eso que tengo mi documentación venezolana vigente, el DNI, tengo mi documentación argentina, pero no, ellos pedían un pasaporte vigente. Un pasaporte que te puede tardar entre tres, cuatro o cinco meses, y que cuesta más de 300 dólares. Todos no tenemos la posibilidad de sacarlo», continúa.
Venezolanos en Argentina
Pasaporte vigente, cédula de identidad venezolana, cédula de residencia permanente en Argentina. Para muchos venezolanos que han estado en el exilio durante años, esta documentación puede ser larga y costosa de reunir.
«Hubo muchos obstáculos para poder registrarse», dice Luisa Vera. Abogada de formación, tampoco pudo hacerlo, a pesar de que tenía toda la documentación al día. «Eran muy poquitos días para el volumen de venezolanos que hay acá», señala.
Los 150.000 venezolanos en edad de votar que viven en Argentina tuvieron sólo 15 días para inscribirse en las listas electorales, en lugar de los dos meses previstos inicialmente. Luisa dice que fue al Consulado dos veces, sin lograr nunca llegar por la interminable cola de personas que querían registrarse. «Era imposible. Ni mi familia ni yo pudimos empadronarnos. Y es lamentable porque perdimos una oportunidad valiosa de hacer sentir nuestra voluntad para un posible cambio en Venezuela», continúa.
Apenas 500 personas inscritas
Según estimaciones de la ONG Alianza por Venezuela, que ayuda a los migrantes venezolanos en Argentina, sólo 500 personas han podido registrarse para votar este año, además de las 2.000 ya registradas.
«Menos de 2% de la población que está activamente disponible para votar va a poder participar, es lamentable», dice Alexander Galvis, presidente de la ONG Alianza por Venezuela. Según él, la falta de información oficial, la cantidad de documentos solicitados y el corto período de registro son obstáculos puestos por el gobierno de Nicolás Maduro para dificultar la participación de los venezolanos que viven fuera de su país, ya sea en Argentina o en otros lugares.
«Todos entendemos que la gran mayoría de los casi ocho millones de venezolanos que hay por el mundo son opositores al Gobierno. Entonces a ellos de pronto no les conviene mucho abrir los registros electorales consulares. No tengo ninguna prueba pero tampoco tengo la menor duda», añade Galvis.
Venezolanos sin esperanza de cambio
El presidente saliente Nicolás Maduro está poniendo todo el aparato estatal al servicio de su campaña para un tercer mandato contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia.
En este contexto, y tras la invalidación a principios de año de la candidatura de la líder opositora y favorita en las encuestas María Corina Machado, Luisa Vera no espera mucho de estas elecciones presidenciales: «Si hubiera un cambio, sería maravilloso. Pero ya hemos tenido tantas elecciones y ya vemos que está tan viciado el sistema electoral, que lo vemos a largo plazo».
A finales de mayo, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, considerado progubernamental, retiró su invitación a la Unión Europea para enviar observadores durante las elecciones, lo que reforzó aún más las dudas sobre la imparcialidad de las elecciones del 28 de julio.