La situación crítica del país cada vez asfixia mas a los venezolanos, vivir en Venezuela en los actuales momentos significa una experiencia de impotencia ante tanta injusticia e impunidad, la desesperanza es aquel virus imperceptible que más le hace daño a la moral y al autoestima del ciudadano, cosa que al gobierno socialista le favorece y así evitar algún tipo de insurrección del pueblo y seguir manteniendo su control sobre la sociedad hambrienta y debilitada.
Cualquier forma de desaliento inducida es la gran aliada del gobierno madurista, que la población pueda observar la desgracia que padecen los presos políticos, los padres de los jóvenes asesinados en las protestas del 2014 y 2017, los centenares de venezolanos en el exilio, los perseguidos políticos, la descarada censura a los medios de comunicación digitales, etc, es ideal para provocar miedo y zozobra en el venezolano, dando a entender que le irá mal a todo aquel que se rebele contra el sistema comunista del gobierno.
A este yugo opresor y desestabilizador de la confianza del venezolano se le suma la crisis de salud, económica, social, alimentaria. La hiperinflación arropa y vuelve miseria el ingreso mensual del trabajador, haciéndoles comprender que su gran esfuerzo no se ve remunerado en sus respectivas quincenas, el empleado en Venezuela nunca se ha sentido tan burlado y frustrado como en estos tiempos.
La tristeza, el desamparo junto a la pobreza carcome la seguridad diaria del venezolano, de igual forma a estas alturas del partido no podemos colgar los guantes, mucho hemos lucho y resistido para dejarnos vencer por todos aquellos personajes que propician de manera consciente o no la desesperanza y el mensaje que la situación que padecemos no va a dar un cambio, que el país va a seguir cayendo en una espiral de dolor y sufrimiento, etc.
Todos estos mensajes negativos sobre el futuro de nuestra nación deben ser absolutamente rechazados y descartados de nuestras lecturas diarias, cuidemos lo que ingresa a nuestros conocimientos sobre todo a través de las redes sociales, para permanecer y sobrevivir en Venezuela con buen ánimo es fundamental cuidar nuestra salud mental y evitar todo aquello que apunte a la depresión.
En @ReporteYa seleccionamos algunas opiniones de nuestros destacados seguidores:
El Director de Obras Públicas, Wilfredo Puertas A @wpuertas5 redacta: “En la vida hay que auto motivarse. La desesperanza para muchos es transitoria, sentirla no es malo, al contrario, aprendes lo mal que es sentirla y te impulsa a salir de ella y de esta desgracia. Lo qué pasa hoy es carencias en el liderazgo. Falta de hoja de ruta”.
El usuario, Luis Vollmer @luisvollmer señala: “La ausencia de dirección política alimenta la desesperanza”.
La Comunicadora Social, Sonia Martínez @smgm05 expresa: “Tanto insulto a los nuestros, a todos, de todos los colores. Tanta mezquindad no es casualidad, no es hartazgo, eso es teledirigido”.
El Sociólogo, Ramón Piñango @rapinango informa: “La desesperanza constituye la gran aliada del gobierno y la principal enemiga de quienes se le oponen, por eso es inaudito que, de manera consciente o no, sea propiciada por muchos de quienes dicen aspirar a un cambio”.
Nuestro seguidor, Mauricio Rivas @MauroRivasM comunica: “Yo ya no creo ni en político ingenuo y mucho menos en político inepto todos los que siembran desesperanza lo hace con total consciencia porque ese es su interés”.
La Comunicadora Social, Sonia Martinez @smgm05 comenta: “¡Exactamente eso es lo que buscan! pero no podemos caer en ello porque te lleva a la inacción. Es lo que alerta el Profe y que se conoce como la “Profecía cumplida”. No hago nada porque nada cambiará”.
La Nutricionista, Susana Raffalli A. @susanaraffalli escribe: “Casi todo el mundo se va sin querer”.