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@fabilibra: «O como, o compro los zapatos. ¡Así de sencillo!»

por Avatar EL NACIONAL WEB

El alto índice de inflación por el que atraviesa en los actuales momentos Venezuela, ha llevado a los ciudadanos a tener que decidir si usan el dinero que tienen en comida, o compra calzado, debido a lo inaccesible que se han vuelto para la mayoría de los venezolanos adquirirlos.

En las calles se pueden escuchar a las personas comentar que andan con las mismas prendas de vestir y los zapatos que usaron durante todo el año pasado, pues la altísima inflación no les permite comprar nada, ya que los precios están por las nubes.

En  @ReporteYa consultamos a nuestros seguidores: ¿Desde cuándo no se ha podido comprar usted un par de zapatos y por qué?

Leamos los comentarios más destacados.

La señora Yajaira Rosas‏ @YajairaRosas5 comenta»Ni zapatos, ni ropa intima, ni vestimenta he podido comprar, porque el dinero no alcanza y sólo se puedo medio comprar comida. ¡Es triste!».

Nuestro seguidor, Daniel Klie‏ @Chdnk cuenta: «Desde 2013. Son demasiado caros, la última vez regularon a las zapaterías y las obligaron a deshacerse de su mercancía a pérdida».

El señor, Roger Antonio Picón‏ @RAPVICTORIA77 redacta: «No alcanza lo poco que uno gana, pues solo llega para medio comer».

Por su parte, Gerald‏ @GeraldHurtado responde: «Solo alcanza para medio comer, ayer vi un calzado de buena calidad, su precio era de 860.00 Bs.»

El diseñador gráfico, José Luis Cáceres‏ @joselcaceres  asegura: «Los costos de los zapatos sobrepasan mis ingresos, lamentablemente».

LaMujerNoEsUnPerol‏ @mujere1 subraya: «El calzado está muy caro y es de muy mala calidad».

Yesy‏ @yesygg   escribe: «Desde hace más de seis meses, la plata no alcanza, o cumples tus obligaciones, o tus hijos pasan hambre».

Mila Blanco‏ @bmilabp dice: «Desde hace 2 años, porque la comida se lleva todo el dinero que gano».

Happy Partys‏ @happypartys33 expresa: «Tengo como tres años con los mismos zapatos. Están caros».

Al cierre, Mary Mar‏ @fabilibra manifiesta:  «O como, o compro los zapatos. ¡Así de sencillo!».