En el año 2017 los venezolanos han conocido un nuevo obstáculo: la escasez de efectivo. Ya han pasado 11 meses desde el anuncio del retiro del billete de 100 bolívares, el cual ha sido pospuesto hasta ahora, y a pesar de la llegada de su nuevo hermano mayor, el de 100 mil bolívares, el problema sólo se ha agudizado.
Las sanciones por los llamados «avance de efectivo» y el decomiso de efectivo en zonas fronterizas no ha podido atajar un problema que el expresidente de la Superintendencia de Banco (Sudeban), Alejandro Caribas, aseguró que es la inflación la que explica el problema de disponibilidad de billetes ante la demanda del público.
Hasta la tercera semana de septiembre, según el Banco Central de Venezuela, habían un poco más de 3,2 billones de bolívares en efectivo, lo que en comparación con el dólar paralelo, el sueldo mínimo o la población se muestran insuficentes. Serían apenas 117 mil 214 por cada persona, considerando una población de 28 millones de personas.
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