Metal.
Esta es la premisa de Nimona, una historia que ha tomado siete años en llegar a su versión de película vía Netflix desde que fuera originalmente publicada en formato de webcómic en Tumblr por el artista trans ND Stevenson (nacido como Noelle Diana Stevenson, hoy Nate Diana “Indy” Stevenson). Las aventuras de Nimona habían tomado forma mientras Stevenson estudiaba en el Maryland Institute College of Art, usando como base un personaje que había desarrollado durante la escuela secundaria. Stevenson encontraría eventualmente empleo como creador, gestor y productor ejecutivo de She-Ra y las princesas del poder (2018-2020), también en Netflix, pero antes habría de convertir a Nimona en su tesis, tras colgarla entre 2012 y 2014 en línea para sus seguidores. HarperCollins publicó el libro de cómic en 2015, convirtiendo al personaje del peinado punk rosa y capacidades metamórficas en una sensación adolescente mundial.
Y… ¿qué es Nimona? Eso es lo bello del universo planteado por ND Stevenson: no es asunto tuyo.
Ubicada en un improbable mundo futurista que luce como el medioevo, Nimona es una fantasía con fuertes componentes LGTB –sobre todo Gay y Transgénero– incorporados de una manera perspicaz y decidida en el relato. El recién nombrado caballero Ballister Valentoni (Riz Ahmed) es acusado de un crimen que no cometió y su cazador será nada menos que el hombre a quien ama, Ambrosius Pieldorada (Eugene Lee Yang), un caballero de gran alcurnia descendiente de una protectora legendaria del reino llamada Gloriana. Oculto y desesperado por demostrar su inocencia, Ballister será ubicado por Nimona (Chloë Grace Moretz), quien prácticamente obligará al caballero en desgracia a tomarla por ayudante.
Las transformaciones de Nimona y el color rosa hacen evidentes los discursos sobre la aceptación y la inclusión queer, temas que a estas alturas vienen saturando la paciencia de los más conservadores en todo el mundo. Nimona tiene un saludable componente pedagógico sobre el tema LGTB, allí donde otras películas animadas recientes fallaron de forma estrepitosa (Un mundo extraño, Lightyear) al no saber encontrar el punto exacto para manejar las sutilezas. En dos escenas esenciales, Ballister intenta saber “qué es” Nimona (¿un animal, un ser mágico, una niña con poderes?) y por toda respuesta recibirá un “soy Nimona”. El paralelo es nítido con las discusiones sobre las cuestiones LGTB desde la orilla heterosexual. La postura de Stevenson es clara: no es asunto tuyo saber al detalle la vida íntima del prójimo, aprende a aceptar y respetar. “¡Tengo mil preguntas!”, increpa Ballister. “Te dejo que preguntes una”, responde Nimona.
Una cinta con tales premisas –y con un tierno beso entre los caballeros amantes– se volvió problemática para Disney, cuyos ejecutivos pidieron sin éxito que se retirara el beso. Sucedió que Disney había adquirido los Blue Sky Studios (productores de La era del hielo) para luego pasar a cerrarlos en abril de 2021, y entre el catálogo de películas que fueron canceladas se encontraba Nimona. En abril de 2022, Annapurna Pictures rescató la producción con los directores Nick Bruno y Troy Quane a cargo, y cerró el trato con Netflix para el estreno coincidiendo con los últimos días del Mes del Orgullo 2023.
Nimona tiene un saludable componente pedagógico sobre el tema LGTB, allí donde otras películas animadas recientes fallaron de forma estrepitosa («Un mundo extraño», «Lightyear») al no saber encontrar el punto exacto para manejar las sutilezas.
Con un ritmo vertiginoso y vivaz, Nimona es uno de los mejores filmes de animación de 2023. Algunos fans de la era Tumblr o de la versión impresa se sentirán incómodos con el rediseño de los personajes –los ojos enormes de Nimona, el cabello corto de Ambrosius– pero el corazón de la historia se sostiene por sí sola. En este mundo futurista medieval, las carrozas vuelan y las flechas llevan luces de neón pero aún hay espacio para los sentimientos más profundos, como cuando una desolada Nimona declara “no sé qué es más aterrador. Si el hecho de que todos en el reino quieren atravesar una espada en mi corazón… o si hay ocasiones en que deseo que lo hagan”.
Chloë Grace Moretz, la otrora niña prodigio de Kick-Ass (2010) hace un rol insuperable dando voz a Nimona –los gestos breves, las interjecciones, oírla con la boca abierta cuando habla convertida en un hilarante tiburón LGTB o mutada en un escalofriante niño diabólico–, y consigue hacer una dupla dorada con el notable británico Riz Ahmed (The Sound of Metal) como Ballister. Desde ágiles homenajes a Tom Cruise y su baile en Risky Business hasta guiños a George Michael y el saxo de “Careless Whisper”, Nimona entrega acción con mucho sentimiento, muy al nivel de Super Mario Bros: La película o de Spider-Man: A través del Spider-Verso, los dos mejores largos animados en lo que va del año.
Presten atención al dramático tercer acto, en el cual los directores Bruno y Quane le rinden homenaje al maestro japonés Hayao Miyasake y el clímax de La princesa Mononoke, el clásico de 1997. “Creo que sería más fácil si fueras una niña”, le dice Ballister en un momento de charla a Nimona, quien apropiadamente ha adquirido la forma de un enorme gorila rosa. Nimona-gorila rosa levanta la ceja antes de retrucar. “¿Crees que es más fácil ser niña?”, le dice, apenas conteniendo su paciencia.
“No me hagas reír”.
FICHA TÉCNICA
Película: Nimona
País: Estados Unidos
Año: 2023
Directores: Nick Bruno, Troy Quane
Protagonistas: Chloë Grace Moretz, Riz Ahmed, Eugene Lee Yang
Disponible en: Netflix
Calificación: 5/5
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