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Familiares pudieron ver a Caguaripano luego de casi un mes en «La Tumba»

por Avatar EL NACIONAL WEB

Irene Olazo no se imaginaba esta mañana, cuando despertó, que por fin podría ver a su esposo el ex militar Juan Caguaripano. Pero así fue. Luego de 40 días de secuestro forzoso  funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) este 19 de septiembre permitieron que el capitán viese a su pareja y a su madre.

“En horas del mediodía recibí una llamada del Ministerio Público. Un fiscal se comunicó y me dijo que se iba a encontrar conmigo en un punto,  luego de eso, nos fuimos hasta la sede del Sebin de Plaza Venezuela”, explicó la esposa del ex capitán con emoción sobre lo que podría ser considerado una prueba de fe, por subirse en el carro de un desconocido que le prometía finalmente ver a su marido.

Ahora sabe que, efectivamente, Caguaripano sí está en “La Tumba” del Sebin, tal y como aseguraron los familiares del capitán Raúl Isaías Baduel el pasado 1° de septiembre.

Las mismas personas que negaron por 40 días conocer el paredero del ex militar, este martes la recibieron con cordialidad y respeto. Le entregaron un carnet de visita y, así como si nada, se adentró en la sede escoltada dos fiscales y un funcionario.

Fuerte como un roble

En una sala que parecía de estar, ella, la mamá de Caguaripano y el mismo militar hablaron por poco más de media hora. Lágrimas no faltaron en el evento, especialmente viniendo de su madre Cecilia Scott.

“Al verlo tan fuerte, tan inquebrantable como un roble, para mí fue imposible quebrarme”, asegura Olazo.

Caguaripano no dio detalles de sus torturas porque estaban siendo grabados. “Pero pudimos verlo, tocarlo y ver que está bien”

“Nunca había estado tan firme y aplomado como lo vi hoy.  Tan seguro en sus convicciones a pesar de la evidencia, los signos de tortura”, reveló a El Nacional Web. Indicó que el Capitán tiene un hematoma en su pómulo derecho y otras marcas que ya se han ido borrando con el pasar de los días.

“Me llenó de muchísima esperanza ver que ese hombre, quien hace más de 3 años encaminó una lucha para liberar al país y con las circunstancias que ha vivido y sufrido, sigue firme en sus convicciones”, agregó.

Caguaripano ahora se encuentra realizando una semana de ayunas, lo que su esposa asegura que es por cuestiones religiosas. También explica que parece tener buena relación con sus carcelarios, que en algunas circunstancias hasta le han dado señales de respeto por su cargo militar desempeñado.

Desde que salió del Sebin, Irene supo que tenía una nueva meta. Luego de 40 días de su “secuestro forzoso”, Caguaripano aún no cuenta con una defensa. No ha podido ver a un abogado. Sin embargo, le aseguraron que se le podría establecer una orden de visitas para los familiares. “Hoy cumplieron con los derechos de mi esposo, cosa que debieron hacer desde el principio”, indicó.