Por JULIE BARNSLEY
Nos da un inmenso placer estar hoy aquí en el bautizo del libro Viene del cuerpo, la danza, los bailarines y el cuerpo que baila, de Hercilia López, mi amiga y compañera por largos años en los espacios de la danza contemporánea venezolana. Intérprete, coreógrafa, investigadora, ensayista y embajadora del cuerpo y del movimiento por más de 50 años. Antes de hablar de su libro, permítanme, por favor, hablar un poco de ella.
Quizás intuyendo la remoción y revolución corporal y energética que estaba ocurriendo en el mundo a finales de los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado, Hercilia abandona los espacios tradicionales y formales del ballet y de la danza de los cuales formaba parte en Caracas.
Inspirada por aprendizajes, experiencias y aportes del nuevo teatro vanguardista proveniente de Estados Unidos y de Europa, y el espíritu literario igualmente anárquico, radical y explosivo de algunos grandes poetas, escritores, pensadores y filósofos venezolanos en su querida Escuela de Letras de la UCV, Hercilia abre en 1972 un nuevo e innovador laboratorio de investigación y experimentación con el cuerpo y el movimiento en Caracas llamado Contradanza.
En busca de un nuevo y sensible repensar, despertar y accionar con el cuerpo, tanto para la danza como para la vida, Hercilia hace importantes aportes a la danza del país, incorporando radicales visiones, enseñanzas y expresiones del cuerpo, incluyendo elementos de las estrategias de Daniel Negrín, Jerzy Grotowski y Eugenio Barba.
En otra época, ya a finales de los años 80, Hercilia y otros creadores venezolanos son invitados a varios encuentros del American Dance Festival. Allí, artistas del mundo intercambian información y experimentan nuevas e importantes estrategias de trabajo corporal. La atención de Hercilia es captada por los territorios de la denominada Educación Somática, espacios científicos y sensibles en torno a la autoconciencia y las visiones y activación integral del cuerpo.
Hercilia trabaja arduamente para que estas informaciones lleguen a Venezuela. En el marco de los seis Encuentros Internacionales de Creadores que ella dirige entre 1991 y 1998, llegan a Venezuela algunos de los más destacados investigadores y artistas de la nueva danza y de la Educación Somática, también artistas provenientes de Asia, África y Europa. En muchas ocasiones en coordinación y colaboración con el Instituto Superior de Danza, lugar medular para el desarrollo de la danza en esa época. Estas informaciones y enseñanzas permearon profundamente los espacios de la danza en Venezuela, contribuyendo sustancialmente a la gran evolución que experimentó nuestra danza al final de los 80 y en la década de los 90.
En Viene del cuerpo Hercilia comenta: “Si alguna debilidad evidente ha tenido la danza es la de su poco interés en el discurso sobre sí mismo…”, con este libro, hay un importante aporte a este necesario y escasamente poblado espacio de reflexión sobre la importancia del cuerpo y del movimiento.
También nos comenta:
Todo buen maestro deja una huella, enseña a conducir procesos, ilumina el trabajo del bailarín, le abre ventanas, lo conduce por nuevos senderos.
Basado en las reflexiones y experiencias de Hercilia, este libro nos invita a ampliar y cuestionar las visiones que tenemos sobre la danza y el cuerpo. Nos incita a dialogar sobre temas que incluyen la naturaleza de la danza, la palabra que escribe la danza, las vinculaciones entre danza y poesía, la conciencia y las técnicas corporales aplicadas a la danza, el oficio de bailar y el encuentro Oriente-Occidente.
Un libro valioso para artistas, discípulos y amantes del arte del movimiento, y para cualquier ser/cuerpo interesado en ampliar su conocimiento y conciencia corporal y sus posibilidades de percibir y de estar más plenamente en el cuerpo y el mundo.
Viene del cuerpo fue escrito en 2002, al final de un período histórico en Venezuela que duró aproximadamente 15 años, donde abundaban grupos independientes de danza, y la diversidad, información e intercambios en torno a la danza eran comunes y constantemente celebrados. Donde existían múltiples laboratorios permanentes de investigación de danza trabajando con gran compromiso, pasión y rigor.
En estas condiciones el cuerpo de la danza contemporánea en Venezuela alcanzó una sabiduría, diversidad y un protagonismo singular en su historia. Hercilia fue una importante partícipe y colaboradora de este gran momento.
Agradecemos a Hercilia por este libro y por sus valiosos aportes a la danza y la Educación Somática. Seguimos inspirándonos por su ejemplo, su resiliencia y su autenticidad. Agradecemos que en la actualidad siga investigando y promoviendo el cuerpo a través de sus clases y espacios basados en la Educación Somática, la medicina china y la acupuntura.
Para terminar citamos nuevamente su libro. Refiriéndose a los poetas, nos comenta:
Los percibo cercanos a las experiencias de los bailarines cuando entregamos nuestro organismo y nuestra mente a la comunicación expresiva del cuerpo en el espacio tiempo o cuando nos permitimos entrar en mundos imaginados y soñados que transforman la realidad en otra, compuesta de intensidades y contrastes, de signos exactos que dicen con precisión penetrantes verdades.
Y, sobre la danza, expone:
La danza, como expresión ritualista de nuestro apego a la naturaleza y de nuestro asombro ante su presencia, existe para que tomemos de ella su esplendor y sus maravillas, su poder inconmensurable y su fuerza inagotable; la danza nos permite fluir en libertad con el ritmo abismal y expansivo del universo. Además, reconcilia a los seres humanos con los sentidos y la conciencia. Juega a la unión de los opuestos, al intercambio de sus poderes.
Agradecemos y celebramos a Hercilia López y hoy brindamos por su libro Viene del cuerpo y por la danza, los bailarines y el cuerpo que baila. Que viva la diversidad y libertad de la comunicación inteligente y sensible de la Danza y de todas las Artes en Venezuela y el mundo.
*Palabras leídas el 28 de junio de 2023 en la Librería El Buscón durante la presentación del libro de Hercilia López Viene del cuerpo, la danza, los bailarines y el cuerpo que baila (El Taller Blanco Ediciones, Colombia, 2022).