“La batuta estuvo en manos de Consalvi, pendiente de los acordes, de la armonía, de la exactitud, que nada estuviera fuera de tono, acompañado de un Consejo Asesor y de un completísimo equipo de entusiastas ejecutores”
Por INÉS QUINTERO
En marzo de 2005 se presentó la biografía de Joaquín Crespo, escrita por el Dr. Ramón J. Velásquez. Se iniciaba así la Biblioteca Biográfica Venezolana, un proyecto ideado y conducido por Simón Alberto Consalvi, desde El Nacional que, a partir del primer día, contó con el apoyo en su ejecución y conceptualización de Bancaribe y de la Fundación Bancaribe para la Ciencia y la Cultura, de la mano de Carlos Hernández Delfino, aliado fundamental de esta iniciativa
El proyecto se realizó como parte de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia. Su propósito era ofrecer, cada 15 días, la biografía de un venezolano de nuestra historia republicana, en un formato sencillo, divulgativo, de fácil lectura, distribuidas masivamente en kioscos y librerías de todo el país, a un precio totalmente accesible.
La selección de los personajes fue de gran amplitud. La idea fue incorporar no solamente a los protagonistas de la historia política, que por lo general han ocupado lugar predominante en el relato de nuestra historia, sino a figuras relacionadas con la vida intelectual, cultural, deportiva, artística, científica, empresarial, religiosa y mucho más. Hombres y mujeres que, en sus áreas de desempeño, dejaron una huella en la historia de nuestro país.
En sus inicios estuvo contemplado elaborar 100 biografías para concluir en el 2009, antesala de las festividades bicentenarias que se iniciaban en el 2010. La propuesta, ya de por sí exigente y ambiciosa, no se quedó allí. El éxito y la demanda fueron tales que se prolongó por dos años más, hasta llegar a 150 biografías.
Se dice fácil, pero se trató de una misión verdaderamente titánica que representó una ardua y concienzuda labor de selección de los personajes y de los autores que tendrían a su cargo la elaboración de cada biografía, hacer el seguimiento a los autores, revisar el texto, realizar los ajustes del caso, identificar la imagen de cada portada, elaborar las presentaciones, coordinar la edición y garantizar que, en la fecha prevista, el libro estuviese listo e impecable para su distribución. Además, la publicación de muchas de estas biografías era acompañada con distintas actividades: actos de presentación, foros, tertulias, visitas a escuelas, entrevistas en diferentes medios. Un esfuerzo monumental cuyo fin era despertar interés y curiosidad por conocer la vida y trayectoria de quienes contribuyeron a construir el país que somos.
La batuta estuvo en manos de Consalvi, pendiente de los acordes, de la armonía, de la exactitud, que nada estuviera fuera de tono, acompañado de un Consejo Asesor y de un completísimo equipo de entusiastas ejecutores. Durante las primeras temporadas la asistencia editorial estuvo a cargo de Edgardo Mondolfi Gudat, relevado luego por Diego Arroyo Gil, encargados de seguirle el ritmo a Consalvi para que todo quedase a la perfección.
No contento con llevar la dirección del proyecto, SAC se comprometió con la escritura de varias entregas. De su autoría salieron publicadas las biografías de Rómulo Gallegos, Juan Vicente Gómez, José Rafael Pocaterra, Armando Reverón y Santos Michelena, la biografía número 150, última de la serie planificada y conducida por él.
Dos años después de su partida, en febrero de 2015, La Biblioteca Biográfica Venezolana se vio enriquecida con un volumen en homenaje a Simón Alberto Consalvi, su creador y más devoto promotor.
Jamás habría sospechado o imaginado siquiera, que el colofón de la Biblioteca Biográfica Venezolana, singular aventura que dirigió de principio a fin con terca devoción, sería su propia vida. Con estas palabras inicia Edgardo Mondolfi Gudat el texto que acompaña la contratapa de la edición homenaje a SAC; la elaboración de esta biografía, colofón de la colección, estuvo a cargo de Diego Arroyo Gil quien realizó un impecable y completo recorrido por la polifacética trayectoria del político, escritor, diplomático, historiador, periodista y gran conversador que fue Simón Alberto.
El libro está precedido de un prólogo escrito por Carlos Hernández Delfino, aliado inseparable e infatigable de esta colección. Allí, en sensibles palabras, nos ofrece esta emotiva mirada sobre su amigo y compañero de ruta: SAC llevaba a Venezuela en el alma y sus logros, en todas las dimensiones de su provechosa existencia, resultaron de un esfuerzo sostenido que tenía como destino al país y su gente.
En la actualidad, la Fundación Bancaribe para la Ciencia y la Cultura junto a la Academia Nacional de la Historia ofrecen a los lectores el acceso libre en formato PDF de un importante número de los títulos publicados desde el año 2005, previa autorización de sus autores. Se pueden consultar en la página web de la Academia Nacional de la Historia https://www.anhvenezuela.org.ve/coleccion-biblioteca-biografica-venezolana/ y en la Biblioteca Digital de Bancaribe https://www.bancaribe.com.ve/biblioteca-digital.
Otra manera de recordar y honrar a SAC, preservando y difundiendo esta proeza editorial a la que se dedicó con tanto entusiasmo y devoción. Gracias, Simón Alberto.
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