
“El profesor Duque Corredor fue un jurista integral, un hombre sencillo y de profundos valores cristianos. Por sus méritos se le hicieron múltiples reconocimientos en vida. Uno de los últimos que recibió, antes de su fallecimiento en París el 22 de septiembre de 2023, hizo honor a su condición de demócrata. Dicho premio, Valores Democráticos Francisco José Virtuoso. Mención Integridad democrática 2023, le fue otorgado por la Universidad Católica Andrés Bello”
Por MARÍA AMPARO GRAU
Duque Corredor y el Bloque Constitucional
El 4 de enero de 2016, Román José Duque Corredor, exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Individuo de Número y expresidente de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, quien fue además profesor de derecho de dilatada trayectoria y autor de una importante doctrina jurídica, fue parte de la iniciativa para crear un grupo de opinión al que se denominó Bloque Constitucional de Venezuela, para que magistrados eméritos, jueces, fiscales, académicos, decanos de ciencias jurídicas de las universidades, profesores, presidentes de colegios profesionales de abogados, y, en general, juristas y demás miembros del sistema de justicia, difundieran información, cursos, pronunciamientos y realizaran acciones tendentes a mantener la vigencia de la Constitución y el principio de la independencia de los poderes públicos, principalmente del Poder Judicial.
Duque Corredor consideró que el papel del Bloque Constitucional debía incluir no sólo la actividad jurídica de las acciones, recursos y pronunciamientos, plenos de conceptos y dogmas jurídicos, sino también la actividad informativa y formativa del ciudadano común. Hacer de su conocimiento el texto constitucional, sus valores y principios; en el entendido de que es desde el conocimiento de la importancia de la Constitución que las personas pueden involucrarse en la exigencia de su respeto y aplicación por quienes detentan el poder.
El profesor Duque Corredor fue un jurista integral, un hombre sencillo y de profundos valores cristianos. Por sus méritos se le hicieron múltiples reconocimientos en vida. Uno de los últimos que recibió, antes de su fallecimiento en París el 22 de septiembre de 2023, hizo honor a su condición de demócrata. Dicho premio, Valores Democráticos Francisco José Virtuoso. Mención Integridad democrática 2023, le fue otorgado por la Universidad Católica Andrés Bello.
Otro homenaje que se concretó muy poco antes de su fallecimiento fue la creación de la Cátedra Virtual Román José Duque Corredor, la cual se instituyó mediante Acuerdo del Bloque Constitucional de Venezuela, el 20 de marzo de 2023, con el propósito de realizar actividades académicas de estudio, investigación, análisis, debate, promoción y difusión del pensamiento jurídico venezolano, para la defensa del Estado Constitucional de Derecho y el imperio de la justicia.
La Cátedra Virtual Román José Duque Corredor
El Acuerdo de creación de la Cátedra establece: 1. Que una de las tareas del Bloque Constitucional de Venezuela es la realización de actividades académicas para la formación jurídica del ciudadano. 2. Que la obra y vida de Duque Corredor y sus méritos merecen un reconocimiento público. 3. Que lo anterior justifica la creación de un espacio académico con su nombre, con el propósito de honrar a su epónimo y constituir un aporte a la defensa de los valores del Estado de Derecho: Democracia y Justicia, cuyo quebrantamiento continuado en nuestro país han sido motivo de su más alta preocupación.
La cátedra Román José Duque Corredor, bajo la moderación de un coordinador, se ha venido desarrollando con la regularidad de su realización en dos oportunidades al mes, con el soporte técnico de Universitas Fundación.
Sesión inaugural de la Cátedra
La sesión inaugural, realizada el mismo día del Acuerdo de su Creación, contó con cuatro intervenciones. En la condición de proponente y coordinadora, me correspondió el honor de leer el Acuerdo de su creación. Luego, a petición del doctor Duque Corredor, Rafael Badell Madrid, también miembro del Bloque Constitucional, hizo una extensa semblanza del epónimo, destacando su inmensa “obra jurídica, de estricto rigor científico y de especial impacto doctrinario” en las más diversas materias del conocimiento jurídico, social y político.
A continuación, la doctora Cecilia Sosa Gómez, coordinadora del Bloque Constitucional, presentó la conferencia inaugural intitulada “Las Demandas Constitucionales de la Democratización”, resaltando en sus palabras la labor de Duque Corredor para inculcar el sentido ético de la abogacía y del ejercicio de la función pública.
Finalmente, las palabras del propio homenajeado pusieron en evidencia que le caracterizaba la humildad de los sabios, cuando citando a su padre, el también destacado jurista, académico, magistrado Román José Duque Sánchez dijo: “Ante la nobleza no hay palabras para expresar gratitud”. Luego, añadió: “Estoy consciente, como el escritor norteamericano William Arthur Ward, en que sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no entregarlo”; también en palabras de Séneca afirmó: “No hay nada más honorable que un corazón agradecido”.
El tema de la democratización de un país —enfatizó el profesor Duque Corredor— no se alcanza sólo con la elección de un gobierno, es necesario que se implementen medidas para concretar en la realidad la participación de los ciudadanos en la toma de las decisiones, que a esos ciudadanos se reconozcan sus derechos políticos, que el poder no interfiera con las libertades civiles, que exista una efectiva rotación en el ejercicio del poder y que se aplique efectivamente el principio de la separación e independencia de las distintas ramas del poder público, como lo proclama la Constitución. Abogaba, además, por la transparencia en la gestión gubernamental, un sistema electoral auténtico y justicia para el ciudadano.
En fin, Duque Corredor, un jurista consagrado, nunca se retiró de su tarea de defensa de la Constitución, de la denuncia sobre la necesidad de cambiar la situación actual, de un Estado Constitucional de papel o de Constitución fachada a un verdadero Estado Constitucional de Derecho, con respeto a los principios fundamentales de jerarquía y supremacía de la norma fundamental.
En ese sentido, proponía Duque Corredor, como contenido programático de una cátedra con su nombre, a la par del estudio y difusión de los elementos de un proceso constitucional de democratización, la necesidad de una justicia transicional, la transparencia, la lucha contra la corrupción y la urgente protección efectiva de los derechos humanos.
En definitiva, le honraba la idea de una cátedra con su nombre porque ésta se inscribía en la tesis moderna del llamado constitucionalismo transformador expuesto por Carl Clark que consideraba Duque Corredor como “un proyecto de largo plazo que busca la promulgación, interpretación y cumplimiento constitucional comprometido en un contexto histórico de desarrollo propio para transformar las instituciones políticas y sociales del país y las relaciones de poder en una dirección democrática, participativa e igualitaria que en América Latina se conoce como el Ius Constituzionale Comune, el cual se caracteriza por buscar la creación de un marco general para la plena realización de la democracia, el estado de derecho y los derechos humanos”.
Terminó la intervención del maestro en la sesión inaugural, agradeciendo de nuevo la fundación de la Cátedra Virtual Román José Duque Corredor con palabras de José Martí y de la compositora chilena Victoria Parra, del primero citaba: “La gratitud, como ciertas flores, no se da en las alturas y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes”; de la segunda: “Gracias a la vida que me ha dado tanto”.
Actividades de la Cátedra
Al día de hoy se han realizado más de 45 sesiones con temas diversos, con distinguidos ponentes, sólo mencionaremos algunos: “Las relaciones civiles y militares para la democracia” (Ramón Escovar León), quien realizó una magistral exposición sobre el principio de la subordinación del poder militar al poder civil; la justicia social: más o menos intervención del Estado (César Carvallo Mena y Luis Alfonso Herrera Orellana). “La inclusión social y la discriminación positiva” (José Valentín González); el tema de la educación, sus fallas y el porqué de una alternativa espontánea (Antonio Canova); la materia de los derechos humanos y la justicia transicional fue también objeto de varias lecciones bajo reconocidos académicos y expertos en el tema (Fernando Fernández, Carlos Ayala Corao, Milagros Betancourt y el profesor Keneth Urbano, quien se refirió especialmente a la experiencia colombiana); la perspectiva psiquiátrica de la distorsión del poder en Venezuela (obra escrita y presentada en la Cátedra por la dra. Rebeca Jiménez); importantes temas del derecho constitucional, como la experiencia chilena (Marisol Peña Torres, expresidenta de la Corte Constitucional chilena); el constitucionalismo autoritario (Gonzalo Pérez Salazar); la tensión entre constitucionalismo y democracia (Alejandro González Valenzuela); el rol de la justicia ante la crisis de legitimidad: el caso Serbia (con la importante participación de la juez Radmila Dragicevic-Dicic). Importa destacar también la sesión realizada para honrar al epónimo “A un año de su partida: Justicia y Democracia, dos de sus preocupaciones”. También la cátedra ha servido de medio para que se conozcan las actuaciones del Bloque Constitucional de Venezuela, capítulo España (con la intervención del distinguido jurista Carlos Sarmiento Sosa).
La importancia de la ética: su ejemplo y enseñanzas
A Román José Duque Corredor se le recuerda por su excelencia intelectual y académica, por su sabiduría jurídica, pero también por el ejercicio ético de la profesión, en todos y cada uno de los ámbitos y facetas en las que se desempeñó.
Con su conducta y con sus enseñanzas trató de inculcar y rescatar la ética como principio fundamental y orientador en toda actividad de ejercicio del poder y, por ende, aplicación del derecho, mediante una conducta axiológica de ponderación de los valores superiores previstos en la Constitución en los artículos 2, 3, 141 (la vida, libertad, justicia, igualdad, solidaridad y democracia). Asimismo, la responsabilidad social, la defensa y desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el pluralismo político, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento y preeminencia de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución.
En un evento de la Asociación Venezolana de Derecho Administrativo de fecha 26 de noviembre de 2021, que me correspondió moderar, Duque Corredor se refirió a la clara distinción entre la ética de la Administración y la ética del funcionario. La ética de la Administración implica que el órgano debe cumplir esos valores superiores en el ejercicio del poder; la ética del funcionario, aplica al aspirante o quien ocupa el cargo: (1) mediante el proceder honesto de respetar el principio de la idoneidad. Es antiética, tanto una mala designación, como también lo es el hecho de que a sabiendas de no tener el conocimiento y la experiencias necesarias se la acepte; (2). Mediante el juramento del cargo, que como lo contempla la Ley de Juramento Público se hace no sólo por cumplir la Constitución y las leyes, sino también los deberes y responsabilidades de la posición, con honestidad, lealtad, eficiencia, eficacia y transparencia. La ética del funcionario la consideraba Duque Corredor especialmente esencial para el buen funcionamiento de la justicia, citando la expresión: “Dame buenos abogados y tendremos los mejores jueces con las peores leyes”.
Finalmente, concluía el maestro Duque Corredor destacando que el grave problema en la Venezuela de hoy es el ejercicio positivista del control de los actos del poder, en el que conductas absolutamente antiéticas, violatorias de los principios y valores constitucionales son validadas por jueces parciales que se atienen a la letra de una mala norma o que desvirtuándola escinden lo inescindible, como son los principios y valores éticos de toda regulación.
El uso de una norma para fines distintos del interés general produce el vicio de la desviación del poder, un concepto diseñado por el Consejo de Estado Francés que permite no sólo el control de la legalidad, sino el de la moralidad o ética del funcionario que la aplica.
Estos principios éticos, conforme al pensamiento de Duque Corredor, se contemplan en la Constitución para combatir las distintas actitudes antiéticas, tales como, el ejercicio antidemocrático del poder, la práctica de la exclusión política, el poder restrictivo, el mal uso de la norma para la persecución, y, en general, la violación sistemática de los derechos humanos. Corresponde a los tribunales, en un Estado de Derecho, la protección de la ética pública para la defensa de esos derechos inalienables, pero —indicaba— ello sólo es posible si la ética llega al poder judicial, con lo cual éstos dejarán de ser instrumentos de la indebida normalización de la arbitrariedad, detrás de una apariencia de legalidad, muchas veces, además, incoherentemente construida.
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