Papel Literario

Tres poemas ganadores

por Avatar Papel Literario

Agricultura 8

Por JAVIER REY

Pertenecer es una palabra ardiente

y a mí me queman estas cuatro paredes

el techo

la puerta.

 

Pertenecer y ser

el frío del piso

arremolinado bajo

las plantas de mis pies.

 

Yo soy yo y mi lugar.

Habito como quien arde

inamovible

en llamas

de calefacción y estufa.

 

Habito ardiente.

Este es el calor del hogar.

 

Ardo titubeante

a punto de caer

en el fuego mudo

de la transitoriedad

que marca mi piel.

 

Yo soy yo y este viejo edificio.

 

Cielo inclemente

estuco y sal

dibujado hasta el cansancio

surcado de estrellas

largo tiempo muertas.

 

Todo esto

nada es mío

así que ardo en falso

pertenezco en impostura.

 

Alguien más perteneció aquí.

Alguien más fue este lugar.

Alguien más estuvo como un árbol

en permanencia de anclaje.

El piso y sus pies arremolinados

del mismo frío.

 

Pero recuerdo:

Nadie pertenece por primera vez.

 

Miro hacia arriba

y sé.

 

Ahora soy este lugar.

Hasta que me apague.

*Javier Ernesto Rey Valero (Caracas, 1990). Comunicador Social (UCAB, 2021). Fue docente en esa universidad. Ha publicado artículos sobre materias como cine, televisión y cultura pop. Reside en México.


Ejercicio de origami

Por ORIANA REYES PÉREZ

Necesario a veces

plegarse y replegarse hacia adentro (muy adentro)

Leerse papel en lo hondo de las entrañas

dibujarse los propios trazos de un doblez

corromper la lisitud

duplicar las partes

condensándose

Hacerse barco o avión o pájaro

Yo no sé hacer pájaros, pero lo intenté

mis manos obraron uno para la niña que me lo pedía

Plegué el papel (me plegué en él):

Incubé un pajarito ciego

un pajarito cansado

un pajarito que vive en el árbol sin hojas del cuento de la niña que era y ya no estaba

Y gritamos

doblando y desdoblando la garganta para moldearnos un silbido

silbido de papel

silbido con pestañas: unas hacia adentro / otras hacia afuera

Llamamos a los pocos pájaros que mi urbanizada memoria podía nombrar:

Colibrís

Palomas

Loros

Zamuros

vinieron en séquito

Presidía el Zamuro, silencio que vuela

Abrí la boca y él pudo ver

la cueva enraizada

Comprendió

Con la autoridad que le confiere su conocimiento en rocas, nubes y cuerpos

tomó al pajarito de papel

para asentarlo aquí en la cueva

y pude sentir el vuelo hondo y ciego

hecho pájaro

héchome pájaro

Echome a volar.

*Oriana Reyes Pérez (Mérida, Venezuela, 1998). Estudiante de Letras, Universidad de Los Andes. Poeta, narradora y ensayista. En 2020 fue finalista en la V Edición de este mismo concurso.


Aquí, donde las calles no conocen el día

Por JOSÉ LUIS ÁLVAREZ ESCONTRELA

Aquí, donde las calles no conocen el día,

los poetas más locuaces ahogan su mirada en la noche

y los gorriones asustados ocultan los nidos.

Yo reconozco tu mirada

entre los caminantes que negocian con las sombras

y las madres que ocultan el sufrimiento en risas.

 

Aquí, donde las calles no conocen el día,

veo la última jaula de luciérnagas desordenadas en tu cara,

mientras en las casas ponen velas para ahuyentar las tormentas.

 

En las pupilas se mueve el brillo de las llamas que ventean

y las cortinas desfallecen con los vientos asustados.

 

Aquí negocio con la niebla,

que ha cubierto la mirada de los que caminan,

ahogados en un río flemático al que cayeron

dormidos en una prisión sin palabras

—ocultando la mirada

sin siquiera saber que están encerrados.

 

Aquí los bosques se han quemado,

y las lilas,

decayendo,

mueren abrasadas.

 

Aquí muy pocos buscamos refugio.

Es fácil caer cuando los cimientos se deshacen.

 

Pero aquí reconozco tu mirada,

una casa de cristal en las laderas ardiendo,

soportando las piedras

mientras las paredes se agrietan,

dejando entrar la luz del cielo abigarrado

que ilumina el capullo donde dormimos las polillas

y los huesos abrazan el dolor de casa.

*José Luis Álvarez  Escontrela (Caracas, 1995), Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Fue finalista de la IV Edición del mismo concurso, correspondiente a 2019.