El lenguaje de la compañía de teléfonos
“El problema que usted reportó recientemente está ahora funcionando correctamente”.
El pelo del perro
El perro se fue. Nos hace mucha falta. Cuando tocan la puerta, nadie ladra. Cuando llegamos tarde a la casa, nadie nos espera. Todavía encontramos motas de su pelo blanco aquí y allá en la casa y en la ropa. Las recogemos. Deberíamos botarlas. Pero es todo lo que nos queda de él. No las botamos. Abrigamos una loca esperanza: si acumulamos suficientes tal vez podamos volver a tener al perro con nosotros otra vez.
Historia circular
Los miércoles temprano en la mañana hay siempre mucho ruido afuera en la calle. Me despierta y siempre me pregunto qué será. Es siempre el camión que recoge la basura. El camión viene todos los miércoles temprano en la mañana. Siempre me despierta. Siempre me pregunto qué será.
Bloomington
Ahora que he estado aquí un tiempo, puedo decir con certeza que no he estado antes aquí.
La lección de la cocinera (una historia de Flaubert)
Hoy he aprendido una gran lección; nuestra cocinera me la enseñó. Ella tiene veinticinco años y es francesa. Descubrí, cuando le pregunté, que no sabía que Louis-Philippe ya no era rey de Francia y que ahora tenemos una república. Aunque hace ya cinco años que dejó el trono. Ella dice que el hecho de que no tengamos un rey simplemente no le interesa en lo más mínimo. Esas fueron sus palabras.
¡Y yo me creo un hombre inteligente! Comparado con ella, soy un imbécil (1).
El ruido de la calle
Ya estoy tan acostumbrada al ruido
que cuando el tráfico se calla,
pienso que se aproxima una tormenta.
La mosca
En la parte de atrás del autobús,
dentro del baño,
va esta diminuta pasajera ilegal,
camino a Boston.
Mano
Más allá de la mano que sostiene el libro que estoy leyendo, veo otra mano ociosa que cuelga un poco fuera de foco –mi mano extra.
Soledad
Nadie me llama. No puedo chequear la contestadora porque he estado aquí todo el tiempo. Si salgo, alguien puede llamar mientras no estoy. Entonces puedo chequear la contestadora cuando regrese.
- Nota de la traductora: Mientras traducía Madame Bovary Lydia Davis estuvo leyendo toda la correspondencia que Flaubert escribió durante los tres años que le llevó terminar su novela más famosa. En esas cartas Davis encontró pequeñas anécdotas que fue rescatando para convertirlas en varios minicuentos. «La lección de la cocinera» es una de esas historias.
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