Por KATHERINE CHACÓN
La exposición Folds es el resultado de la metódica y constante indagación que Sandra Szkolnik (Lima, Perú, 1968) viene llevando a cabo, desde hace más de cuatro años, en torno a las posibilidades expresivas de las líneas y volúmenes generados por pliegues rectos.
Tempranamente, Szkolnik fue inspirada por el origami, pero sus intereses no estuvieron dirigidos a la construcción de figuras —como en la tradicional técnica de papiroflexia japonesa— sino al comportamiento de los módulos regulares que, progresivamente, crean los dobleces.
Dentro de este aparentemente simple —pero ciertamente infinito— foco de exploración, la artista trazó las rutas de lo que serían las formulaciones plásticas de su práctica creativa. En ésta, ha sido fundamental la investigación sobre los materiales. Los módulos triangulares, base de su lenguaje, requerían adquirir no sólo consistencia física sino expresar adecuadamente el estudiado cromatismo de la artista. Además, la flexibilidad del doblez debía hacerse manifiesta.
Por otra parte, la obra de Szkolnik actualiza las tensiones que establecen los desarrollos modulares planos y tridimensionales, como lo vemos en sus Pliegues, pero también en sus Desplegados, o en piezas como Pliegues conectados, donde el volumen es apenas tangible.
Szkolnik incorpora, asimismo, un juego háptico entre las posibilidades reales y sugeridas de intervención del espectador. Si bien sus primeras piezas fueron realizadas para que éste las dispusiera “a su gusto” y usando imanes sobre una superficie plana —dispositivo que se mantiene aún en su producción de pequeño formato—, la artista ha regulado esta intervención en su obra posterior, al establecer tensiones entre la invitación que generan las formas plegadas a ser manipuladas y las posibilidades reales de manipulación. Los Pliegues monocromáticos, aunque están sujetos con imanes, pueden solo ser objeto de una mínima intervención; los Módulos plegados o las esculturas tituladas Pliegues al vuelo son volúmenes estáticos, pliegues mimetizados que, no obstante, mantienen la potencialidad dinámica de estos cuerpos tensionados. La exposición incluye la pieza Plegados en paneles conectados, cuyos módulos tridimensionales pueden ser cambiados de posición respecto a los listones planos del fondo.
Szkolnik actualiza en su obra un profundo interés por construir una gramática del espacio, en la que lo volumétrico y lo plano, lo visible y lo invisible, lo expandido y lo plegado, lo que se multiplica y lo que se divide, conformarían los signos a ser descifrados.
En estas reflexiones, la artista ha incorporado el estudio de los desarrollos rizomáticos propuesto por los filósofos Gilles Deleuze y Félix Guattari. Sus piezas son, según sus palabras, «momentos rizomáticos» en los que no hay un crecimiento lineal ni un centro, sino un progreso arbóreo y múltiple que, de algún modo, las relaciona con las realidades psicológicas, sociales y culturales de nuestra contemporaneidad.