Por DANIEL LAHOUD
Carl Menger (1840-1921) nació en Neu-Sandez, Galicia, Imperio Austriaco, lo que ahora es Nowy Sącz, Polonia, siguiendo la misma carrera del padre, al igual que sus dos hermanos Anton y Max, estudió Derecho, alcanzando el Juris Doctor en la Universidad Jagellónica de Cracovia. No se sabe por qué Menger abandona su carrera en 1860 y trabaja para dos diarios, primero el Lemberger Zeitung de Lemberg, en la Galitzia austriaca (actual Lviv, Ucrania, la misma ciudad en la que nació Mises), y más tarde en el Wiener Zeitung de Viena.
Luego, en 1867, Menger profundizará en un estudio de economía política que culminó en 1871 con la publicación de sus Principios de Economía (Grundsätze der Volkswirtschaftslehre) (Menger, C. (1997 [1871]): Principios de Economía Política, 2da. Edición, Unión Editorial. Madrid).
Friedrich von Wieser le comentó a Hayek que Menger en su trabajo periodístico encontró una profunda contradicción entre lo que se enseña aún en las escuelas de economía como formación de precios y lo que ocurre en la realidad en los mercados, tanto de bienes como financieros, que fueron los que más trabajó Menger como escritor de la página económica de esos diarios. Él se encargó de reseñar, entre otras, el comportamiento de la bolsa de valores de Viena. (Hayek, F.A. (1996 [1934]): La Escuela Austríaca de Economía en: Las Vicisitudes del Liberalismo, Obras Completas Volumen IV. Unión Editorial. Madrid, p. 75).
Los Grundsätze de Menger (1871) fueron concebidos originalmente como el primer volumen de un tratado más amplio, pero el resto nunca se materializó. Los Grundsätze se ocupaban sobre todo de exponer los conceptos de la teoría subjetiva del valor, y aquí hay que indicar que muy a pesar que Jevons y Walras trabajaron en torno a conceptos similares, el grado de profundidad de Menger es excepcional; Menger es el único que añade la escasez relativa de los bienes, a la de las necesidades, y esta, que a veces se presta a confusión, no es una necesidad psicológica, sino económica. Otra de las particularidades es que Menger rechazó el uso de la matemática para explicar su teoría.
El trabajo se complementa con una muy original clasificación de bienes, primero separándolos en aquellos que están sujetos al intercambio (bienes económicos) y aquellos que su abundancia los hace escapar del intercambio (bienes no económicos). Luego los Bienes Económicos los separa en bienes de consumo (de primer orden) y bienes de orden superior (bienes semielaborados, bienes de capital y factores de producción), con lo que daba origen a la estructura de la producción austríaca, a la no menos austríaca teoría de la imputación y la teoría del intercambio, que niega la posibilidad de la igualdad de valoración en las transacciones.
Quizá una de las más impresionantes propuestas es la que aparece en la introducción a la metodología que denomina “individualismo metodológico,” que por cierto será la que luego procure la disputa por el Método, Methodestreit con Gustav Schmoller. Esta visión de Menger, sin embargo, es un desarrollo que continúa la tradición con la que los clásicos enfrentaban la teoría. Smith y mucho antes que él Cantillon y Turgot, así como con posterioridad se usaba el lenguaje verbal para trasmitir el conocimiento económico, sin abandonar la naturaleza cuantitativa de la economía, sin permitir que la matemática fuese el centro de la discusión teórica.
Quizá el desarrollo de la teoría del origen de las instituciones sea uno de los elementos mas notorios del trabajo de Menger, en él, por intermedio de la historia muestra cyomo el dinero surge entre los humanos y se convierte en una institución sin la cual la humanidad no podría alcanzar los niveles de avance que para el momento histórico que vive Menger han sido posibles. El dinero para Menger surge de manera evolutiva por la misma creatividad que los individuos experimentan en su deseo de satisfacer sus necesidades.
El trabajo de Menger es señero, aunque hoy no es utilizado sino por expertos de la historia del pensamiento económico, sentó las bases para todo el desarrollo que la Escuela Austríaca desplegó desde sus discípulos Eugen von Böhm Bawerk y Friedrich von Wieser, hasta el siglo XXI, en el cual varias generaciones parten de su concepción, por haber recibido las enseñanzas de sus herederos, entre los más destacados Ludwig von Mises y Friedrich von Hayek.