Por TAREK WILLIAM SAAB
Los restos del trigo
El corazón semejaba un granero
una pala acabada por la desdicha
En lo alto de la imaginación
colgaba una bandera
curtida
al borde de este cielo
irreal
(((la mano en la espalda de todas las ofensas
mientras un río pasa debajo del precipicio)))
Tan inútil la paz de las estatuas
el pasto floreciendo en los cementerios
(Noviembre, 1997)
Carroza
«Quemé la corona
el vestido de novia
fue tu lápida
imaginé en la víspera
el silencio de los gallos
Contigo
adentro
sepultada»
Crepúsculo del hombre bajo el árbol
A Ramón Palomares
La mano debe escoger un pie de montaña
alta
donde crezcan hermosas las flores del campo
Si fuera posible
en la cima de un establo
La cuerda de los elegidos balancearía el fin
con mi cabellera entre las raíces
sin sostenerse
lastimada
Sólo la rama
coronando el cuerpo congelado en los aires
sólo la rama sola
imbatible encima de las hojas
Tregua
Puertas adentro
pasta la lluvia
a caballo
Tierra acaparada
por la ofensa
flotan peces al filo del hambre
No di tregua a la escasez
No crucé el tramo de la abundancia
sólo arrecié mi corazón bajo los clavos
II
(Diálogo del filicida)
—Mi risa es frágil padre
—Sí
atado ahora como un asta a la soga
libre
en medio del rencor
III
El féretro flotaba en la alberca
conmigo
dentro
patio del luto
talado de árboles
la telaraña se reproduce
en el techo
que cae
La casa negra cerrada al fondo del cielo
*Los poemas aquí publicados pertenecen al libro En un paisaje boreal (1984-2007), publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana, Caracas, 2021.