Por JORGE ANDRÉS MEDINA
Cazacangrejos
Todo niño es asombro
yo jugaba a capturar cangrejos
emocionado de hallarlos
intentando escabullirse desde
y hacia el fondo
de la arena
en la niñez gobierna el miedo
y uno va ganando pequeñas
medianas y gigantes contiendas
hasta que el miedo retrocede
y nos va dejando espacio
hacia la vida
en la niñez tanta alegría
no importaba que los cangrejos
escaparan
te paralizaba el susto de su violento
retroceso
pero llegar cada vez más cerca
aun sin poder atraparlos
era una victoria absoluta
memorable.
Cántaro
El ayer anda buscando
que lo ordene
en versos o capítulos
que lo puntúe
dándole espacio
sacándolo del cementerio
en el que estaba
quiere que lo mezcle
con el mismo barro
que da forma
a mi escritura
quiere ser también vasija
en la que pueda sumergirme.
Vanity fair
Exhumé huesos
miré a los ojos
a mis muertos
acaricié sus cabellos
besé sus frentes
comí la fruta ósea
de nuevo
me bañé de su tuétano
y quemé la casa
talé los árboles
arranqué flores
borré mis manuscritos
y luego
me vi a mí mismo
apreté mi hombro
me dije:
todo en esta vida
vanidades.
Sucesión
Quién profanará la sequedad
de la tierra que resguarde
mi esqueleto
¿seré parte de su osario
brillarán mis huesos
bajo el suelo santo
o enraizarán en ellos
mangiferas oscuras
cuya fronda favorezca
al hacha?
tal vez en mi cráneo
encuentre alguien la razón
uno no sabe
para seguir con mi legado
cazacangrejos
esos animales
imbatibles
que dejan la huella
de sus pinzas
no sólo en nuestra carne
sino también en la memoria
calcificada.
*Los poemas aquí reproducidos pertenecen a Osario (Editorial Pre-Textos, España, 2023), libro de Jorge Andrés Medina (Caracas, 1989), con el que obtuvo el Premio de la XLIV Edición de Poesía Arcipreste de Hita. Desde 2017, Medina reside en Alicante, España.