Papel Literario

Poemas de Hans Magnus Enzensberger (1929-2022). Traducción y presentación de Geraldine Gutiérrez-Wienken

por Avatar Papel Literario

(1957)

Defensa de los lobos frente a los corderos

¿Debe el buitre comer nomeolvides?

¿Qué le piden al chacal,

que mude la piel del lobo? ¿Que

se arranque los dientes?

¿Qué no les gusta

de los Politruks y de los Papas,

que miran tan tonto más allá de la ropa

en la pantalla de la mentira?

¿Quién le cose al General

la franja de sangre en su pantalón? ¿Quién

descuartiza el capón delante del usurero?

¿Quién se cuelga orgulloso la cruz de hojalata

delante del ombligo gruñón? ¿Quién

se lleva la propina, la plata,

el céntimo de silencio? Hay

muchos robados, pocos ladrones; ¿quién

los aplaude, quién

les pone las insignias, quién

ansía la mentira?

Mírense en el espejo: cobardes,

rehuyendo al agobio de la verdad,

aborreciendo el aprendizaje, el pensamiento

rindiéndose ante los lobos,

el aro de la nariz, su más fiel adorno,

ningún engaño es tan tonto, ningún consuelo

tan económico, cada soborno

es para ustedes demasiado indulgente.

Oigan, corderos, las hermanas son,

comparadas con ustedes, las cornejas:

ustedes se ciegan unos a otros.

Hermandad reina

entre los lobos:

van en manada.

Alabados sean los bandidos: ustedes,

incitando a la violación

se lanzan al lecho perezoso

de la obediencia. Aún lloriqueando

mienten. Destrozados

quieren ser. Ustedes

no van a cambiar el mundo.

(1964)

Noticiero vespertino

Masacre por un puñado de arroz,

oigo, a diario para cada uno

un puñado de arroz: fuego de tambores

en escuálidas cabañas, difuso

oigo eso durante la cena.

En las tejas glaseadas

oigo danzar los granos de arroz,

un puñado durante la cena,

granos de arroz en mi tejado:

la primera lluvia de marzo, muy clara.

(1964)

Los desaparecidos

para Nelly Sachs

No se los tragó la tierra. ¡Fue el aire!

Son numerosos como la arena, pero en arena

no se convirtieron, sino en nada.  En masa

fueron olvidados. A menudo y de la mano

como los minutos. Son más que nosotros,

sin embargo, sin recuerdo. No registrados,

ilegibles en el polvo, desaparecidos

sus nombres, cucharas y suelas.

No se arrepienten de nosotros. Nadie puede

recordarlos. ¿Nacieron,

huyeron, murieron? Nadie los ha echado

de menos. No tiene costuras

el mundo pero se mantiene junto

por lo que no lo alberga,

por los desaparecidos. Están en todas partes.

Sin los desaparecidos no habría nada aquí.

Sin los refugiados nada sería sólido.

Sin los olvidados nada cierto.

Los desaparecidos son justos.

Así nos desvanecemos también.

(1971)

La casa vacía

¡Ay duele la mancha de agua en la cocina

la regadera doblada

y el trineo en el sótano!

El noble cuaderno del 36

los vinilos de tango rayados

las cajas de zapatos llenas de cartas de amor

¡duelen, duelen, duelen!

Todo está en sordina

Una enorme retrospectiva

Solo cuando el tranvía pasa

tiemblan los vidrios

Muertos o vivos

miramos por encima de la cerca del jardín

desde la ventana

La cafetera

con el jadeo partido

no nos espera

Entre las noticias sobre el nivel del agua

y el reportaje deportivo

el disc-jockey pone

en mi cabeza

un disco viejo

Ya no estamos aquí

Botella retornable

palabra de trueno

En el polvo yace

la plancha de hierro

y proclama

la paz eterna

Hasta que llega el buldócer

(1971)

El poder de la costumbre

La costumbre erra bien

Christian Fürchtegott Gellert

I

La gente corriente normalmente no tiene

nada de sobra para la gente corriente.

Y al revés.

A la gente corriente le parece inusual,

que se le tilde de inusual.

Pues ha dejado de ser gente corriente.

Y al revés.

II

Que uno se acostumbra a todo,

a eso nos acostumbramos.

Eso se suele llamar

proceso de aprendizaje.

III

Es doloroso

cuando el dolor de costumbre demora.

¡Qué cansino es el ánimo vivaz

de su viveza!

El hombre sencillo cree p. ej. que es difícil

ser un hombre sencillo,

mientras aquella compleja personalidad

salmodia sus complejidades

como una monja el rosario.

Por todas partes esos eternos principiantes

que hace tiempo están en las últimas.

IV

A lo nunca visto

estamos acostumbrados.

Lo nunca visto

es un derecho habitual.

Un animal de costumbre

atina con la esquina acostumbrada

de un delincuente habitual.

Un inaudito acontecimiento.

La mierda habitual.

Los clásicos estaban acostumbrados

a escribir novelas sobre eso.

V

Suave descansa la costumbre del poder

sobre el poder de la costumbre.

(1983)

El acuerdo

Entre nosotros está el hombre bienhechor.

Se esfuerza. Todos se molestan

con él. Está de acuerdo

con los molestos, absolutamente de acuerdo.

Pero eso es lo que pasa. Entonces bien,

si no hay otra manera, digamos,

ponte de acuerdo con nosotros,

pero por favor no del todo, por favor no

siempre, por favor no de inmediato.

El hombre bienhechor duda

un momento y dice: tienen razón.

Dice, disculpen, dudé.

Eso quizá no estuvo bien. Nos pide

comprensión. Nos vuelve locos.

Sabe que es él

el que nos vuelve locos. Vete

le decimos. Se queda parado bajo la puerta

y dice jadeando: de acuerdo.

Enzensberger

Hans Magnus Enzensberger nace el 11 de noviembre de 1929, en Kaufbeuren. Considerado uno de los intelectuales alemanes más influyentes del período de posguerra hasta nuestros días. Poeta y periodista vehemente, además de editor y traductor. Fundador de las legendarias revistas de literatura Kursbuch (1965) y TransAtlantik (1980). Publicó bajo los seudónimos Andreas Thalmayr, Linda Quilt, Elisabeth Ambras, Giorgio Pellizzi, Benedikt PfaffTre, visa Buddensiek, así como Serenus M. Brezengang. Gracias a Enzensberger fueron traducidos al alemán numerosos escritores latinoamericanos y publicados en editoriales como Suhrkamp e Insel Verlag, entre ellos, García Márquez, Cortázar, Carpentier, Vallejo y Borges.

Enzensberger fue actor y observador de la sociedad en la que vivió, prueba de ello son sus numerosos textos y ensayos sobre poesía, política y periodismo. Su poesía es precisa, abundante en pensamiento y portadora de una moral à la Enzensberger: sin ningún viso de radicalismo. En 1957, luego de publicar su primer libro de poesía Verteidigung der Wölfe gegen die Lämmer (Defensa de los lobos frente a los corderos), escribe en una monografía lo que definirá su carrera, de modo programático, como ciudadano y escritor:

«La industria cultural forma parte de nuestra realidad. En lugar de criticarla con educación, hay que explorar sus leyes. Escritores y lectores tienen motivos suficientes para prestar atención a los medios de comunicación modernos. Y siempre y cuando sean algo más que escritores y lectores, siempre y cuando se sientan realmente responsables del estado anímico de su presente, deben exigir influencia sobre estos medios, la radio, la televisión y el cine».

En 1956 la radio había emitido su ensayo Die Sprache des Spiegel (El lenguaje del Spiegel) en el que analiza el lenguaje de la destacada revista alemana Spiegel (Espejo). Recibió numerosos reconocimientos, entre los que se destacan el Premio Georg Büchner, el más alto reconocimiento de las letras alemanas, en 1963, convirtiéndose en el poeta más joven en obtener dicho premio. En 1985 recibió el Premio Heinrich-Böll, en 1997 el Premio de Ensayo Ernst-Robert-Curtius y en 2002 el Premio Ludwig-Börne. Su obra comprende ensayo, prosa, poesía, drama, radioteatro, libros infantiles, películas y traducciones (César Vallejo, Pablo Neruda, William Carlos William, Franco Fortini, Molière, Lars Gustafsson, Charles Simic, Shakespeare, García Lorca, Diderot, Stanley Moss, Antoine de Saint-Exupéry, etc.).

Hans Magnus Enzensberger murió el 24 de noviembre de 2022, en Múnich.