(1957)
Defensa de los lobos frente a los corderos
¿Debe el buitre comer nomeolvides?
¿Qué le piden al chacal,
que mude la piel del lobo? ¿Que
se arranque los dientes?
¿Qué no les gusta
de los Politruks y de los Papas,
que miran tan tonto más allá de la ropa
en la pantalla de la mentira?
¿Quién le cose al General
la franja de sangre en su pantalón? ¿Quién
descuartiza el capón delante del usurero?
¿Quién se cuelga orgulloso la cruz de hojalata
delante del ombligo gruñón? ¿Quién
se lleva la propina, la plata,
el céntimo de silencio? Hay
muchos robados, pocos ladrones; ¿quién
los aplaude, quién
les pone las insignias, quién
ansía la mentira?
Mírense en el espejo: cobardes,
rehuyendo al agobio de la verdad,
aborreciendo el aprendizaje, el pensamiento
rindiéndose ante los lobos,
el aro de la nariz, su más fiel adorno,
ningún engaño es tan tonto, ningún consuelo
tan económico, cada soborno
es para ustedes demasiado indulgente.
Oigan, corderos, las hermanas son,
comparadas con ustedes, las cornejas:
ustedes se ciegan unos a otros.
Hermandad reina
entre los lobos:
van en manada.
Alabados sean los bandidos: ustedes,
incitando a la violación
se lanzan al lecho perezoso
de la obediencia. Aún lloriqueando
mienten. Destrozados
quieren ser. Ustedes
no van a cambiar el mundo.
(1964)
Noticiero vespertino
Masacre por un puñado de arroz,
oigo, a diario para cada uno
un puñado de arroz: fuego de tambores
en escuálidas cabañas, difuso
oigo eso durante la cena.
En las tejas glaseadas
oigo danzar los granos de arroz,
un puñado durante la cena,
granos de arroz en mi tejado:
la primera lluvia de marzo, muy clara.
(1964)
Los desaparecidos
para Nelly Sachs
No se los tragó la tierra. ¡Fue el aire!
Son numerosos como la arena, pero en arena
no se convirtieron, sino en nada. En masa
fueron olvidados. A menudo y de la mano
como los minutos. Son más que nosotros,
sin embargo, sin recuerdo. No registrados,
ilegibles en el polvo, desaparecidos
sus nombres, cucharas y suelas.
No se arrepienten de nosotros. Nadie puede
recordarlos. ¿Nacieron,
huyeron, murieron? Nadie los ha echado
de menos. No tiene costuras
el mundo pero se mantiene junto
por lo que no lo alberga,
por los desaparecidos. Están en todas partes.
Sin los desaparecidos no habría nada aquí.
Sin los refugiados nada sería sólido.
Sin los olvidados nada cierto.
Los desaparecidos son justos.
Así nos desvanecemos también.
(1971)
La casa vacía
¡Ay duele la mancha de agua en la cocina
la regadera doblada
y el trineo en el sótano!
El noble cuaderno del 36
los vinilos de tango rayados
las cajas de zapatos llenas de cartas de amor
¡duelen, duelen, duelen!
Todo está en sordina
Una enorme retrospectiva
Solo cuando el tranvía pasa
tiemblan los vidrios
Muertos o vivos
miramos por encima de la cerca del jardín
desde la ventana
La cafetera
con el jadeo partido
no nos espera
Entre las noticias sobre el nivel del agua
y el reportaje deportivo
el disc-jockey pone
en mi cabeza
un disco viejo
Ya no estamos aquí
Botella retornable
palabra de trueno
En el polvo yace
la plancha de hierro
y proclama
la paz eterna
Hasta que llega el buldócer
(1971)
El poder de la costumbre
La costumbre erra bien
Christian Fürchtegott Gellert
I
La gente corriente normalmente no tiene
nada de sobra para la gente corriente.
Y al revés.
A la gente corriente le parece inusual,
que se le tilde de inusual.
Pues ha dejado de ser gente corriente.
Y al revés.
II
Que uno se acostumbra a todo,
a eso nos acostumbramos.
Eso se suele llamar
proceso de aprendizaje.
III
Es doloroso
cuando el dolor de costumbre demora.
¡Qué cansino es el ánimo vivaz
de su viveza!
El hombre sencillo cree p. ej. que es difícil
ser un hombre sencillo,
mientras aquella compleja personalidad
salmodia sus complejidades
como una monja el rosario.
Por todas partes esos eternos principiantes
que hace tiempo están en las últimas.
IV
A lo nunca visto
estamos acostumbrados.
Lo nunca visto
es un derecho habitual.
Un animal de costumbre
atina con la esquina acostumbrada
de un delincuente habitual.
Un inaudito acontecimiento.
La mierda habitual.
Los clásicos estaban acostumbrados
a escribir novelas sobre eso.
V
Suave descansa la costumbre del poder
sobre el poder de la costumbre.
(1983)
El acuerdo
Entre nosotros está el hombre bienhechor.
Se esfuerza. Todos se molestan
con él. Está de acuerdo
con los molestos, absolutamente de acuerdo.
Pero eso es lo que pasa. Entonces bien,
si no hay otra manera, digamos,
ponte de acuerdo con nosotros,
pero por favor no del todo, por favor no
siempre, por favor no de inmediato.
El hombre bienhechor duda
un momento y dice: tienen razón.
Dice, disculpen, dudé.
Eso quizá no estuvo bien. Nos pide
comprensión. Nos vuelve locos.
Sabe que es él
el que nos vuelve locos. Vete
le decimos. Se queda parado bajo la puerta
y dice jadeando: de acuerdo.
Enzensberger
Hans Magnus Enzensberger nace el 11 de noviembre de 1929, en Kaufbeuren. Considerado uno de los intelectuales alemanes más influyentes del período de posguerra hasta nuestros días. Poeta y periodista vehemente, además de editor y traductor. Fundador de las legendarias revistas de literatura Kursbuch (1965) y TransAtlantik (1980). Publicó bajo los seudónimos Andreas Thalmayr, Linda Quilt, Elisabeth Ambras, Giorgio Pellizzi, Benedikt PfaffTre, visa Buddensiek, así como Serenus M. Brezengang. Gracias a Enzensberger fueron traducidos al alemán numerosos escritores latinoamericanos y publicados en editoriales como Suhrkamp e Insel Verlag, entre ellos, García Márquez, Cortázar, Carpentier, Vallejo y Borges.
Enzensberger fue actor y observador de la sociedad en la que vivió, prueba de ello son sus numerosos textos y ensayos sobre poesía, política y periodismo. Su poesía es precisa, abundante en pensamiento y portadora de una moral à la Enzensberger: sin ningún viso de radicalismo. En 1957, luego de publicar su primer libro de poesía Verteidigung der Wölfe gegen die Lämmer (Defensa de los lobos frente a los corderos), escribe en una monografía lo que definirá su carrera, de modo programático, como ciudadano y escritor:
«La industria cultural forma parte de nuestra realidad. En lugar de criticarla con educación, hay que explorar sus leyes. Escritores y lectores tienen motivos suficientes para prestar atención a los medios de comunicación modernos. Y siempre y cuando sean algo más que escritores y lectores, siempre y cuando se sientan realmente responsables del estado anímico de su presente, deben exigir influencia sobre estos medios, la radio, la televisión y el cine».
En 1956 la radio había emitido su ensayo Die Sprache des Spiegel (El lenguaje del Spiegel) en el que analiza el lenguaje de la destacada revista alemana Spiegel (Espejo). Recibió numerosos reconocimientos, entre los que se destacan el Premio Georg Büchner, el más alto reconocimiento de las letras alemanas, en 1963, convirtiéndose en el poeta más joven en obtener dicho premio. En 1985 recibió el Premio Heinrich-Böll, en 1997 el Premio de Ensayo Ernst-Robert-Curtius y en 2002 el Premio Ludwig-Börne. Su obra comprende ensayo, prosa, poesía, drama, radioteatro, libros infantiles, películas y traducciones (César Vallejo, Pablo Neruda, William Carlos William, Franco Fortini, Molière, Lars Gustafsson, Charles Simic, Shakespeare, García Lorca, Diderot, Stanley Moss, Antoine de Saint-Exupéry, etc.).
Hans Magnus Enzensberger murió el 24 de noviembre de 2022, en Múnich.
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