Por GERALDINE GUTIÉRREZ-WIENKEN
I
El relato es corto. Cortísimo. El silencio de la naturaleza
se renueva como la sed. Es lo menos pasivo. Un
cántaro progenitor. Hombre sin paradero. Lo
dulce en antiguos bargueños. Indaga. Ellas y los
simulacros. Primero Perséfone. Luego dos cortos
susurros. Luego más Perséfone. Primero
más dulce. La exigencia de un sentido. Banalidad
y sed. Infinita sed de contar estrellas. Sin paradero
II
De los incendios en la grama nada percibimos
¿o sí? al comienzo demoramos en llamar. Nadie
respondía. El saltamontes
daba largos saltos y en la grama se perdía. La rama
seca hacía un ruidillo. También seco al des-
prenderse. Eran indicios. Movimientos
Al comienzo una mano cuida. La otra hace tiempo
contraste. Y nos nace un bosque de cabeza. ¿O no?
III
Indefensas se han ido las tragedias autoanexando
a c a n t o s pasivos bajo la sombra
toda una vida. La voz de tarde llamando a comer
La voz de la malanga. La voz acuática y su collar
de perlas. En una cajita turquesa, el relato. Corto
contundente. Una mañana común y corriente
Ese día anexo. El brillo de su ausencia. Quiero
ser piadosa con mis objetos. Y de una
se rompen estrellas y se (re)parten. Se rompen
estrellas y se (re)parten que la vida es sueño y
las hijas sueñan toda una vida. La vida entera
IV
Si oyes tu idioma en un bus no evadas
el ritmo que nos oprime. A esta hora
en la noche sin lámpara que ilumine
en dos termos un paño y un taburete
el desastre puede ser interpelado. Él
V
La tristura es corporal. Y una
lámpara en el mero medio de la lengua. El cielo
escindido del ginkgo biloba. Una
especie de rÍzoma / técnica familiar. Acaso ciudades
cartesianas imponen otro ritmo. De una
lo faltante venidero. El mero relato encara y
la lengua (de)mora en aves
del paraíso y filodendros. Mujeres
que a la sombra venden invisibles ramilletes de
lirios en un ánfora venida de otra parte
me contradirán y amaré dividirme. En una
doble. Extranjera
*Los poemas aquí ofrecidos son los cinco primeros de la colección titulada El silencio es una bailarina (Alción Editora, Córdoba, Argentina, 2021). Geraldine Gutiérrez-Wienken (1966) es poeta y traductora. Está residenciada en Alemania.
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