Por CARMEN LEONOR FERRO
La caja
Mi hermana había pedido que al morir
le pusieran un traje
que había comprado hacía tiempo en un mercado de Venecia
una prenda hecha de retazos zurcidos en seda oscura
lo usaba en ocasiones especiales
cuando empezó a intuir que moriría
pidió el vestido
imaginó con detalles cómo debía ser la escena
de un acontecimiento que sabía inapelable
aquel día en la iglesia
aguardaba la caja
la cubría un camisón azul tierra
de tela almidonada con botones
alguien al parecer
lo eligió sin sospechas
entre la ropa apilada
en el armario
*
Apenas me atrevo
a entreabrir
el cofre
donde conservaba sus fotos
allí he guardado documentos
el pasaporte italiano
papeles de familia
*
Coloco la cajita frente a mi cama
camino hacia la puerta
repito un ejercicio de indiferencia voluntaria
la rondo
una mancha indefensa
sugerida en el paisaje del cuarto
retengo el impulso de escarbar
*
Mi madre no reza
también ha perdido las blasfemias
exhala un vaho incierto
que va y viene
*
Huye de esa penumbra
pienso
después me las veo con la mía
la cortejo
la ausculto
de reojo
*
Sale tanto
de esas cuatro tablas
de antiguos tabacos
*
Llueve en el cementerio
los varones
cargan la caja
en sus espaldas
los árboles resisten
ráfagas de brisa
nosotros
en cambio
nos balanceamos
la humedad nos llega hasta los huesos
un viejo amigo se acerca
con un manuscrito en las manos
la tinta se expande sobre las hojas
su mirada se agita
quizás ha bebido
yo abrazo los papeles
mojados
los paraguas
intentan una escenografía
*
Hay una grave tarea
en digestión
su reino no es de este mundo
una mano trabaja
noche y día
para aliviarla
*
Con miedo
aproximo el oído
al foso
de donde sale un hacha
*
De noche
se transparenta
la luz puede atravesarla
un detalle
que los vivos no advierten
*
Mira a su alrededor
como si aún perteneciera
*
Solo podemos encontrarnos en la penumbra
donde estás haciendo
un transbordo
¿cuánto tiempo vas a quedarte allí?
¿me esperarás hasta que amanezca
sin marcharte?
hasta que me fortalezca
y pueda asomarme sin miedo
*
No es necesario
inventar palabras
siente
su presencia insonora
*
Ha cambiado el viento
¿lo ves?
se han movido los papeles
sobre el escritorio
*
No llores
estás en casa
*
Acércate al foso
abre el cofre
llega al apartamento
separa las puertas del armario
escarba en la ropa
busca en los gabinetes
desordena los papeles amontonados
separa el sofá de la pared
haz a un lado la colcha
mira la luz que se trasluce en los cristales de la ventana
saluda a la ardilla
que te sonríe
desde las ramas
*
Bastan pocos minutos al principio
después podrás permanecer
más tiempo,
cuando el hábito se haga a tu medida
y finjas entender la premura
no te sorprenderá aquella parte de la historia
que de alguna forma esperabas,
perdonarás a los que pronuncien tu nombre
y acaso la oscuridad
no dañe más tu pupila abierta
*
Está todo tan sobreentendido
en la hermandad
me despierta
una interrogación tras otra
dudas que nunca expresamos
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