Apóyanos

Poemas de Carlos Iván Padilla

    • X
    • Facebook
    • Whatsapp
    • Telegram
    • Linkedin
    • Email
  • X
  • Facebook
  • Whatsapp
  • Telegram
  • Linkedin
  • Email

Por CARLOS IVÁN PADILLA

 

Baltimore

 

I

 

.

 

 

II

 

Hojarasca nocturna

qué guarda

tu quietud.

 

 

III

 

Arriba el peregrino

su entrada es un graznido

que anuncia.

 

 

IV

 

Crepúsculo cobrizo

aroma dulce del rojo

se abren las calles de la noche

las raíces surgen al quiebre de la piel

a Baltimore se le ven las venas.

 

 

V

 

Ya baja el peregrino

de un carro que se marcha tirado por espigas

(jadean las espigas mientras marchan

porque no queda nada en la cuenca de la tarde)

los párpados del sol se cierran a un aroma

un arrullo vigila el temple de Baltimore

 

Ya baja el peregrino

de un carro que se marcha tirado por espigas

(sucumben las espigas mientras marchan

porque el aire no se muestra)

mece sus alas el aroma

respira el suelo de Baltimore

 

 

VI

 

Cadenas en las calles de Baltimore

aceras envueltas en hiel

savia de árboles corruptos

techo funesto en constante hastío

techo funesto de hojas     Baltimore

arrullo de miel infante que mece la memoria

mece las pestañas al rojo latir del cielo

estigmas las patas de jaurías que pasean

secretas jaurías de hálito

fuimos los canes mejores

en la infame Baltimore

pináculo techo o cumbre

no te acerques a su falta

cuidado Baltimore

te rondan

victoria tuya bajo los ojos de Niké

te acecha el Susto, el Bronco,

tres heraldos negros como el canto

y sus nueve vástagos caídos de los árboles

tu historia te delata Baltimore

fuimos los canes mejores

ahora ardemos

dulces

en la puesta.

 

 

VII

 

Piel gris que embelesa

atiende mi visita con tu sangre

con tu extraño olor a desconsuelo

hojarasca nocturna qué guarda tu quietud

qué guarda tu arrebol

¿una familia lejana?

¿una memoria ajena?

una historia que no es mía  pero llama

llama y canta un arrullo que no cesa

mi apellido entre tus ramas

mi apellido cien veces

y mi nombre al menos tres

no te nombro entonces  Baltimore

no te nombro y te protejo

no te nombro entonces Baltimore y te cuido

cuido de tus hijos  cultivo sus voces

te añoro Baltimore te añoro

sufro tu letargo tu desnudez

inquiero tu aroma rojo en letanías

anhelo tu piel gris

tu hojarasca

tardes sin el fruto amargo

Baltimore arrullo

arrullo tenue

arrullo ocre

méceme en las alas de tu aroma

jadeo y sucumbo porque fallo

en seguir viviendo entre tus venas

fallo

y te nombro.

 

VIII

 

Dónde queda padre tu casa 

si no hay lugar en Baltimore que no habite el silencio 

y tú la nombras padre la nombras 

y la olvidas

 

Baltimore calla

a la espera de quien calle y se quede

 

te he nombrado Santa mía

la casa se muestra

 

(Mi casa hijo queda

en el conticinio

justo en el medio

donde el nido tienta)

 

Un arrullo huele a rojo

se toca una hoja seca

hay en Baltimore un visitante

y ha dejado de existir.


*Los poemas aquí ofrecidos pertenecen al libro Cantos de chicharra (Dcir Ediciones, Caracas, 2019). Carlos Iván Padilla (1993) es poeta y cuentista, ganador del premio poesía 2016 para autores inéditos de Monte Ávila Editores y Premio de Poesía Rafael Cadenas 2018 para autores jóvenes.

El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!

Apoya a El Nacional