Por ALEXIS ROMERO
ruego
quietud
mantente despierta
me quedo sin columnas
cuando de tus ojos se marcha la luz
un día sin tu invasión
es un dátil podrido en la plegaria
envía el halcón que rasga lo falso
no el otro que muere en el destello
sino el que observa los sueños
donde un hombre debe llorar
encárgale la fragilidad de mis hombros
para que me invada tu ajena altura
cerca de bizancio
reza en el resto de piedra
cada una de sus cuadrículas habla
con la fuerza del testigo de un crimen
sobre la efectividad de una jaula como tumba
para un vuelo cuya vida la consumió
el canto de un pájaro odiado por la infancia
eso leemos cuando nos topamos
con alguna piedra de Bizancio
y no dudamos de su veracidad
porque las piedras serán siempre
más agradecidas con el destino
perforación del paladar dijo lacan
con la simple palabra
guayaba
no suceden versos
con la simple
palabra
apenas
gusanos
y algún llanto de semilla
con sentido de coágulo
metástasis de la forma
y si estos pezones
jamás fueron tocados
o al menos contemplados
por el temblor de un labio
por qué tanta luz y belleza
en las aguas que los limpiaron
un poema frío
a José Emilio Pacheco, in memoriam
aniquilé los argumentos de las flores
repetí las causas del tedio en el tallo
podríamos usar este ejercicio
como certeza o ley de la vida
el ángel frío dice
la repetición destruye la razón
si ello es un beneficio
qué hago con los decretos del afecto
invoqué tu promesa a los muros
insistí en las líneas de los horizontales
hablé con las piedras que nunca han sido camino
con los restos del polvo sin metáfora
con el otro donde yace la imagen
hice versículos con tus sentidos
puse mis larvas en el tiempo
pero sólo creció tiranía
en los ángulos donde retoza lo tranquilo
y las razones parten
excitación
entregarte como te gusta
por lo visto exige un delicado
y ceremonioso acicalamiento
ahora entiendo la caída de los reinos
cuando he presenciado los cuerpos de mis padres
jamás se acicalaron para recibir
ese brillo que acosó sus seguridades
te encantaban los dos cuerpos
el de mi padre
el de mi madre
te excitas con ambos
pequeña muerte
coloquio sobre las galaxias
tributo a la comunidad de grietas
desde el lugar donde mueren mis fuerzas
después de viajes y viajes
para poblarme de conquistas y pequeñas sumisiones
en contraste con las victorias y glorias de los fundadores de estos parajes
cuyos nombres son las brozas de grandezas engañadas
cómo pagué tanto y cedí inocencia
para llegar hasta aquí
a escuchar cómo nos volvemos escombros
soñé el presentimiento
la llegada de los cascos muriendo o brindando
la parálisis de la esperanza
apenas penetrara un golpe
con la parte salvaje de la mano
aquí la historia de lo que pudo haber sido
cuerpos de tiempo y asma
un blues de Clapton y la guitarra desafinada
de un hombre en la entrada del museo de animales perdidos
donde exhiben cómo llegamos
a esto que piensa ama recuerda y destruye los muelles de la memoria
y la cumbre del soplo que mañana a la hora en que la noche es inocente
llenará de galaxias nuestras sobras ayer majestades
*Los poemas aquí publicados pertenecen al libro La inclinación, publicado por Fundación La Poeteca, Caracas, 2021.