Por JOSÉ ANTONIO PARRA
El poemario de Adriana Gibbs (Caracas, 1966), Doble viaje (2018), que recién publica el sello Oscar Todtmann Editores es un texto pleno de preciosismo. En la poesía de esta autora se observa tanto una dimensión íntima como una mirada profunda y reflexiva a la cotidianidad. Ese es quizá el gran logro de este trabajo; hacer confluir honduras existenciales con la vivencia del día a día.
Se nota, además, una aproximación sumamente hermosa a la constelación de lo amoroso con ciertos matices eróticos, del deseo, del desamor y del cortejo en general. Esta aproximación está elaborada sobre atmósferas que en muchos casos están referidas a lo urbano. Hay en estos registros una doble perspectiva en el sentido de que se ve por un lado una constelación del amor naif y por otra parte hay un cierto tono transgresor en algunos pasajes.
Asimismo, en Doble viaje hay la impronta propia de las tendencias estilísticas de la lírica de los años noventa. No podía ser de otro modo puesto que es en esa generación y en sus referentes propios donde está inscrita parte de la experiencia vital y de la obra de Adriana Gibbs. Oportuno entonces citar un poema de Doble viaje para observar algunos de los aspectos que hemos mencionado:
“Adriana teme a la oscuridad.
Se pone triste cuando duerme sueños tristes,
muestra mala cara llama a sus amigos
tengo mucho trabajo el día está gris.
Adriana llora a escondidas,
sus ojos no logran disimular.
Evita mirar el reloj,
comprobar lo tardío de las cosas.
Miedosa en la multitud
respira hondo en el metro
suelta las manos intenta relajarse.
Un abrazo puede salvarla de esos días
cuando lamenta no haber conocido a Jamís
ser una extranjera de sus ojos de su edad.
Adriana no quiere oír
canciones para los que se han separado”.
Puede verse en este poema un acercamiento múltiple a la realidad. Hay una serie de registros implícitos en él, al igual que en todo el poemario. De hecho, hay que decir que este libro está conformado por tres poemarios distintos que fueron compilados en una sola edición. De modo que el lector podrá percibir una gran cantidad de texturas que aportan mucha riqueza a la lectura de este trabajo. Muy importante, en tanto pieza introductoria, resulta el texto de Harry Almela al comienzo del libro. En él hay pistas de la experiencia por venir. Pertinente citar entonces un fragmento de este:
“La poesía de Adriana se inscribe de lleno en la dinámica moderna, precisamente por poner en duda el discurso de esta modernidad en el borde que somos como país. Esta modernidad busca entretenernos con sus cantos al progreso, a la moda, a la identificación personal con sus valores morales, a la velocidad, a la pretendida y frágil supremacía de lo lozano y de la frescura de la juventud (…). En estos libros, repujados con la fuerza de la paciencia, punto de equilibrio en la soga tendida sobre el abismo del tiempo personal, se ha venido construyendo una voz en el escenario de la poesía venezolana. Esta voz ha aprendido a decir su historia con modestia, temor y respeto ante el oficio de nombrar, asumiendo también el riesgo que implica tomar conciencia acerca del tiempo que pasa y la entidad que perdura, como bien lo supo y lo dijo el maestro Borges”.
La obra de Adriana Gibbs denota una gran riqueza interior. En ella está explícita una suerte de caleidoscopio de imágenes. Dicha riqueza es manifestación de la vida de esta autora. Ella es licenciada en Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello y magíster en Psicología Social en la Universidad Central de Venezuela. Es además periodista venezolana especializada en gastronomía, vinos y destilados, así como profesora en el Diplomado en Cultura del Vino y Spirits de la Universidad Metropolitana. Ha publicado también en poesía Parece otoño (La Liebre Libre, 1993) y De nunca despedirme (Comala.com, 2002). El primero resultó ganador en la Bienal de Poesía de Fondene.
Con Adriana Gibbs y su Doble viaje asistimos a un trabajo y una experiencia poética genuina y desenvuelta, una obra que ya suscita los mejores elogios.
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Doble viaje
Adriana Gibbs
Oscar Todtmann Editores
Caracas, 2018