Papel Literario

Los pasos recientes de Fran Camino

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Por SUSANA BENKO

Fran Camino es un artista que, en todas sus etapas, ha tenido entre sus objetivos mantener un alto grado de perfección en su obra escultórica en metal. Ello ha ocurrido desde su serie inicial titulada Espacios virtuales, que consistía en crear composiciones monocromas basadas en planos yuxtapuestos a otras series transicionales como Tubulares, Esferas metafísicas y Rectangulares. En todas, el corte de las láminas de hierro constituyó la práctica necesaria para dominar este medio y ello fue adquiriendo cada vez más importancia para así “doblegar” la dureza del material y llegar a formas curvas, aéreas y desenvueltas. Adicionalmente, logró consolidar una “gramática” del color, puesto que este, desde temprano, es uno de sus elementos expresivos protagónicos.

Ahora bien, con el tiempo, Fran Camino ha adquirido la densidad de un artista que busca explorar más allá de las soluciones formales. En este proceso, pasó de la abstracción a la figuración, y, actualmente, vemos una interesante vuelta a la abstracción bajo otro criterio.

Con las series de Serpentinas y Slinkys, presentes en esta exposición*, el artista mantiene su dominio técnico trabajando la línea y la forma con una clara connotación figurativa. Las Serpentinas, siendo tubulares —es decir, piezas tridimensionales—, se muestran como líneas vibrantes de color que “se desarrollan” en el espacio. Refieren a un contenido muy preciso: a lo festivo, expresado con la imagen de la serpentina, tiras de papel de colores vistosos muy utilizadas en nuestra cultura latinoamericana.

SPB 12 2020 / 120 x 73 cm. Hierro y pintura acrílica color naranja sólido | Fotografía: Cortesía del artista

Precisamente, la vinculación con el entorno cultural es uno de los objetivos subyacentes en esta importante etapa de la obra del artista. Un viaje a Nueva York en 2008 fue decisivo en la toma de conciencia acerca de la creación de una obra de arte que a la vez se constituya en “emblema cultural”. Ver obras de Jeff Koons, y de otros artistas norteamericanos, fue revelador. Este ‘encuentro’ le hizo reflexionar sobre el hecho de concebir una obra como imagen identificadora de una determinada realidad. La serpentina es un objeto de consumo popular, pero también funciona como metáfora del sentir festivo de una colectividad. De algún modo el artista refiere así a su “lugar de pertenencia”. Con esta serie se dio en Camino un proceso doble: a medida que estas esculturas iban adquiriendo mayor nitidez como ‘líneas en el espacio’, creció asimismo la necesidad de crear una obra que constituya una síntesis visual de un contenido cultural determinado: el nuestro.

Paradójicamente, estas piezas tridimensionales representan a un objeto bidimensional puesto que las serpentinas son de papel. Las hay monocromáticas o en combinación con otro color. En las Serpentinas recientes, Camino combina hasta tres y cinco colores, distribuidos en franjas —o líneas de color—. Para ello utiliza pintura sólida, sin transparencias ni matices, algunos claramente contrastados entre sí.

En Slinky la situación es inversa. Introduce aquí el cromado sin color al trabajar la línea en el espacio con criterio de máxima pureza y austeridad. Mantiene la referencia al juego tanto en piezas tridimensionales como bidimensionales en las que el volumen se ha suprimido. Con ello la línea y la forma son los elementos expresivos que pasan a ser las portadoras de sentido. Remiten de manera precisa a juguetes claramente identificados como son los Slinky.

Serpentina Nro. 41 2020 / Hierro entamborado y pintura acrílica violeta, amarillo, magenta y verde agua marina 48 x 128 x 37 cm | Fotografía: Cortesía del artista

Esta serie, por otra parte, ha desencadenado nuevas reflexiones. La concepción de la escultura como línea teniendo como soporte a la pared fue el punto de partida de una nueva serie: SBP (Serpentina bidimensional de pared). En esta nueva y más reciente etapa se producen dos interesantes situaciones: por un lado, la vuelta al color, probando nuevos pigmentos y buscando matices determinados. La línea sigue siendo un dibujo en el espacio, pero con una variante: es la línea informal, que se muestra como un garabato, un “tachón” de apariencia “informal” pero a la vez es una línea nítida, precisa, resultado de la técnica que el artista domina y aplica para el trabajo del metal.

Las líneas garabateadas podrían entenderse como una vuelta a la abstracción. Tal vez porque no se refieren a nada. O tal vez sí: a sutiles caligrafías o escrituras de contenido indescifrable.


*Exposición en la Galería Becerra Guzmán, Hotel Tamanaco, Caracas.