Por HERNÁN CASTILLO
Los militares no son para definir al Estado, son para defenderlo.
Richard Kohn
Según la tesis de Huntington no se puede afirmar absoluta y universalmente que el profesionalismo militar sea la variable clave para asegurar el control civil ya que no está demostrado históricamente para todos los casos. Además, el profesionalismo no parece ser en definitiva la garantía para impedir, limitar o incluso eliminar la politización de las Fuerzas Armadas y sus distintas formas de manifestación pretoriana. Se pueden encontrar situaciones en donde se presenten distintos niveles de profesionalización con diversos tipos de intervención militar en política, que pueden ir desde muy alto profesionalismo y politización hasta niveles muy bajos en las dos variables mencionadas.
Pero en cualquier caso, cualquier forma que cobren las relaciones entre profesionalismo militar y politización, atenta y va en detrimento de la institucionalidad y en contra del control civil. En América Latina la situación de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Perú, e incluso Venezuela últimamente, entre otros, es ilustrativa, sin mencionar numerosos casos en otras partes del mundo subdesarrollado. Así pues, tal como lo sostiene Finer, resulta insuficiente, para estas latitudes, explicar el control civil principalmente en términos de profesionalismo militar.
En vista del poder y las características de la actuación política de los militares venezolanos y la ausencia de un efectivo control civil, rigurosamente no se puede afirmar que las Fuerzas Armadas venezolanas hubiesen alcanzado altos niveles de profesionalismo ni tampoco hemos tenido control civil.
Ahora bien, si no hemos tenido un efectivo control civil y, sin embargo, los militares se han mantenido dentro del marco legal y constitucional hasta el punto, incluso, de que todos los alzamientos militares venezolanos después de 1958 fueron derrotados con los mismos recursos de la propias Fuerzas Armadas, entonces ¿qué tipo de militares hemos tenido en Venezuela? En relación con la situación venezolana, los parámetros teóricos de Perlmutter, a pesar de que él no examina en detalle nuestra situación, parecen ofrecer argumentos para intentar la siguiente explicación: una vez que el pretorianismo fracasa en el gobierno militar entre 1948-1958, hemos tenido a unos militares pretorianos en estado latente o potencial; y un ejército árbitro (Perlmutter 1977). Es decir, la dirigencia política civil permitió la existencia de unas condiciones propicias para que el pretorianismo latente se desarrollara, tal como efectivamente ocurrió, luego del triunfo electoral del teniente coronel Hugo Chávez. O sea, compartimos el planteamiento teórico de Irwin, el cual sostiene que luego de 1958 la dirigencia política civil venezolana pretendía saber sobre relaciones civiles y militares y control civil, cuando en realidad lo ignoraba y fue incapaz de manejar esa problemática.
El acuerdo de mutuo interés, no escrito, entre la alta dirigencia de AD y COPEI y los altos mandos castrenses, suponía estar en capacidad de controlar favorablemente el siempre presente potencial político protagónico del sector castrense criollo (Irwin 2003a: 203).
Recordemos que Perlmutter considera a los ejércitos como el principal instrumento de poder pretoriano y los clasifica en árbitros y gobernantes, así tendríamos entonces que nuestra institución castrense se ha comportado históricamente como un ejército pretoriano tipo árbitro; es decir, que se perciben, a sí mismos, como no preparados para ejercer la conducción política del Estado directamente, mientras que los ejércitos pretorianos tipo gobernantes en cambio sí se perciben a sí mismos como preparados para ejercer la conducción política del Estado. Pero en el caso venezolano actual, aunque los militares con el socialismo militar bolivariano del siglo XXI, se perciben a sí mismo como no preparados para asumir el Estado en su totalidad y en nombre de las Fuerzas Armadas, han invadido y tomado masivamente las posiciones claves del Estado, apoyados por la inveterada intervención cubana en la política interna.
Ahora bien, si se sigue el modelo teórico de Eric Nordlinger, (1977) hemos tenido en Venezuela un ejército pretoriano tipo moderador.
Es decir, aquellos que:
Constituyen un poderoso grupo de presión que ejerce un poder de veto sobre las autoridades civiles pero sin pretender ellos tomar directamente el poder político. Se caracterizan por ser conservadores, defensores del status quo, los civiles gobiernan pero el gobierno es supervisado por los militares (Irwin 2003: 40).
Pero, en lo fundamental, el liderazgo político civil venezolano no tuvo la capacidad, el interés, la voluntad, claridad política, consistencia conceptual y convicción doctrinaria, e incluso yo llegaría al extremo de afirmar que hasta no tuvo la necesidad de implementar un conjunto de mecanismos y técnicas para ejercer un efectivo control civil sobre el histórico potencial pretoriano de los militares venezolanos.
Actualmente la situación es tan extremadamente grave en Venezuela y el avance del pretorianismo ha alcanzado tan importantes niveles, que el propio Tribunal Supremo de Justicia, violando el artículo 328 de la Constitución, resolvió autorizar la intervención de los militares en actividades partidistas.
De tal manera que se puede afirmar que, en materia de relaciones civiles y militares venezolanas, luego del fracaso del pretorianismo gobernante del dictador Marcos Pérez Jiménez, la importante intervención política de los militares entre 1958 y 1998 y el gobierno del teniente coronel Hugo Chávez y luego Nicolás Maduro no hemos tenido subordinación y un efectivo control civil sobre los militares.
Luego de varios siglos de atraso institucional puede que el siglo XXI, que recién comienza, sea para Venezuela el siglo de la derrota definitiva del virus pretoriano y la supremacía final de la sociedad civil venezolana sobre los militares y sus instituciones armadas, a fin de que podamos resolver de una vez y para siempre, en palabras de José Gil Fortoul, “…el viejo conflicto entre el poder civil y el militarismo”.
Cedant arma togae
Cicerón
Referencias Bibliográficas
Libros:
Castillo, Hernán (2015) Militares, control civil y pretorianismo en Venezuela. www.amazon.com
Finer, Samuel E. (1969) Los Militares en la Política Mundial. Buenos Aires: Editorial Sudamericana.
Huntington, Samuel (1957) El Soldado y el Estado. Argentina: Grupo Editor Latinoamericano.
Irwin, Domingo G. (2000) Relaciones Civiles y Militares en el Siglo XX. Caracas: Ediciones El Centauro.
Irwin, Domingo G., Castillo, Hernán y Otros (2003) Militares y Sociedad en Venezuela. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello UCAB y Universidad Pedagógica Libertador UPEL.
Loveman, Brian (1999) Por la Patria. Delaware: SR Books.
Nordlinger, Eric (1977) Soldiers in Politics. Military Coups and Governments. Engleewood Cliffs, Nueva Jersey: Prentice Hall.
Perlmutter, Amos (1977) Lo Militar y lo Político en los Tiempos Modernos. Madrid: Colección Ediciones Ejército.
Romero, Aníbal (1986) “La Defensa Nacional y las Fuerzas Armadas”. La Miseria del Populismo. Caracas: Ediciones Panapo.
Artículos.
Bigler, Gene E. (1981) “La restricción política y la profesionalización militar en Venezuela”. Politeia. N° 10. Caracas: Instituto de Estudios Políticos, UCV.
Bigler, Gene E. (1982) “Profesional Soldiers and Restrain Politics in Venezuela”, Robert Wesson (compilador). New Military Politics in Latin America. New York: Praeger.
Castillo, Hernán y Ledezma Leonardo (2003) “Textos Angloamericanos sobre las Relaciones Civiles y Militares Venezolanas”. Militares y Sociedad en Venezuela. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello UCAB y Universidad Pedagógica Libertador UPEL.
Irwin, Domingo G. (2000) “Una visión histórica del conjunto sobre las relaciones políticas entre los civiles y los militares venezolanos en el siglo XX”. Research and Education in Defense and Security Studies REDES, Washington, DC: Center for Hemispheric Defense Studies CHDS.
Straka, Tomás (2003) “Guiados por Bolívar. López Contreras, bolivarianismo y pretorianismo en Venezuela”. Tiempo y Espacio. UPEL-IPC, Julio-Diciembre 2003. Volumen XX, pp.19-52.
- Los militares venezolanos y la tentación pretoriana (1/3)
- Los militares venezolanos y la tentación pretoriana (2/3)
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