Por LUCY FARIÑA
La inmortalidad ha sido tema de discusión y alabanzas desde tiempos inmemoriales. Desde las primeras generaciones de humanos a Heródoto con la “fuente de la juventud” y, actualmente, estudios científicos que plantean la posibilidad de ser inmortal, entre muchos otros ejemplos.
Esta idea de inmortalidad es especialmente famosa entre los transhumanistas (1); uno de ellos, José Luis Cordeiro, quien junto a David Wood y Aubrey de Grey (prologuista) escribió La muerte de la muerte, un ambicioso libro que expone cómo podría alcanzarse la inmortalidad, planteando la posibilidad de que para el año 2045 sea descubierta la “cura” del envejecimiento, considerada por estos una enfermedad que tendría remedio, proponiendo un escenario donde la muerte sería opcional para entonces.
“La vida apareció para vivir, la vida no apareció para morir” es una frase remarcable dentro del libro. Esto, seguido de una explicación científica sobre bacterias de reproducción simétrica que no envejecen y otras de reproducción asimétrica que sí, son argumentos de por qué la vida, desde un principio, no nació para morir. En el libro hay un gran respaldo científico; explicaciones laboriosas y un considerable registro de avances tecnológicos que defienden la plausibilidad de la inmortalidad.
Los autores señalan que el término correcto sería “amortalidad” y no inmortalidad, dado que se podría morir por causas accidentales o inducidas, pero no por causas naturales. Sin embargo, utilizan el término inmortalidad empleado en el campo médico.
Definen la inmortalidad como el “primer gran sueño de la humanidad”. Alegan que los rituales desde los Homo sapiens sapiens buscaban perpetuar la vida, a consciencia de la muerte. Además, ejemplifican los rituales funerarios egipcios, que tenían como fin “ayudar al faraón a sobrevivir al inframundo y asegurar su resurrección”.
Pretenden, por otro lado, catalogar al envejecimiento como una enfermedad y considerar el Alzheimer, osteoporosis, hipertensión y otras, solo como síntomas de aquella. Buscan con esta visión que “la gente esté lo más sana posible durante el mayor tiempo posible” y eliminar así “el fatalismo de la etiqueta de ‘natural”.
Afirman que las personas, al vivir más, trabajarían por más tiempo, posponiendo la edad de jubilación y siendo más productivos para los países, rebajando el costo de las ayudas médicas para personas mayores. Este planteamiento, sin embargo, requiere asumir que las personas querrían trabajar por más tiempo o que se impondría una medida así.
Con tales planteamientos, surgen dudas de corte ético y filosófico: si no se puede morir de causas naturales, ¿aumentaría el índice de asesinatos y suicidios? ¿Habría de legalizarse la eutanasia en todo el mundo? ¿Qué sucedería en sociedades especialmente religiosas? ¿Qué sucedería con tiranos, narcotraficantes y asesinos al saberse inmortales? ¿El Derecho habría de regular la inmortalidad?
El cambio de lo único que ha sido seguro desde el origen de la vida en la Tierra, la muerte, supondría un gran impacto en la moral de la población mundial. Además, no se sabe con certeza lo que hay después de la muerte. “La esperanza de que luego de esta vida hay algo más, que nos espera algo mejor, en el cual las personas que vivieron de modo tal que no hayan descuidado el perfeccionamiento de su alma, podrán disfrutar de una felicidad eterna” (2). Como bien aparece en Diálogos de Platón – Apología de Sócrates: “(…) En efecto, nadie conoce la muerte, ni sabe si es el mayor de los bienes para el hombre”.
Proponer la inmortalidad es, además, una idea contra natura. Por más que existan bacterias capaces de reproducirse sin envejecer también existen las células que se reproducen y envejecen. Estas últimas, en condiciones ideales, podrían no envejecer. Pero lo cierto es que ningún humano en la historia de la humanidad ha nacido con dichas condiciones propicias, por lo que lo inherente a la vida sería la muerte. Y plantear, además, que el envejecimiento es una enfermedad, nos haría potencialmente enfermos a todos; pondría en un estado fáctico de enfermedad a todas esas personas que por su edad son consideradas viejas, aunque no padezcan realmente ninguna enfermedad.
Cordeiro y Wood exponen también que es un gran deber moral y científico derrotar la muerte, que se consagra como un enemigo de toda la humanidad, causante del mayor sufrimiento de las personas. Esto supondría que aquellos quienes no estén de acuerdo con dicha causa, serían moralmente condenables.
Muchas de estas preocupaciones y dilemas éticos son tratados de soslayo en el libro. Afirman que hay que “mitigar las preocupaciones de la comunidad sobre si la extensión de la vida es ‘antinatural’ o ‘jugar a ser dios”; sin embargo, no explican cómo. Sugieren “evitar regañar al público general por ser ‘increíblemente estúpido’ en lo que respecta a la extensión de la vida” dejando entrever el concepto que se tiene sobre aquellos que no están de acuerdo con sus argumentos; entre otros “consejos” para ayudar a promocionar y justificar la idea de la inmortalidad.
El libro plantea un gran salto en el área científica, pero también un gran impacto moral y social. Esto último fue tratado de manera solo tangencial, concentrándose principalmente en el respaldo científico y tecnológico, sin tomar realmente en cuenta las consecuencias de eliminar la muerte natural. Su tesis supondría cambiar el curso de las creencias de la mayoría de la población mundial y las creencias de lo que es “natural”.
Cabe preguntarse si estos “avances tecnológicos” son siempre oportunos y beneficiosos para el ser humano. Pensar en el impacto social y moral no hace “estúpido” o ignorante a nadie, precisamente aquellos que se atreven a cuestionar y ser cuestionados son quienes permiten que haya verdaderas evoluciones y eso pasa por plantearse si es ético lo que estamos creando y lo que estamos consumiendo.
Referencias
1 Movimiento que propugna la superación de las limitaciones actuales del ser humano, tanto en sus capacidades físicas como psíquicas, mediante el desarrollo de la ciencia y la aplicación de los avances tecnológicos. Real Academia Española. (s. f.). Transhumanismo. https://dle.rae.es/transhumanismo
2 Sobre la Muerte y el papel que desempeña en la obra de J.R.R. Tolkien | TolkienPeru.org. (s. f.). Sociedad Tolkien Peruana. https://tolkienperu.org/editorial/35/sobre-la-muerte-y-el-papel-que-desempena-en-la-obra-de-jrr-tolkien