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La monarquía católica en la visión de Graciela Soriano

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La historia de las formas políticas va más allá del estudio de las constituciones o las instituciones en las sociedades políticamente organizadas, y constituye una línea de desarrollo inherente a la historia política. Sus antecedentes parten de la obra de Otto Hintze (1861-1940), en particular de sus estudios inconclusos sobre la historia constitucional y administrativa de los Estados modernos de la civilización occidental”

Por ELENA PLAZA

El 24 de octubre de 1996 Graciela Soriano dictó la Conferencia José Gil Fortoul en el salón de sesiones de la Academia Nacional de la Historia en Caracas. Tal cual lo reseña la página web de la Academia, se trata de una conferencia anual, ofrecida por un historiador de reconocida trayectoria, el último jueves del mes de octubre, con el fin de conmemorar un aniversario más de su fundación. La primera tuvo lugar en 1979 y, hasta nuestros días, ha habido 45 conferencistas. El título de la conferencia de la Dra. Soriano fue Un monstruo político ecuménico: la monarquía católica de los Austrias en la época moderna. El texto objeto de la conferencia fue publicado el mismo año en el Boletín número 316.

Se trata de un enjundioso y erudito estudio de la monarquía católica de los Austrias realizado desde la perspectiva de la historia de las formas políticas. Por historia de las formas políticas entendemos el estudio, en las sociedades en las cuales existe un orden político determinado, de las estructuras que se desarrollan como resultado de las relaciones de poder y autoridad (Planchart, M.E., Historia de las formas políticas. Definición y delimitación de su área de estudio. Caracas, mimeo, s.f.).

La historia de las formas políticas va más allá del estudio de las constituciones o las instituciones en las sociedades políticamente organizadas, y constituye una línea de desarrollo inherente a la historia política. Sus antecedentes parten de la obra de Otto Hintze (1861-1940), en particular, de sus estudios inconclusos sobre la historia constitucional y administrativa de los Estados modernos de la civilización occidental, y de sus estudios comparativos de las instituciones políticas y sociales del mundo cristiano occidental. Esta perspectiva histórica fue particularmente influyente, tanto en Graciela Soriano como en su esposo y gran compañero intelectual, Manuel García-Pelayo. En el caso de este último el cultivo de la historia de las formas políticas fue producto de un largo proceso de maduración intelectual, y de la importancia que tuvo en su obra la conciencia de la historicidad del pensamiento político y el estudio de lo social para comprender lo político (“Autobiografía intelectual”; en: Obras Completas, Vol.1). Durante su estadía en Venezuela García-Pelayo proyectó su trabajo desde el Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela y en sus contribuciones con la creación de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la misma Universidad. En el caso de Graciela Soriano en sus actividades como primera profesora de la materia del mismo nombre en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos; en sus seminarios en el Doctorado de Ciencias Políticas; en el Instituto de Estudios Políticos, todos de la UCV; en el Seminario de Historia Política de Iberoamérica, que coordinó desde la Fundación Manuel García-Pelayo en Venezuela; y, en distintas temporadas, en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de la ciudad de Madrid.

El ensayo que conformó la conferencia es largo, como dije más arriba enjundioso y erudito, tanto en la perspectiva histórico política como en el dominio de la historia de España. Está organizado de la siguiente manera:

1 Introducción. La Dra. Soriano nos ofrece un panorama general del proceso de staatsbildung (Hintze) en la historia de lo que después fue la España moderna; en particular, el reino visigótico y la península hispano-árabe, Iberia o Hispania según las denominaciones griegas o romanas respectivamente, utilizadas para “designar un ámbito geo histórico en el confín del mundo antiguo”, más cercano al ámbito africano que al resto de Europa, lo cual permitió que los árabes penetraran el territorio y se instalaran allí. (Soriano de García-Pelayo, G. “Un monstruo político ecuménico: la monarquía católica de los Austrias en la época moderna”, A.N.H., Boletín N° 316.).

Luego aborda los siglos de la reconquista que expresan la lucha contra el moro, pero, también, un proceso de convivencia y lenta transculturación como ocurrió en el siglo XIII, lo cual supuso “en los campos de Hispania, los modos de ser mozárabe (de cristianos en tierras de moros) o mudéjar (de moros en tierras de cristianos)” (Idem).

En el umbral de una nueva era, con el matrimonio de Isabel y Fernando, tuvo lugar el hecho de que dos reinos hegemónicos de la Península se integraran en una unión en la cual ambos conservaban su independencia jurídica política, pero, al mismo tiempo, daban lugar a una forma política compleja. La política dinástica de los Reyes Católicos condujo, al cabo de una generación, a integrar bajo un solo cetro, el de Carlos V, hijo de la reina Juana y Felipe de Austria (hijo del emperador Maximiliano), “el mayor número de territorios que hasta entonces se hubiera imaginado bajo una sola cabeza coronada” (Idem). A los extensos territorios imperiales se unieron los diversos reinos de las Indias, descubiertos bajo el auspicio de la corona de Castilla. El resultado fue un monstruo político ecuménico, la Monarquía Católica de los Austrias.

2 Los esquemas políticos. Por esto la Dra. Soriano entiende el clima intelectual y político de la península ibérica, en la cual se conjugaban la religión, el lenguaje y el derecho. Allí, el poder del monarca nunca fue absoluto y se concebía al Estado como un cuerpo místico, del cual el rey era la cabeza y los estamentos el cuerpo. La sociedad era entendida como un organismo cuyo vértice natural era el rey, quien había sido colocado por Dios, y su responsabilidad directa era ante él.  El rey estaba sometido al derecho natural y divino, y el poder del Estado había sido instituido desde la creación.

Carlos V conjugó dos complejos imperiales: el romano-germánico y el hispánico-ultramarino. El primero incluía la Corona de San Wenceslao (reino de Bohemia, marquesado de Moravia y ducado de Silesia), la Corona de San Esteban (Hungría), y los países austríacos (Alta y Baja Austria).  El segundo incluía la Corona de Aragón (Cataluña, Valencia y Aragón), la de Portugal, la de Castilla (incluidas las Indias), los Estados de Flandes, el reino de Nápoles y Sicilia y el ducado de Milán. En esa gran cantidad de territorios coexistían diversas formas políticas, pero, en general, lo que dominaba era la constitución estamental (dos instancias de poder, el rey y los estamentos) con “desigual y relativo desarrollo de la idea de Corona”. Desde el punto de vista institucional la Monarquía Católica se caracterizó por la conservación de las autonomías locales, siempre fieles a la Corona, y la sujeción de los Virreyes o Gobernadores a las autoridades de Madrid (Idem.).

3 Una monarquía compleja más no absoluta. El gobierno en esta monarquía se asentaba en dos sistemas institucionales provenientes de la antigua concepción medieval del “auxilio” y el “consejo”: las Cortes y los Consejos, respectivamente. En las primeras el rey, con su prerrogativa, actuaba en asamblea en una relación de paridad con los estamentos y sus privilegios. Eran centros, en los respectivos reinos, donde se tomaban decisiones de índole hacendística, militar y política. En los segundos se daba la administración y el gobierno efectivo en los distintos reinos. Se trató de un régimen poli sinodal en el cual existían numerosos tipos de consejos compuestos por individuos sabios y prudentes, escogidos para que se reunieran con la autoridad pública con el fin de tratar el bien común (Idem.). En ellos el rey escuchaba las distintas opiniones de los miembros y luego decidía por sí mismo. El consejo se legitimaba jurídicamente en el derecho divino, el natural y el de gentes, además de la costumbre. Fueron de muy variada índole, y nuestra autora distingue entre consejos consultivos, ejecutivos, territoriales, funcionales y puramente honorarios (Idem). Finaliza su disertación sobre los consejos deteniéndose en el Consejo de Indias.

El Consejo de Indias había sido concebido por Fernando el Católico hacia 1511, con el objeto de gobernar los dominios ultramarinos de la corona de Castilla. Su fundación efectiva se dio en 1524 por parte del rey emperador Carlos V. Esta institución se sumó a la ya existente Casa de Contratación de Sevilla, fundada en 1504. El Consejo de Indias se organizó como el resto de los consejos de la monarquía y estaba formado por un presidente, un canciller, ocho consejeros, un fiscal y dos secretarios. Contaba además con un cronista mayor, un cosmógrafo y un profesor de matemáticas. Residía y se reunía convocado por el rey donde estuviera la corte.

Debajo el Consejo de Indias actuaban, ya en territorio americano, los virreyes, capitanes generales, gobernadores y las audiencias. El cargo de virrey —alter ego del rey— tiene origen aragonés y los virreinatos americanos se organizaron a partir de la experiencia aragonesa y peninsular. El cargo comenzó a perder importancia y esplendor a partir de la dinastía de los Borbones.  En los territorios que no fueron sedes virreinales actuaron gobernadores y capitanes generales. Las audiencias fueron órganos de primerísima importancia en los dominios americanos, con amplísimas facultades de índole fiscal, jurídicas y políticas. Junto a estas instituciones políticas existió la Real Hacienda, trasposición del auxilium al rey expresado en el tributo.

4 Conclusión. La monarquía católica de los Austrias duró hasta la muerte del rey Carlos II de Austria a finales del siglo XVII (1661-1700). Como consecuencia se inicia la guerra de sucesión española, ganada por la casa de Borbón y el advenimiento de Felipe V al trono español. Con ello se impone una nueva concepción de la monarquía y una estructura política nueva. “Esa concepción no era ecuménica. Era moderna. Era estrictamente estatal. Era la concepción del dominio intensivo; de la centralización del poder; de la soberanía entendida al modo francés del monarca legibus solutus, cuyo poder aspiraba a ser y debía ser reconocido de manera homogénea en todos los rincones del reino. De un solo reino, o más bien de un solo Estado” (Idem). El término “colonia” para hacer referencia a los Reinos de Indias llegará de la mano de esa transformación.

Y con estas conclusiones termina el ensayo de Graciela Soriano sobre la Monarquía Católica. Queda el lector con una sensación de nostalgia ante la maravillosa evocación que hace la autora del tema de su conferencia.

***

La historia de las formas políticas ha sido la línea fundamental cultivada por la profesora Graciela Soriano en su larga trayectoria académica. El desarrollo de esta vocación la llevó a hacer importantes contribuciones a la historia política, al despliegue de una prolongada carrera docente, tanto en pre grado como en post grado, en Venezuela y en Madrid; a la formación de nuevos recursos humanos desde la Cátedra de Historia de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos y del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela; a la difusión de la historia política desde el Seminario de historia política Iberoamericana; y, finalmente, a una significativa obra de difusión histórica y constitucional desde la Fundación Manuel García-Pelayo. Somos varias las generaciones de docentes e investigadores formados a la luz de esa vocación.


Referencias bibliográficas

Soriano de García-Pelayo, Graciela. “Un monstruo político ecuménico: la monarquía católica de los Austrias en la época moderna; en: Academia Nacional de la Historia. Boletín, Caracas, Vol. 79, N° 316, (octubre-diciembre 1996), pp. 97-116.

De Gonzalo, Marisol. La historia de las formas políticas en Manuel García-Pelayo. Caracas, 1992, mimeo.

García-Pelayo, Manuel. “Autobiografía intelectual”; en: Obras Completas, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2009, 3 Vols.

García-Pelayo, Manuel. “La idea mítica de Corona”; en: Del mito y de la razón en el pensamiento político. Madrid, Revista de Occidente, 1968, pp.13-64.

Hintze, Otto. Historia de las formas políticas, Madrid, Revista de Occidente, 1968, 322 p.

Planchart, M.E., Historia de las formas políticas. Definición y delimitación de su área de estudio. Caracas, mimeo, s.f.

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