Por RICARDO MANUEL ROJAS
La Acción Humana es probablemente el libro más trascendente de Ludwig von Mises, y uno de los textos más representativos del pensamiento de la Escuela Austríaca de Economía. Publicado originalmente en idioma alemán en 1940, reapareció en su versión actual en inglés en 1949 (Yale University Press).
Esta obra monumental desarrolla científicamente a la Economía a partir del estudio de la acción humana (praxeología). El punto de partida es el individualismo metodológico, esto es, el proceso por el cual se analizan los fenómenos sociales complejos desde la acción individual. El comportamiento humano en concreto es impredecible, desde que depende de decisiones adoptadas por cada individuo, siguiendo sus propios valores, preferencias e incentivos. Sin embargo, el estudio teórico de la acción humana como base de la interacción facilita la comprensión de determinadas leyes que dan sustento científico a lo que él consideraba “la más joven de todas las ciencias”. No obstante esa juventud, ha podido decir Hayek que rápidamente la Economía se convirtió en la ciencia social que experimentó mayor desarrollo teórico (1); y los estudios de Mises plasmados en este Tratado avalan tal afirmación.
Mises entendía que ese estudio de la acción humana debía ser la base para el tratamiento de todo fenómeno de interacción, no sólo para dilucidar los problemas catalácticos: “Estos problemas no son más que un sector de la ciencia general de la acción humana, y como tal deben abordarse” (concluye en su introducción). Por eso, al destacar el esfuerzo de la praxeología por buscar conocimiento universalmente válido en el campo económico, Mises se lamentó de que no hubiese sucedido lo mismo en otras áreas de las ciencias sociales.
Señala Mises: “La praxeología se interesa por la actuación del hombre individual. Sólo más tarde, al progresar la investigación, se enfrenta con la cooperación humana, siendo analizada la actuación social como un caso especial de la más universal categoría de la acción humana como tal”. Por lo tanto la praxeología constituye una ciencia fundamental para la comprensión de los fenómenos sociales. El propio autor austríaco explicó que originalmente había denominado “sociología” a la ciencia teórica de la acción humana, en un artículo publicado en alemán en 1929. Pero luego decidió denominarla “praxeología”, al advertir que la sociología había dejado de ser una ciencia teórica para convertirse en una ciencia histórica (2).
El punto de partida de ese estudio de la acción muestra que dicha acción tiene características que deben ser observadas y respetadas para poder, desde ellas, realizar un estudio científico: la acción relevante es la realizada por cada persona de manera voluntaria, en el contexto de escalas de valor decididas individualmente, conocimiento limitado y disperso y diferentes actitudes frente al riesgo y el transcurso del tiempo. A partir de tales características, cada persona actúa con el propósito de pasar de la situación en que se encuentra a una que considera más satisfactoria. Sólo entonces tiene sentido la acción.
Mises veía a la sociedad como acción concertada, cooperación. “Sociedad es interacción, pero no una mera interacción que puede observarse en todas partes del universo… sino que implica siempre la actuación cooperativa con miras a que todos los partícipes puedan alcanzar sus propósitos”. Si cada persona actúa para pasar de una situación actual a otra más satisfactoria, cada uno interactúa con los demás buscando ver facilitado ese paso a una mejor situación. La cooperación voluntaria ayuda a todos a buscar esa mejora.
A partir de estos postulados, Mises dedica su tratado a describir, sucesivamente, cómo se produce el intercambio en la sociedad, cómo es posible el cálculo económico, y sienta las bases del estudio del mercado o Cataláctica.
Con base en el individualismo metodológico, las ideas de Mises sobre el proceso de mercado, la determinación de los precios, la moneda, la influencia del tiempo y las tasas de interés, el trabajo y los salarios, tienen una óptica bien distinta de la que puede observarse en los habituales libros de Economía. De hecho el propio término “Economía” tiende a ser sustituido por el de “Cataláctica”, que remite con mayor precisión a los procesos espontáneos de interacción voluntaria en procura del propio beneficio de los partícipes.
La sexta parte del Tratado está dedicada al estudio de la intervención estatal en el mercado y sus consecuencias (3). Ello le permite dedicar sucesivos capítulos a la intervención en el mercado en general, el intervencionismo fiscal, las restricciones de la producción, la intervención de los precios, la manipulación del dinero y del crédito, el problema de la confiscación y redistribución, del sindicalismo y corporativismo, la economía de guerra, y la noción de estado de bienestar. Su conclusión —publicada en tiempos de guerra fría en que Estado y el Mercado encarnaban conceptos que excedían los estudios económicos— fue señalar la clara derrota del intervencionismo como mecanismo para regular la sociedad.
Sus consideraciones finales estuvieron dedicadas a reafirmar la singularidad del estudio económico, las particularidades de la enseñanza de la economía y la relación de los postulados económicos con el tratamiento de los problemas esenciales de la existencia humana.
En definitiva, Mises sintetizó de modo sistemático y científico en este Tratado muchos conceptos que ya había esbozado o desarrollado en trabajos anteriores, brindando a las posteriores generaciones una visión de la sociedad que chocó radicalmente con las ideas colectivistas imperantes en su tiempo.
Muchos autores han abrevado en La Acción Humana (4). La importancia de esta obra monumental se verifica diariamente, al advertirse la influencia que sigue teniendo en quienes quieren ofrecer bases científicas para enfrentar al colectivismo metodológico reinante en el mundo desde hace más de un siglo.
Referencias
1 Hayek, Friedrich A., Estudios de Filosofía, Política y Economía, Unión Editorial, Madrid, 2007, p. 74
2 Mises, Ludwig, Autobiografía de un liberal. La gran Viena contra el Estatismo (Unión Editorial, Madrid, 2001, PP. 154.155; Hülsmann, Jörg Guido, The Last Knight of Liberalism, Mises Institute, 2007, p. 720).
3 Ya se había hecho cargo Mises del problema del intervencionismo en su trabajo de 1922: Crítica del intervencionismo. El mito de la tercera vía, Unión Editorial, Madrid, 2001.
4 Tal vez el trabajo más conocido que se asentó en estas bases sea el de Murray N. Rothbard: Man, Economy, and the State (1962).
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