Magdaly Montenegro es arquitecto y artista plástica. En los últimos años tomó la decisión de profundizar exclusivamente en su obra artística y dedicarse con suma disciplina a ello. Los resultados obtenidos son sorprendentes.
La artista se propuso ahondar en la riqueza ilimitada que le ofrece la geometría. Como arquitecto, la domina. Como artista, investiga en sus múltiples posibilidades expresivas, comenzando por la composición. Precisamente, es en función de la organización interna de las diversas figuras geométricas que logra crear variaciones según sus cambios de posición, proporción y color. A esto suma el trabajo que la artista efectúa con la tridimensionalidad. Lo realiza de dos maneras: como ilusión óptica en el plano bidimensional y con el volumen real mediante relieves y esculturas. Diversifica así sus proyectos trabajando con diversos medios –pintura, ensamblaje, diseño e impresión digital– logrando el dominio y la perfección técnicas.
El interés por la composición y sus componentes permite considerar la importancia que tiene el espacio. En efecto, este es para la artista el ámbito que le permite construir engranajes de formas geométricas que sistemáticamente se repiten para el logro de sus composiciones. Si bien ello es así, podemos asimismo considerarlo a la inversa: la relación sistemática entre figuras geométricas crea nuevos espacios. Esto ocurre en sus series Pixels, Sequences, Transformation y Diagonals. El detonante que hace que algunas de estas obras puedan ser la misma y a la vez otra, está en la relación a veces ambivalente entre fondo y forma, los cambios tonales y por supuesto, el color. Este se despliega con variedad y vitalidad extremas: Magdaly lo asocia a la luminosidad y al color vibrante de la naturaleza heterogénea venezolana, muy propia del Caribe, que ella ha internalizado y que busca expresar de manera intensa a través de estos fuertes contrastes de color.
Del mismo modo que la composición sugiere espacios, cabe decir que igual sucede con los volúmenes. En Diagonals, por ejemplo, se sugiere volumetría y a la vez dinamismo, precisamente por la composición diagonal. Esta vitalidad se intensifica con el color. Igual sucede con los volúmenes reales en sus relieves y esculturas.
No cabe duda de que el medio digital potencia y abre brechas novedosas para quien busca crear nuevos espacios y composiciones a través de la geometría. Ello ha sucedido en la obra de Magdaly Montenegro. Sin ella dejar los medios tradicionales como la pintura y la escultura, la herramienta digital le ha permitido justamente ampliar sus posibilidades de creación al transferir sus composiciones y diseños a soportes y materiales diferentes. De allí la versatilidad y admiración que su obra suscita.