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Abril 15, 2025


Gasparini fuera de moda. Fragmento

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Ha insistido Paolo Gasparini: ‘La fotografía comienza en el momento en que aprendemos a distinguir en la realidad, aquellas formas significativas que nos permitirán expresar ideas y formular un discurso con las fotos’ (1). En este sentido, centra su obra en la narrativa visual y en la capacidad de las imágenes para contar la vida”

Por JOHANNA PÉREZ DAZA

“Soy un fotógrafo de otra época”

Podemos asociar la expresión “fuera de moda” a algo que ha caducado o ya no tiene la preferencia que tuvo en un tiempo anterior debido a su obsolescencia o por ser reemplazada por algo más actual que, generalmente, se percibe como mejor. Por extensión, algo que no pasa de moda, puede relacionarse con lo atemporal, con la permanencia.

La moda como fenómeno cultural y construcción se convierte en un sistema discursivo (Barthes, 1967) fundamentado en una sólida industria y vinculado a una realidad social e histórica. Por lo tanto, se puede definir a la moda como una búsqueda frenética de la novedad y una forma de venerar el presente (Lipovetsky, 1990).

¿Qué tiene que ver esto con la fotografía? ¿Y con los planteamientos de un fotógrafo que ha dedicado más de siete décadas al oficio de hacer imágenes que nos hagan pensar? La fotografía debe tener detrás las ideas y de sus relaciones surgen significados, ha insistido Paolo Gasparini: “La fotografía comienza en el momento en que aprendemos a distinguir en la realidad, aquellas formas significativas que nos permitirán expresar ideas y formular un discurso con las fotos” (2). En este sentido, centra su obra en la narrativa visual y en la capacidad de las imágenes para contar la vida, para mostrar que algo sucede y ha sido atrapado por la luz y por el tiempo, por un ojo inquieto que busca y captura.

Gasparini ha fotografiado numerosos países, ideologías y circunstancias, de aquí, de allá, lejanas y cercanas condiciones que invitan a mirar de afuera hacia adentro, a entender el mundo a través de la mirada.

En un contexto de sobreabundancia visual (iconofagia o infoxicación como también puede entenderse) se tiende a la banalización, el desinterés y la insensibilidad. Pocas imágenes captan la atención, y muchas menos perduran en una memoria cada vez más frágil y efímera. La inmediatez reemplaza el tratamiento profundo. Sin embargo, los hechos siguen su curso. Por eso, Gasparini se interpela por la necesidad y vigencia del tipo de fotografía por la que él ha optado. Esa que toma posición y asume las responsabilidades de la imagen con los retratados, con las situaciones, con la historia. Así, se ha apartado de modas como la llamada fotografía comprometida; rechaza la concepción del arte como un asunto meramente comercial y se distancia de la agotadora e inútil discusión entre calidad versus cantidad. Ha trazado su propio itinerario desde el convencimiento de que ciertas imágenes muerden, pinchan, por eso “fabrica metáforas” que conforman su “baúl mundo” en el cual enfoca las contradicciones, las desigualdades, la exclusión de “los asomados de siempre”, intentando “ver mejor”.

La exposición Gasparini, fuera de moda es, en sí misma, una toma de posición, un cuestionamiento por la vigencia de un modo de hacer imágenes y entender su función incluso más allá de los determinismos y condicionamientos del momento.  En palabras de George Didi-Huberman: “Tomar posición es desear, es exigir algo, es situarse en el presente y aspirar a un futuro” (2). Dos cuerpos de trabajo se reúnen en esta muestra recorriendo varias décadas y temáticas para, finalmente, presentar coincidencias y coherencias. 


Notas

1 Catálogo de la exposición Paolo Gasparini, Fábrica de metáforas. Museo de Bellas Artes, Caracas, 1989

2 Didi-Huberman, G. (2013). Cuando las imágenes toman posición. Madrid, España: A. Machado Libros.

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