Por ANA KARINA GIL (1)
El libro Posteos desde el sur. Tributo y asedio a Guillermo Deisler fue construido a través de una cadena realizada utilizando como medio el correo electrónico. Se realizó un trabajo editorial para categorizar por carpetas los correos, tal como Deisler reunía sus obras y se me entregaron con la finalidad de que les diera la forma de libro. Solo que este libro no iba a ser convencional. Más bien la idea era diseñar un producto que finalmente lograra honrar al artista: un libro objeto digital.
El diseño en general tiene una estética que busca compaginar lo contemporáneo de la era digital, mostrada en el marco de las páginas, que imita cómo se verían a través de una tablet, con la nostalgia del correo en su forma original, en el que los sellos y las estampillas fueron símbolos constantes y necesarios. De esta forma, cada autor está identificado con una estampilla de su país de origen. Luego, el fondo para cada escrito, que simula el añejo de un papel que ya casi entra en desuso en cuanto a correspondencia se refiere.
Como cada texto tiene su particularidad y vida propia, se decidió utilizar fondos diferentes en cada uno, así como recursos gráficos distintos, a fin de realzar, en muchos casos, aquello que quiso expresar el autor. Esta fue una de las partes favoritas al realizar este trabajo, el leer con detenimiento cada participación para conseguir la esencia de la atmósfera que debía acompañarle.
Una parte preciosa del trabajo de edición, aparte de la estructuración del libro, fue el trabajo con las palabras. La editora Dianayra Valero realizó el trabajo de indicarme las palabras de cada texto que yo debía resaltar de alguna manera; inspirada en la técnica del pensador Simón Rodríguez, en la forma en que hacía del texto una experiencia lúdica, jugando con el tamaño de las palabras, las frases o las ideas, partimos del uso de distintas fuentes tipográficas y utilizamos una variedad de tamaños, lo que genera dinamismo en la lectura, jerarquiza ciertos aspectos del escrito y finalmente proporciona una visión estética con características de poesía visual.
A las fotografías que acompañan los textos se les quiso dar forma de postal, para hacer juego al tema de “Arte correo”, cierta sensación de tridimensionalidad y una diagramación sangrada en la mayoría de los casos que aporta movimiento a la composición de las páginas.
Como elementos gráficos constantes tenemos, por un lado, la creación de íconos que identifican cada carpeta, y por el otro, los sellos con aviones ubicados en la parte inferior de cada página, que indican la dirección en la que se puede avanzar o retroceder según la necesidad del lector. Luego, las portadas que corresponde al comienzo de cada carpeta fueron realizadas teniendo como protagonistas algunas de las carpetas que Deisler mismo diseñó en forma manual y cuyos recursos gráficos, de alguna forma, hacen un guiño al concepto que encierra la categorización de esa carpeta.
Una de las características más singulares que posee el libro es la configuración de tres formas diferentes de leerlo, que como un juego, les da la libertad al lector de elegir si desea recorrer el libro de manera lineal, es decir, en el orden cronológico en el que los correos fueron llegando sus destinatarios, de leer los escritos categorizados por carpetas o, finalmente, puede escoger leer según el autor, donde también puede reconocerle a través de su retrato y adicionalmente tener un pequeño resumen curricular de cada uno, así como su país de origen.
Fue una experiencia enriquecedora. Me queda marcada en el alma, me siento muy orgullosa de ser parte de ella, no solo por lo que aprendí en el camino, sino también, por los lazos creados tanto de amistad como profesionales y por saber que la casa de estudios que amo profundamente, la Universidad de los Andes, ha quedado dignamente representada.
1 Artista visual, académica de la Universidad de los Andes, diseñadora y diagramadora del libro Posteos desde el sur. Tributo y asedio a Guillermo Deisler.
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