Papel Literario

Crónicas Digitales de Ucrania en Venezuela: La Ñapa

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Por JOSÉ G. ÁLVAREZ-CORNETT

¡A mi querida tía

Teresa Cornett Mendoza 

y sus hermosos 94 años! 

Queridos lectores, prometí y entregué doce crónicas. Hoy solo les traigo una ñapa a modo de despedida. Con las Crónicas Digitales de Ucrania en Venezuela quise divulgar ampliamente los aportes de la inmigración ucraniana al país. Intenté mostrar cómo dos países geográficamente alejados están, no obstante, vinculados por el amor a la libertad,  la inmigración, las ideas y el arte, en especial, por la figura de la artista ucraniana-venezolana Halyna Mazepa y otros reputados artistas como Vasyl Krychevsky, su hija Halyna Krychevska de Linde e Iván Belsky.

En esta entrega de cierre de las Crónicas quiero hacer un resumen del camino recorrido, aprovechar la oportunidad para presentar una fe de erratas y delinear varios temas que estimo, también deberían ser investigados (1).

Ucrania en Venezuela

La primera presencia en el país de alguien nacido en lo que hoy se llama Ucrania corresponde al teniente de Ingenieros Mykhaylo Karlovich Skibitskyi (1793-1847) originario de la región geohistórica centroeuropea de Podolia, hoy parte integral de Ucrania. Entre nosotros usó el nombre castellanizado de Miguel Rola y, entre otros cargos, fue edecán del general Páez y miembro del Estado Mayor de Simón Bolívar. Después de su regreso a Europa en 1831 no encontré más rastros ucranianos en el país sino hasta 1925, cuando el industrial judío Lázaro Levine (Mikolaiv 1905 – Maracaibo 2003), nativo del sur de Ucrania, arribó al estado Zulia.

En Venezuela no hubo una considerable inmigración ucraniana como sí ocurrió en otros países del continente americano (Argentina, Brasil, Canadá o EE UU). En 1946 además de Los Levine tan solo residían en el país otras tres familias con origen en Ucrania: los Budowski, los Tiagnenko y los Imber Baru.

Esta situación cambiará en el período 1947-1951 cuando centenares de ucranianos llegarán a las costas de Venezuela desde los campos europeos para personas desplazadas por la Segunda Guerra Mundial. Aunque fueron pocos, sus aportes a Venezuela fueron valiosísimos.

Se ha estimado que durante esos años entre 3.400 a 4.500 ucranianos ingresaron a nuestra Tierra de Gracia. Aunque no todos los ucranianos llegados a suelo venezolano habían residido en Checoslovaquia antes de viajar, es fascinante ver como un microcosmo de la intelligentsia ucraniana que desde 1920 se gestó en el exilio en Checoslovaquia, bajo el amparo del gobierno democrático de Tomáš G. Masaryk (1850–1937), se sembró, enraizó y floreció en suelo patrio descifrando misterios del arte, la ciencia, la ingeniería, la medicina y, entre otros, el derecho internacional privado.

La injustificable e inaceptable invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero de 2022 dio origen en PROYECTO VES a la investigación Ucrania en Venezuela: Herencia y Espíritu Cosaco en la Tierra de Gracia. Este estudio digital en línea sirvió de base e inspiración para redactar las Crónicas (2).

En los Episodios 1 y 2 presenté las características de la investigación Ucrania en Venezuela, los orígenes históricos de Ucrania y delineé los rasgos generales de la Hromada (la comunidad ucraniana) venezolana; en el Episodio 3 traté la vida de Petro Makarenko y su familia y expuse sobre mis primeros contactos con Ucrania, que sin yo saberlo, se suscitaron en los libros; en el Episodio 4 exploré la vida religiosa de los ucranianos, señalé su participación en el Carnaval caraqueño y presenté los destellos de varias familias ucranianas (los Pawlyschyn, Dmytrejchuk, Prokofiew y Bondarenko); y en los Episodios 5 y 6 di a conocer las vidas de la Familia Imber Baru, del médico oftalmólogo Edward Grom, la familia Paneyko y del artista Iván Belsky, pintor, entre otros temas, de la vida del beato Dr. José Gregorio Hernández.

Las Crónicas continuaron con el Episodio 7 y los aportes ucranianos a la ciencia y tecnología de los alimentos, la agricultura, la salud y la jurisprudencia; los Episodios 8, 9 y 10 estuvieron centrados en las aportaciones de la inmigración ucraniana a la ingeniería, la ciencia y el deporte; y, finalmente, en los Episodios 11 y 12 abordé el caso de los artistas ucranianos en el país.

No es fácil investigar en idiomas que no se entienden. Se requiere de mucho ánimo para contrarrestar las frustraciones que se sienten al enfrentarse uno a trabajar textos cuasi inexpugnables cuando no se conocen las lenguas en los cuales están escritos y, además, que no es poco, escenificar toda suerte de malabarismos para acceder a Internet y compensar el costosísimo precario servicio. Sin embargo, pude cumplir con las metas trazadas.

En primer lugar, para realizar esta investigación digital me recargaban los ejemplos de entereza del pueblo ucraniano ante la adversidad. La mayor inspiración fue la pequeña Sasha Filipchuk a quien dediqué el Episodio 1 (3). Un vigor centellante iluminó mis largas noches de investigación y fluyeron en mí emociones a raudales mientras más me adentraba en la fascinante historia de Ucrania, mientras más entendía la conmovedora lucha de los ucranianos por su libertad y mientras más minuciosamente seguía las huellas que encontramos hoy de la vida de Halyna Mazepa en Ucrania y Checoslovaquia usando herramientas como Google Map y Google Images.

Señalar en un mapa los sitios en donde ella vivió y estudió, luego buscar y encontrar en Internet las fotos e imágenes de la época de aquellos lugares y transportarme a esos tiempos fue extraordinario para mí.

En segundo lugar, la emoción por mis propios descubrimientos de la Hromada en esta Tierra de Gracia me animó a no desmayar a pesar de mis tropiezos y dificultades. No podía creer que en Venezuela se supiera tan poco de la contribución ucraniana a la sociedad venezolana. Como lo expresé en el Episodio 1: La Pesquisa: “Crear memoria y descubrir a una Ucrania que ha permanecido invisible para la sociedad venezolana y traerla a nuestro convulso presente son los propósitos principales de este estudio”. Como mi investigación no fue exhaustiva solo he podido pincelar la contribución ucraniana a la cultura y al desarrollo de Venezuela, en un lienzo donde siento haber cumplido con las metas propuestas.

Temas por explorar

La investigación Ucrania en Venezuela solo puede analizar detalladamente a un puñado de miembros de la Hromada. Aun siendo esta una comunidad pequeña en comparación con otras inmigraciones como la española o la italiana, la comunidad ucraniana se percibe grande a la hora de fijar la atención en los detalles de su desarrollo y en la vida de sus miembros.

Personajes

Cerca de seis docenas de personas fueron estudiadas con mayor o menor detalle. Naturalmente,  entre los 3.400 a 4.500 inmigrantes existen muchos otros cuyas trayectorias vitales son interesantes, pero que no abordamos por falta de tiempo o de recursos. Entre ellos se encuentran los trece ingenieros o profesionales ucranianos afines a la ingeniería mencionados en el Episodio 8: Moyi inzhenery (Mis ingenieros) (4). También vale la pena considerar en detalle los casos de:

Eva María Zuk, destacada y prodigiosa pianista, hija del contador ucraniano Stefan Michal Zuk (1911-1974) y de la soprano, cantante de ópera y profesora de piano Christine Lichota Gladysiewicz, cuyo nombre artístico era Cristina Assai, ambos nacidos en Lviv, una ciudad ucraniana que entonces formaba parte de la Segunda República de Polonia.

Eva Zuk nació el 6 de enero de 1946 en Lodz (en polaco, Łódź), Polonia. En julio de 1948 viajó con sus padres en un barco que tenía a Guatemala como destino, sin embargo, por circunstancias que desconozco, este se dirigió a Puerto Cabello, Venezuela. En noviembre de 1948, la familia Zuk se estableció en Caracas, en donde Eva estudió piano, primero, con su madre y luego en la Escuela de Música Juan Manuel Olivares, con la maestra Gerty Haas y el profesor Juan Manuel Bautista. A los 14 años, con el título de Profesora Ejecutante en la mano, viajó a Nueva York para estudiar en la prestigiosa Juilliard School of Music.

Eva hizo sus primeras apariciones en público a los seis años y en 1956 debutó con la Orquesta Sinfónica de Venezuela.  En 1974 estuvo entre el grupo de artistas invitados a participar en la inauguración del Poliedro de Caracas. Eva María Zuk también ejerció como Agregada Cultural de la Embajada de Venezuela en México. Se casó con un músico mexicano y en 1994 adquirió la nacionalidad mexicana. Falleció en Ciudad de México el 27 de febrero de 2017;

Anny Woysechowsky, gimnasta y profesora de Deportes en el colegio Institutos Educacionales Asociados (IEA) y en la Universidad Simón Rodríguez;

Lesia Vaschenko, químico, hija de un profesor universitario de psicología, quien fue en Ucrania subdirectora de un importante laboratorio de investigación en química analítica y en Venezuela, aparentemente, se desempeñó en una fábrica de pinturas. Su hijo Yurko Vaschenko (Юрко Ващенко) se graduó en ingeniería en Cracovia, Polonia.

Claudia Semik, enfermera partera ucraniana activa en la Península de Macanao, Isla de Margarita. Debió haber ayudado a nacer a muchos bebés margariteños. Fue esposa del recordado médico georgiano David Guendsechadze Miquadze (1907-1987), cariñosamente llamado por los margariteños “Doctor Macanao” y madre del médico ginecólogo Nicolás Guendsechadze Semik.

Irene Romanchuk, una de las voces femeninas de Radio Aeropuerto 910 AM (“Da la hora”) y profesora de Inglés en el Liceo Antonio Arráiz de Caracas.

Desde la izq.: Anny Woysechowsky, profesora de Deportes (Archivo Anny Woysechowsky); Eva María Zuk de 10 años mientras ensayaba para su debut con la Orquesta Sinfónica de Venezuela (foto tomada del portal de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística del Estado de México); y Alexander Mazniak en 1979 cuando era capitán del Ejército (Archivo Osyp Panchyshyn)

Las Damas de la Familia Czyhrinciw: Olga Konradi de Czyhrinciw, la madre del profesor Nikita Czyhrinciw, fue directora fundadora en Ucrania de una escuela para niñas;  Ludmila Zverlin, esposa del profesor Czyhrinciw; Halyna Czyhrinciw (1929-2018), pintora, hija de Nikita Czyhrinciw, emigró a Montreal, Canadá en 1965 junto con su esposo Bogdan Koszarycz; y Ludmila, hija de Halyna y Bogdan Koszarycz;

Karol Sapucki Smil, cuyo nombre en ucraniano es Korol Saputsky (Король Сапуцький). Sus hijos se llamaron Yaroslav y Tadey Sapucki Burdiak (nacido en Austria). Su nieta, hija de Tadey, Yukency Sapucki Tovar, es modelo y fue candidata por el entonces Territorio Federal Amazonas, hoy estado Amazonas, al concurso Miss Venezuela 1986. Karol Sapucki jugó un papel destacado en la organización del capítulo venezolano de la Asociación Juvenil de Ucrania (SUM, por sus siglas en ucraniano CYM). Recibió la nacionalidad venezolana el 24 de julio de 1966.

Nickolai (Mykola) Piven (Микола —Микола— Півень), microbiólogo ucraniano fallecido en México, quien vino a Venezuela después de la disolución de la Unión Soviética para trabajar en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

Alexander Mazniak nació el 12 de agosto de 1948, estudió bachillerato en el Liceo Militar Gran Mariscal de Ayacucho y seguidamente ingresó en la Academia Militar de Venezuela. Sirvió al Ejército de Venezuela entre el 8 de julio de 1968 y el 6 de julio de 1998 y se retiró de las Fuerzas Armadas con el rango de coronel.

El coronel (R) Mazniak es hijo de Dymitro o Dymitr (n. 28.3.1913) y María Mazniak (20.9.1921), ambos de confesión cristiana ortodoxa. Los Mazniak partieron en octubre de 1950 desde el Campo de Reasentamiento de Salzburgo en Austria hacia Ámsterdam y después en avión hasta Venezuela. Su madre María Tischenko de Mazniak (aunque en Venezuela oficialmente es “Tischtschenko”) era una maestra profesional, educadora del jardín de infantes y maestra de la Escuela Ucraniana (véase, más abajo) y, hacia 1986, fue presidenta de la Asociación de Mujeres Ucranianas de Venezuela (Obiednannia ukrainskykh zhinok Venesueli, OUZV). En el país nacieron sus hermanos Sergio y Yurko (Yura) Mazniak, ambos fallecidos;

Andrés Mandasi (1914-1972) —en ucraniano, Андрій Мандзій, que se pronuncia Andriy Mandziy—, oriundo de la villa de Tseniv, Distrito Ternopil, Ucrania. Fue un luchador por la libertad, miembro de la Organización de Nacionalistas Ucranianos (ОУН; OUN) y plaza de la División Ucraniana del Ejército alemán activa en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial. Herido en la guerra, tuvo una larga convalecencia en el Hospital “Dr. Francisco Antonio Risquez” en Cotiza, Caracas, lo que le dio la oportunidad de hacerse pintor y tallador de madera. Para la inauguración de este centro asistencial en diciembre de 1961 talló un busto del Dr. Risquez.

Franko Benko, pintor de oficio y persona instrumental para lograr que una de las calles de los Magallanes de Catia fuese llamada Calle Ucrania (vide infra).

Las otras Hromadas

La Hromada de Valencia, estado Carabobo, fue la comunidad ucraniana más grande después de la de la Hromada de Caracas. Aunque en las Crónicas mencioné algunos aspectos y di a conocer a  varios de sus miembros como Julia Herbot (1920-2002), su esposo Peter Bondarenko y el grupo de danza folklórica ucraniana Barvinok que ella dirigió, o el ingeniero Fedor Jakymec Spuljak, su esposa Wira Rozdoljski y su hijo Yurco (o Yurko) Jakymec Rozdoljski, el perfil de la comunidad ucraniana en Valencia aún no está bien esbozado.

Asimismo, las comunidades ucranianas en Maracaibo, Maracay, Cumaná y Mérida, aunque fueron menores que la de Valencia, igualmente se conocen en forma fragmentada. Por otra parte, sé que en Barquisimeto existió una comunidad ucraniana lo suficientemente grande como para sostener a su propia iglesia (la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de San Sergio — Св. Сергія), sin embargo, esta comunidad continúa siendo un misterio para quien escribe.

Las Escuelas Ucranianas y sus maestras

La educación de los niños ucranianos en la lengua, valores, tradiciones y costumbres de sus padres es otro tema que merece estudiarse. Se sabe que hacia 1950 la comunidad ucraniana de Caracas contaba con dos preescolares ubicados en Catia.

En el oeste de Caracas existen dos calles llamadas “Ucrania”. En el sector Altavista de Catia está la más conocida, Calle Ucrania, porque en ella se encuentra la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de la Santa Intercesión, porque fue la calle en donde estuvo la Casa del Pueblo (Ukrayinskyi Narodnyi Dim) y porque Altavista fue la zona en donde se establecieron los primeros inmigrantes ucranianos en Caracas.

La otra Calle Ucrania es la menos conocida, también tiene una historia interesante. Está ubicada entre las calles Gran Colombia y La Fila, en Los Magallanes de Catia. Hacia 1950 unas 35 familias ucranianas se establecieron en Los Magallanes. Fue el señor Franko Benko (Франко Бенко), pintor de oficio, quien logró hacer que una calle sin nombre en donde él vivía en Los Magallanes recibiera en 1950 el nombre de “Ucrania”.

En su casa, ubicada en el No. 18 de la hoy llamada Calle Ucrania de Los Magallanes, se instaló un Jardín de Infancia, el cual atendió a 30 niños a cargo de la maestra Katria Kolyankivska (Катря Колянківська). El Sr. Benko ejerció como el presidente de la Junta Directiva de Padres y Representantes del preescolar. A. Sikorski (secretario), E. Ivashkiv (tesorero) y O. Trokhym (oficial de organización) lo acompañaron en la Junta Directiva.

El otro pre escolar funcionó en la Casa del Pueblo de Ucrania en la Calle Ucrania en Altavista, Catia. Entre sus maestras destacan Myroslava Benevich (Мирослави Беневич), Irena (Irene) Nébola (Ірена Небола) y María Mazniak (Марія Мазняк). La directora en una época fue la maestra Efrosinia Berezhna (Ефросінія Бережна) y después María Mazniak.

Las diligencias realizadas por la maestra Irene Nébola Kopak cristalizaron en el apoyo al Jardín de Infancia de la Escuela Matea Bolívar cuando prestaron varias veces un amplio salón para organizar fiestas infantiles y juveniles.

Izquierda: la profesora Miroslava Benevich en la Escuela Ucraniana ubicada en la Casa del Pueblo en Alta Vista, hacia 1950-52. Derecha: la maestra María (Tischenko) de Mazniak y los niños del preescolar ucraniano en Alta Vista en 1950 (Fotos del Archivo Osyp Panchyshyn)

Conozco poco del funcionamiento de estos preescolares, su relación con la Asociación de Mujeres Ucranianas de Venezuela (Obiednannia ukrainskykh zhinok Venesueli, OUZV) y de las vidas de sus maestras, pero del señor Franko Benko sí sé un poco más. Nació el 13 de mayo de 1923 en Yavoriv, Óblast de Lviv, Ucrania. En junio de 1941 se ofreció como voluntario para cumplir con la cuota de personas que su ciudad debía enviar a la Alemania nazi como trabajadores forzados. El 11 de octubre de 1945 se casó con Matrona Orchenske (1921-1999) y llegó a Puerto Cabello en 1947 con su esposa y su hijo Andrew (Alemania 1943 – Ohio 2002).

El 5 de junio de 1948 en Güigüe, estado Carabobo, bautizó a su hija Catalina (conocida en EE UU como Catherine), quien había nacido el 2 de marzo de 1948. Benko se trasladó a Caracas poco tiempo después y en la capital vivió de su oficio de pintor de casas. En Caracas fue uno de los cofundadores de la Iglesia Católica Ucraniana (rito griego). Emigró a Cleveland, Ohio, Estados Unidos, y recibió la nacionalidad estadounidense en 1961. Después de la muerte de su esposa se casó con Evhenia (Eugenia) L. Banko. Falleció el 8 de agosto de 2010 en Parma, Ohio.

Escuela Sabatina Ucraniana

Hacia 1955 varios notables de la comunidad ucraniana estaban preocupados y sentían que los niños ucranianos en edad escolar pudieran olvidarse de su cultura, costumbres e idioma.

Fue entonces cuando el ingeniero agrónomo Wenedikt Wasiuk Sigora (1900-1982), líder de la Hromada de Caracas, es decir, el presidente de la Asociación de Ucranianos de Venezuela (Ukrainska Hromada u Venesueli), impulsó la creación de una Escuela Sabatina Ucraniana. Se formó un Comité con miembros de las organizaciones de la diáspora ucraniana en Caracas que convocó a un Comité de Padres para fundar una escuela con horario sabatino, en días feriados y en vacaciones escolares. El 10 de agosto de 1955 se reunieron y decidieron que las clases comenzarían el 13 de agosto de 1955 en la Casa del Pueblo de Ucrania, en Alta Vista, Catia.

Al comienzo no hubo miembros de la comunidad que afrontaran el reto de dirigir y dar clases en la Escuela. Por tanto, Wenedikt Wasiuk asumió temporalmente la Dirección de la Escuela y la enseñanza del primer grupo de 24 niños ucranianos en edad escolar.

Izquierda: en las primeras filas se ven a los niños ucranianos de la Escuela Ucraniana. Los adultos en la última fila de pie son (desde la izq.): los profesores Stefania Filipovich, el ingeniero Wenedikt Wasiuk y la maestra Myroslava Benevich (hacia 1955). Derecha: Miembros de SUM y PLAST en un acto en memoria del Comandante Taras Chuprinka, desde la izquierda: por PLAST Myron Kukuruza (Мирон Кукуруза) y Pavlo Krutyak (hijo); representado a SUM Osyp Panchyshyn y Pavlo Krutyak (Павло Крутяк); siguen por PLAST Tadey Sapucki (Тадей Сапуцький) y Yosif Sambirskyi (Йосиф Самбірський). Fotos: Archivo Osyp Panchyshyn

Izquierda: en las primeras filas se ven a los niños ucranianos de la Escuela Ucraniana. Los adultos en la última fila de pie son (desde la izq.): los profesores Stefania Filipovich, el ingeniero Wenedikt Wasiuk y la maestra Myroslava Benevich (hacia 1955). Derecha: Miembros de SUM y PLAST en un acto en memoria del Comandante Taras Chuprinka, desde la izquierda: por PLAST Myron Kukuruza (Мирон Кукуруза) y Pavlo Krutyak (hijo); representado a SUM Osyp Panchyshyn y Pavlo Krutyak (Павло Крутяк); siguen por PLAST Tadey Sapucki (Тадей Сапуцький) y Yosif Sambirskyi (Йосиф Самбірський). Fotos: Archivo Osyp Panchyshyn

Ocho meses después, los cursos quedaron a cargo de las profesoras Miroslava Benevich y María Mazniak. Se sabe que la señora Stefania Horbaczcuskyj —o Horbaczewska— de Filipovich (f. en Cabimas, estado Zulia, 1964), la madre del doctor Román Filipovich (1921-2010), galeno del Hospital Antituberculoso de Cumaná, se desempeñó como profesora de bordado ucraniano en esta Escuela Sabatina. Por más de diez años Stefania Filipovich fue directora del Comité de Padres en la ciudad de Lviv.

Tiempo después del inicio de esta escuela en Alta Vista, se abrió otra Escuela Sabatina Ucraniana en Los Caobos, sin embargo, debido a problemas financieros esta escuela cerró y sus actividades se fusionaron con la Escuela Sabatina de Altavista.

Los detalles del funcionamiento y fin de operaciones de la Escuela Sabatina Ucraniana son poco conocidos y el tema merece una mayor atención.

Sociedades juveniles: UMV,  Plast (Пласт) y SUM (СУМ)

El 13 de marzo de 1955, por iniciativa de Yuryi (Yurko) Vaschenko, se convocó a los jóvenes ucranianos de Caracas para fundar una organización juvenil llamada Juventud Ucraniana de Venezuela (Українська Молодь Венесуелі, УМВ). En la actualidad se sabe poco de las actividades de esta organización.

Además de las escuelas también deben considerarse otras dos organizaciones que ayudaron a formar a la juventud ucraniana en Venezuela: la agrupación juvenil llamada Plast inspirada en los principios scouts adaptados a la cultura ucraniana (5) y la Asociación Juvenil de Ucrania (SUM o CYM, por sus siglas en ucraniano).

Hubo dos centros SUM, uno en Caracas con el nombre de Comandante Taras Chuprinka, ubicado en la residencia de Osyp Panchyshyn (Осип Панчишин), en la casa No. 9 de la Calle Ucrania de Altavista, y otro en Valencia con el nombre de la poetisa Lesya Ukrainka.

En el SUM de Caracas también funcionó una Escuela Sabatina donde la profesora Myroslava Padek (Мирослава Падек) enseñó literatura ucraniana y gramática para los jóvenes y clases de lectura y escritura de ucraniano para los más pequeños. Aquí los jóvenes ucranianos tomaron clases de recitación, estudiaron geografía e historia de Ucrania de la mano de Volodymyr Mazyar (Володимир Мазяр) y aprendieron las danzas tradicionales de Ucrania con Petro Kushnirchuk (Петро Кушнірчук).

Epílogo

Estoy seguro de que existen otros incontables temas y aspectos sobre la participación ucraniana en la vida nacional que pudieran ser descubiertos si los historiadores de los procesos inmigratorios, del arte, la ciencia, la medicina y la tecnología se interesaran en investigar las vidas ucranianas entre nosotros los venezolanos.

Cierto es: lo que no se conoce no se aprecia, no se estima, no se ama. Sirvan estas Crónicas Digitales de Ucrania en Venezuela para que los venezolanos aprendamos, y a propósito de nuestra inauguración como un país de emigrantes, sobre algunos de los aportes de aquellos que llegando de tierras lejanas sembraron en nuestra vida nacional, en nuestra Tierra de Gracia, su cultura, su actitud y sus tradiciones; de aquellos que han hecho que Venezuela sea una patria mejor

De la cultura ucraniana los venezolanos podemos rescatar dos cosas: el alto nivel de organización de la sociedad civil dentro de Ucrania y dentro de la diáspora ucraniana en todo el mundo a pesar de adversidad, la persecución de las ideas y la destrucción y la irrenunciable perseverancia de los ucranianos en la búsqueda de la independencia, la libertad y la construcción de un futuro próspero.

La literatura ucraniana tiende a ser melancólica, pero debajo de la tristeza de un pueblo sufrido que ha sido oprimido por polacos, rusos y alemanes, y que ahora, está siendo atacado por el poder ruso, existe una gran resolución e inmensas ganas de triunfar pese a tanto sufrimiento y dolor.

En estos incalificables momentos que vive la nación ucraniana, solo me queda recordar un verso de un admirado poeta ucraniano que fue, ha sido y es guía de los ucranianos en su búsqueda de la independencia, la libertad y la democracia.

En su poema, A Osnovyanenko, el bardo —kobzar— ucraniano Taras Savschenko (1814-1861), escribió: Ot de, lyude, nasha slava,/ Slava Ukrayiny!

Nuestro pensamiento, nuestra canción

No morirá, no morirá…

De donde, pueblo, nuestra gloria,

¡Gloria a Ucrania!

Слава України!

Agradecimientos

A los lectores de estas Crónicas: ¡de corazón, muchas gracias!

La investigación presentada en estas Crónicas no hubiese sido posible sin las herramientas digitales del siglo XXI —motores de búsquedas, plataformas de traducción y digitalización en línea y las redes sociales en su consideración más amplia— articuladas todas mediante la aplicación de la metodología Sondeo Histórico Digital (SHD) desarrollada en PROYECTO VES. Varias personas e instituciones —bibliotecas y archivos en Alemania, Estados Unidos, Canadá, Chequia o Czechia, Polonia, Rusia, Ucrania y Venezuela— suministraron información y datos indispensables para este proyecto.

Quedo profundamente agradecido con Lorraine Kirmayer y César Núñez, de la Unión Israelita de Caracas, y con Adriana Meneses por las informaciones suministradas sobre la Familia Imber Baru. Gracias al profesor Benjamín Scharifker por haberme contactado con Lorraine Kirmayer y a Jacqueline Goldberg por facilitar el contacto con Adriana Meneses.

Vaya nuestro agradecimiento para el ingeniero electricista José Manuel Martínez, Tamara Toradse en Florida, EE UU, la profesora Susan Berglund, Ignacio Alvarado de Libroria y el Museo del Libro Venezolano y a la Diáspora Ucraniana vinculada con Venezuela (Alexis Chechelev y Wladimir Szczerban Llatas en España, Mijail Szczerban, ahora en EE UU, Valeria Papush — Валерія Папуш— en Grecia, Lida Prypchan en Wyoming, Marta Prypchan de Koval y Bohdan Koval Mazepa en Houston, Ludmila Konradi en Canadá, Alexandra Mazniak en Tenerife y Oksana Linde y Barbara Bondarenko en Venezuela).

Una mención especial para Jordi Contreras por su experticia con las imágenes y para mi prima Rosalinda Cornett Ovalles, por haber leído las versiones de las Crónicas y por sus didácticas recomendaciones. Quedamos agradecidos con todas las personas que han apoyado a PROYECTO VES, en especial con el Dr. Jack G. Lewis.

Finalmente, gracias al Papel Literario de El Nacional por haber publicado estas Crónicas en su portal.

NOTAS

(1) Fe de erratas.

En el Episodio 1, en la ilustración DIEZ ROSTROS UCRANIANOS donde dice “el químico Iseer Budowski, la Dra. Sofía Miszkewycz de Prypchan y el Ingeniero geólogo Iván I. Linde” debe decir “el Ingeniero Geólogo Iván I. Linde, la Dra. Sofía Miszkewycz de Prypchan y el Químico Iseer Budowski”.  En el Episodio 2, en la ilustración ESCUELA Y CORO donde dice “Luna Woichuhiwsky” debe decir “Anny Woysechowsky”. El nombre en ucraniano del señor Josef Pawlyschyn es Йосиф Павлишин que puede ser romanizado como Yosif Pavlyshyn o Pavlyshin. Josef ingresó a trabajar como mecánico en la línea aérea Aeropostal y fue escalando posiciones hasta llegar a ser Inspector en la Dirección de Aviones de esa empresa.

En el Episodio 4 escribí diciendo que “al Centro de Recepción de Inmigrantes El Trompillo llegaron Julia Herbot (1920-2002), su esposo Peter Bondarenko (1920-¿?)… [quien] trabajó como albañil en el sector de la construcción”. Los datos completos y correctos son los siguientes:  Peter Bondarenko Sigankova nació en mayo de 1921 en la villa Karpovichi (Карповичі), en la antigua Provincia de Chernihiv (Чернігівська губернія) de la República Socialista Soviética de Ucrania, y falleció en Valencia el 3 de noviembre de 2002. Peter trabajó para la constructora Lesmer, propiedad del Ingeniero ucraniano Vasyl Linchytskyi. Su esposa, Julia Herbot de Bondarenko, nació en Kyiv, el 12 de julio de 1920 y falleció en Valencia, el 29 de enero del 2003.

En el Episodio 7, en la ilustración EL DR. CZYHRINCIW Y SU FAMILIA, en donde dice “su hija Ludmila (fallecida en Canadá en 2018), el profesor Nikita Czyhrinciw Konradi y su esposa Halyna” debe decir “su hija Halyna (fallecida en Canadá en 2018), el profesor Nikita Czyhrinciw Konradi y su esposa Ludmila”.

En el Episodio 9 señalé que la fecha de nacimiento de Volodymyr Koval es el 27 de enero de 1911, pero no indiqué que esta fecha es según el calendario juliano vigente en el mundo cristiano ortodoxo (equivale al 9 de febrero de nuestro calendario gregoriano).

En el Episodio 12: Halyna Tricolor Parte I, donde dice «(Spohady, p. 28; véase: Nota 4)» debe decir «(Spohady, p. 24; véase: Nota 4)».

En el Episodio 12: Halyna Tricolor Parte II, donde dice «Rafael Rivero Oramas (1904-1997)», debe decir «Rafael Rivero Oramas (1904-1992)»; y donde dice «En 1926 la joven estudiante de secundaria de dieciséis años», debe decir «Hacia 1927 la joven estudiante de secundaria de diecisiete años».

(2) Los enlaces para acceder a las crónicas publicadas en Papel Literario están agregados en una página web. Disponible en:  https://chegoyo.com/proyecto-ves/cronicas-digitales-ucrania/ .

(3) Me complace reportar que la pequeña Sasha estuvo en rehabilitación en Roma, Italia y ahora se encuentra en Estados Unidos probando una nueva prótesis en sustitución de su brazo izquierdo amputado debido a las heridas que sufrió cuando el carro en el cual su familia se desplazaba para escapar de Bucha fue atacado por las tropas invasoras rusas. Disponible en: https://twitter.com/Gerashchenko_en/status/1535000380236566533 y https://twitter.com/Gerashchenko_en/status/1563557648879874052

(4) Ingenieros: Boris Ilich, Iván Lazarenko, Vasyl Linchytskyi (dueño de una empresa constructora activa en Valencia), Roman Lyubinyek, Yuriy Melnyk, Hilarion Olkhovy, Bogdan Pokinskyi Holod (trabajó en el Ministerio de Obras Públicas, MOP), Mykhailo Serdyuk (ingeniero químico en una fábrica de cementos en Maracaibo — quizás trabajó en la Planta Mara de Vencemos), Yuriy Vaschenko y Yuriy Yasinsky; Arquitectos: Román Koszarycz Wenneyzki —Роман Кошарич, en ucraniano—, Arquitecto, UCV, 1955; Premio de “Máxima Calificación” (trabajó para el Ministerio de Desarrollo Urbano, MINDUR); y Topógrafos: A. Khrushch y V. Zakrevsky.

Adicionalmente, a esta lista de nombres debo añadir al Ingeniero Electricista Bladimir Bondarenko Herbot, egresado de la Universidad de Carabobo y quien hacia 2002 ejerció como Presidente del Colegio de Ingeniero de Carabobo.

(5) Nombre completo Plast Natsionalna Skautska Orhanizatsiia Ukrayiny, fundado en Lviv en 1911.