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Crónicas Digitales de Ucrania en Venezuela. Episodio 4: ‘Slidy’: Rastros

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Por JOSÉ G. ÁLVAREZ-CORNETT

Recuerdos para mi querida prima,

Rosalinda Cornett Ovalles.

¡Gracias!

El accionar vital ucraniano no fue totalmente invisible para la sociedad en esta “tierra que dije de Gracia”, según llamó Cristóbal Colón a nuestra tierra venezolana en una de sus cartas.

Estos inmigrantes centro europeos orientales de Ucrania dejaron sus rastros o huellas (сліди: slidy) por doquier y tan solo hay que buscarlas. En esta Crónica se rastrean algunas de sus pisadas esparcidas por la geografía nacional.

Cruces y cosacos a caballo

En los años cincuenta los ucranianos que vivían en la capital residían principalmente en Altavista, Catia, mientras que muchos de los ucranianos que llegaron al Centro de Recepción de Inmigrantes El Trompillo, operado por el Instituto Técnico de Inmigración y Colonización, en Güigüe, estado Carabobo, se establecieron en Valencia, en tres calles cercanas a la Plaza de Santa Rosa, en casas que construyeron ellos mismos y de las que asombrosamente todavía parece que existen algunas.

Por aquellos tiempos Altavista era como una pequeña Europa central y del este en Caracas. Allí vivían centenares de inmigrantes checoslovacos, húngaros, lituanos, polacos, rusos y ucranianos y también algunos cuantos italianos.  Es por esta razón que en Altavista existen dos iglesias ortodoxas rusas y una ucraniana.

Izq. Iglesia Ortodoxa Ucraniana de la Santa Intercesión en Altavista, Catia. Izq. Iglesia Ortodoxa Ucraniana de la Santa Intercesión en Altavista. Procesada por Jordi Contreras. Der. Iglesia Ortodoxa Ucraniana San Vladimiren Valencia. Fuente: Izq. Grupo Facebook Altavista, Catia; Der. Archivo Osyp Panchyshyn

Los inmigrantes ucranianos en Venezuela eran mayormente católicos —de rito bizantino, también llamado de rito griego o ucraniano—, otros eran católicos ortodoxos y algunos pocos eran judíos o protestantes (bautistas y pentecostales). Para 1980, el 58% de la comunidad ucraniana en Venezuela profesaba la religión católica griega y cerca del 38% la religión ortodoxa.

Según el Anuario Católico de Venezuela (1) la iglesia construida en las Colinas del Calvario durante el gobierno del General Joaquín Crespo, vale decir, la Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, fue destinada al servicio del culto de la colonia católica de rito griego o ucraniano y pasó a ser la sede de la Parroquia Católica Ucraniana dirigida por el primer párroco católico ucraniano en Venezuela, el Reverendo Doctor en Filosofía Pablo Chrusch; que se llama así en español aunque en ucraniano su nombre es Павлом Хрущем que se pronuncia Pavlom Khrushchem.

El Reverendo Pablo Chrusch nació el 7 de junio de 1899 en una pequeña ciudad de la región histórica de Galicia de los Cárpatos, en la frontera con la actual Ucrania, llamada Przemyśl (Peremyshl, en ucraniano romanizado) que hoy es parte de Polonia y falleció en Caracas el 19 de enero de 1973.

La Iglesia Católica Oriental permite que los hombres casados se puedan ordenar como sacerdotes. Al morir el padre Chrusch su hijo, el Reverendo Zenon Chrusch, quedó a cargo de la parroquia. Hoy en día, existen muchos inmigrantes ucranianos enterrados en el Cementerio General del Sur de Caracas y en el Cementerio del Este en La Guairita, Municipio El Hatillo.

Las costumbres y las tradiciones de los inmigrantes ucranianos ortodoxos están regidas por el calendario juliano de la iglesia ortodoxa, en donde, por ejemplo, la Navidad (Ortodoxa) se celebra el 7 de enero de nuestro calendario gregoriano. Como un rastro de las vidas ucranianas entre nosotros queda la cruz de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana de la Santa Intercesión consagrada a la Virgen del Manto Protector, la ‘Pokrova’, ubicada en Altavista en la calle Ucrania con Pasaje Riga. La Iglesia Ortodoxa Ucraniana de Venezuela estuvo afiliada con la Iglesia Ortodoxa Autocéfala Ucraniana (IOAU).

Coincidencialmente en esa fecha de celebración, otro 7 de enero, pero de 1949 se iniciaron en el país los servicios religiosos de la IOAU. Fue en una casa prestada, la del ingeniero Bohdan Prypchan, quien la facilitó para el servicio religioso sin que la religión católica de rito griego que profesaba fuera un obstáculo.

El primer párroco fue el Reverendo Petro Kovalchuk, quien murió en Maracaibo el 30 de junio de 1951 en extrañas circunstancias de envenenamiento. Las misas dominicales se celebraron en la casa de Bohdan Prypchan hasta la Pascua de 1949 cuando por petición de la comunidad ucraniana ortodoxa y gracias a la intervención del obispo católico Luis Eduardo Henríquez Jiménez (1913-1991) para ese momento solo un sacerdote y presidente del Comité Arquidiocesano de Ayuda a los Emigrantes se facilitó un lugar para los servicios religiosos y alojamiento para el Reverendo Petro Kovalchuk en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Pagüita.

Luego, en sustitución del padre Kovalchuk, vinieron el padre cosaco, arcipreste Fr. Vasily Grigoriev (1951- sept. 1954) y Fr. Mitrate Alexander Dovgal (diciembre 1955 a enero 1965).  El 23 de noviembre de 1952 la comunidad ortodoxa decidió construir un templo en la Calle Ucrania en Altavista.

El Jueves Santo (2 de abril) de 1953 se efectuó la primera misa en una iglesia propia y en obras. La mayoría de las imágenes religiosas que se encuentran en esta iglesia fueron pintadas hacia 1958 por el artista ucraniano Iván Belsky. La pintora ucraniana Halyna Krychevsky de Linde pintó para esta iglesia una imagen de la Santa Intercesión con su sagrado manto. De estos dos artistas ucranianos hablaremos más adelante cuando en estas crónicas digitales se revisen las contribuciones de los ucranianos al arte en Venezuela.

Ante las dificultades para conseguir un sacerdote ortodoxo en el extranjero, la comunidad ortodoxa escogió a uno de sus miembros para que fuera ordenado como sacerdote. Con la bendición del obispo Alexander Novitsky (1905-1970) de la IOAU de Estados Unidos, el 13 de mayo de 1967 se ordenó al Dr. Leonid Lotocky († 2000) como nuevo párroco de la iglesia ortodoxa en Altavista. Este templo fue renovado en agosto de 1968. En tiempos más recientes, la parroquia ortodoxa de Altavista estuvo administrada por el padre Kiril Joltkevitch. En Valencia, cerca de la Plaza Santa Rosa, también funcionó otro templo ortodoxo ucraniano, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana San Vladimir, el cual fue también atendido por el sacerdote de Altavista.

Otra organización de la comunidad ortodoxa ucraniana fue la Hermandad de la Santa Intercesión de la Santísima Virgen (Pokrova). En el mundo religioso ortodoxo ucraniano existen muchas hermandades con este nombre las cuales, por lo general, se dedican a la caridad, realizar actividades espirituales y comunitarias y a estudiar literatura religiosa y asuntos ucranianos.

Hoy, lamentablemente, las iglesias ortodoxas ucranianas en Venezuela han cerrado sus puertas. Sin embargo, el templo ortodoxo ucraniano en Alta Vista después de haber sido clausurado por varios años volvió a recibir feligreses como un templo auxiliar de la parroquia católica Santa María Goretti. Los pocos miembros de la comunidad ortodoxa ucraniana que quedan en Venezuela acordaron con la Iglesia Católica venezolana permitir que se ofrecieran misas de rito o eucaristía católica y, a cambio, el arzobispado venezolano cuidaría del templo ortodoxo. No se han ofrecido nunca más misas de confesión ortodoxa ucraniana en Altavista.

La comunidad ucraniana también llegó a participar en algunas festividades caraqueñas. Por ejemplo, en la celebración del Carnaval, una fiesta en donde los representantes de las comunidades de inmigrantes asentados en Caracas participaban en los desfiles carnestolendos. Como recuerdo nos ha quedado una imagen de fecha desconocida de tres inmigrantes ucranianos a caballo disfrazados de cosacos durante unos festejos del carnaval caraqueño con fecha desconocida.

Destellos de Ucrania en Venezuela

Una nieta de ucranianos refleja las vidas de varios ucranianos en el país. Los destellos de estas vidas se aprecian leyendo la tesis de grado de Marisé Jhoan Pérez (Pawlyschyn) Palyzchin sobre las vicisitudes y los logros de cuatro familias ucranianas en Venezuela: los Pawlyschyn, Dmytrejchuk, Prokofiew y Bondarenko (2).

Quien dio inicio al apellido Pawlyschyn en Venezuela fue un mecánico de aviones llamado Josef Pawlyschyn, nacido en Skala-Podilska, Óblast de Ternópil, Ucrania el 6 de enero de 1923. Llegó al país en 1950 con su esposa Nadia (Nastia) Odowicka (Berezivka, Óblast de Odesa, 1923 – Caracas, 2008) y dos hijos, Nastia (Wels, 1948) y Bogdan (Linz, 1950), nacidos en Austria. Aquí nacieron los otros tres hijos de Josef y Nastia: Taras, María y Érika. Josef trabajó como mecánico para la línea aérea Aeropostal hasta su jubilación y también llegó a dirigir la Asociación Juvenil de Ucrania (CYM, por sus siglas en ucraniano).

De la campiña a la ciudad viajó Nicolás (Mykola) Dmytrejchuk (Vyshkiv, Distrito Dolyna, Óblast de Ivano-Frankivsk 1901- Caracas 1972), cuando de campesino ucraniano se hizo a la vida citadina asomándose a la ciudad desde su hogar en Los Frailes, Catia, y trabajando en Caracas como empleado en una fábrica de cañuelas.

En el país, Mykola dio origen al apellido Dmytrejchuk. Don Nicolás llegó a Venezuela, el 29 julio de 1948, con su esposa Paulina Bilanyn (Galitzia 1902 – Caracas 1978) y con siete de sus ocho hijos; el primogénito se quedó en Europa. La familia llegó primero a El Trompillo y después de dos años de labores en el campo, en Barbacoas, estado Aragua, se vino a vivir a Caracas y se estableció en una casa en Los Frailes.

Nina Prokofiew Schneidmüler, nacida en Járkiv (en ruso, Járkov), Ucrania, el 20 de agosto de 1938, vino con sus padres a Venezuela en 1951 para reunirse en Caracas con dos familiares que anteriormente habían emigrado a nuestro país y se habían asentado en Caracas. Su padre Víctor Prokofiew (1901-1982), también nacido en Járkiv, casado con Eugenia Schneidmüler, fue un ingeniero civil ucraniano quien después de trabajar en varias obras públicas ejecutadas en Caracas se empleó en la compañía Oscar Mayer (Venezolana Empacadora C.A.) en donde estuvo contratado hasta sus ochenta años.

Nina Prokofiew se casó con Mirón (Myron) Dmytrejchuk, un gran fotógrafo ucraniano-venezolano ya fallecido, hijo de Don Nicolás Dmytrejchuk, y cuya pasión fue retratar a Venezuela y a su ciudad capital. El Archivo Fotografía Urbana conserva algunas de sus fotografías de Caracas.

En 1948 al Centro de Recepción de Inmigrantes El Trompillo llegaron Julia Herbot (1920-2002), su esposo Peter Bondarenko (1920-¿?) y sus dos hijos nacidos en Austria, Jacobo (Jacob) y Nicolás (Nikolaj). Julia Herbot nació en Kyiv el 12 de julio de 1920, aprendió a bordar en su juventud y hacia 1937 desarrolló una gran pasión por el baile que la llevó a estudiar las danzas folklóricas de Ucrania en la Compañía Nacional de Danza Ucraniana Visrky.

En Alemania Julia conoció y se casó con Peter Bondarenko, un minero de carbón ucraniano que durante la guerra fue obligado por los alemanes a trabajar como cocinero en un campo de trabajos forzados.

La familia Bondarenko Herbot decidió radicarse en Valencia, estado Carabobo. Peter trabajó como albañil en el sector de la construcción y Julia se dedicó a cuidar su hogar. Saber bordar ayudó a Julia a subsistir durante la guerra en Europa y en sus primeros tiempos en Venezuela.

Hacia mediados de los años setenta varios inmigrantes ucranianos de Valencia y sus descendientes empezaron a considerar cómo expresar la cultura y las tradiciones ucranianas por medio de la danza. Así, el 9 de marzo de 1975 surgió la agrupación de danzas folklóricas ucranianas Grupo Barvinok (3) bajo la dirección de Julia Herbot de Bondarenko.

Con la creación y puesta en escena de las danzas folklóricas ucranianas en Valencia se han transmitido y mantenido en Venezuela muchas costumbres y tradiciones ucranianas en Venezuela. Llegando incluso a realizarse, el 7 de julio de 1984, el evento Una noche ucraniana en Valencia con las participaciones del Grupo Barvinok y los grupos canadienses de música y danza ucranianos: el Grupo de Danza Veselka y el Coro Dnipro.

Jóvenes venezolanos-ucranianos del Grupo Folkórico Barvinok en 1987 y 1992. Fuente: Izq. The Ukrainian Weekly, Vol. LV, No. 30, 26 de julio 1987, p. 8; Der. Ukrayins’ka Hromada u Venesueli, Osyp Panchyshyn, «Ukrainian Echo» Almanac, 1999

El Grupo Barvinok, ganador de varios festivales internacionales de danzas folklóricas, continúa activo y está actualmente dirigido por uno de los muchos nietos de Julia Herbot de Bondarenko: Wassil Bondarenko.

Si Peter dio origen al apellido Bondarenko en Valencia, su esposa Julia Herbot llenó a esa ciudad con cantos, costumbres y danzas folclóricas ucranianas. Se puede decir que Julia Herbot de Bondarenko sembró a Ucrania en Valencia.

Siglo XXI: Académicos ucranianos publican en una revista venezolana

Para concluir esta Crónica consigno un dato interesante, peculiar y, seguramente, poco conocido. Nuestra investigación en línea encontró que, entre octubre de 2020 y enero de 2022, en la Revista de la Universidad del Zulia (3ra época), se publicaron en inglés diecinueve artículos de diferentes autores ucranianos, 91 autores en total, sobre temas legales, científicos, educativos y gerenciales (4).

Los temas de estos artículos se relacionan con la protección ambiental penal; enfoques organizativos y legales en la lucha contra la delincuencia organizada; la contratación pública en Ucrania; el aprendizaje basado en proyectos en la formación de futuros filólogos; el efecto de la hipotermia sobre el estado de las plantas; el uso y la protección del suelo; la tecnología de organización del trabajo de los operadores logísticos ucranianos; la esencia y estructura de la preparación de los futuros profesores de primaria; y, entre otros temas, sobre la formación profesional de estudiantes de economía mediante el desarrollo de un clima emprendedor.

Este casi centenar de autores muestra afiliación con una variedad de universidades y centros de investigación en Ucrania desde la Universidad Pedagógica Estatal Central de Ucrania Volodymyr Vynnychenko, a la Universidad Nacional de la Aviación de Kyiv, a la Academia Nacional de Asuntos Internos hasta la Universidad Nacional de Ucrania de las Ciencias de la Vida y Ambientales entre muchas otras instituciones.

De Odesa y de los ojos

En nuestra próxima Crónica les contaré sobre una familia judía de Odesa con raíces en Rusia y Ucrania cuyos miembros realizaron grandes aportes a la sociedad venezolana: la familia Imber Baru. También reportaré sobre el fundador del Instituto Nacional de Oftalmología del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS).

¡Hasta la próxima semana!

NOTAS

(1) Véase: Anuario Católico de Venezuela, Librería Editorial Salesiana, 1962: 140.

(2) Véase, Pérez Palyzchin, Marisé Jhoan: Huir hacia el sol. Semblanza de un grupo de inmigrantes ucranianos en Venezuela, UCAB, 2011.

(3) Barvinok es el nombre en ucraniano para una pequeña flor de color azul que florece todo el año, incluso en invierno, su nombre científico es Vinca minor. La página web del Grupo Folkórico Barvinok es https://barvinokvenezuela.es.tl.

(4) Los archivos de la Revista de la Universidad del Zulia se pueden acceder con el siguiente enlace:

https://produccioncientificaluz.org/index.php/rluz/issue/archive .