La paz y el éxtasis he hallado
B. Russell, A Edith (fragmento)
Cualquier obra habla de su autor. Cualquier gesto material, escrito, pintado, esculpido, es de algún modo autobiográfico. Así, en la poesía, en la narrativa, en un cuadro o en los ángeles de mármol que pueblan tumbas e iglesias, hay información directa y personal, de las manos, de la psique, del tiempo y las circunstancias que marcaron los pasos de aquel hombre, anónimo o público, que dejó una tarea realizada. Al ser varias, o muchas, las obras de un mismo autor, evidentemente podríamos ir más allá del momento congelado de una imagen o un poema, y podríamos trazar un periplo, descubrir procesos, continuidades, discontinuidades; inferir un poco más de la vida de este. Eso puede ser así y va a ser así independientemente de la voluntad de aquel sujeto. Pero una cosa es esto, ineludible y parcial utilidad de los objetos y las letras, y otra, de naturaleza distinta, es proponerse, como finalidad, hablar de uno mismo, hacer de sí su propio tema. En la pintura, la escultura o la fotografía eso equivaldría al autorretrato; en las letras, a la autobiografía.
Por paradójico que parezca no resulta fácil tal tarea: cribar en la propia existencia o en la propia imagen física, sin la tentación de recurrir a la idealización o al autoengaño, y dar con aquellos rasgos que nos definen o han podido signar nuestro arco vital y verterlos, así sin más, para el consumo de los suyos y la historia, puede ser una tarea compleja, en todo caso, de excepcional esfuerzo psicológico, de madurez, de honestidad, de valentía. Purificadora y reconfortante a su vez, una autentica comunión.
Rafael Arráiz Lucca tiene una obra literaria extraordinaria, vasta y diversa. Comenzó a realizarla muy joven. De por sí, ella sola, atendiendo a lo dicho anteriormente, bastaría para dibujarnos mucho el hombre que él es, relatarnos sus inclinaciones, sus placeres, sus obsesiones, sus límites incluso, y ahí van insertas sus bondades y virtudes. Ha florecido Arráiz frente a nosotros. Nos ha dado cuarenta y tantos libros a la fecha, algo realmente descomunal desde el punto de vista productivo a su edad, intermedia según los estándares de hoy. Hay facetas distintas de su vida plasmadas en esa ingente cantidad de tinta y papel que nos ha brindado. A la poesía temprana o menos, se han ido sumando la crítica literaria, los ensayos históricos, un ancho cuerpo de entrevistas, biografías, recopilaciones, compilaciones. Entra en juego ahora un ensayo sobre sí mismo, editado por Alfa, la puerta por donde ha salido buena parte de su obra.
El relato autobiográfico tiene muchas caras. Publicar epístolas, diarios de viaje o las llamadas memorias, forman parte de este y comparten lo que es su principal atractivo: ser fuente de primera mano. El Italienische Reise –El viaje a Italia– de Goethe, mostrándonos lo que sus ojos descubrían por la Arcadia soñada, la gran Autobiografía de Russell, plagada de correspondencia personal, son documentos excepcionales, indispensables y afines en el fondo para configurar una historia íntima de estas dos figuras públicas al margen de su producción en tercera persona.
Arráiz Lucca ha optado, a sus 59 años, por hablar de sí mismo, pero no a través de la publicación de sus documentos privados o de sus posibles diarios de viaje. Tampoco en poemas, como hubiese podido tal vez, entre velos y claves. Lo hace directamente, contándonos cómo ha sido el forjamiento de su ser, el proceso de maduración de su talante a la luz de creencias halladas y convicciones íntimas cruzadas desde la experimentación en cuerpo y carne.
La otra búsqueda. Autobiografía espiritual (2018), marca una pausa sin duda en la producción de este autor, acostumbrado a historiar terceros. En un poco más de 200 páginas de texto, Arráiz se hace alumno de Jesús, de Ghandi, de Buda, del Tao, del Quijote, de Freud y Jung, y de tantos más nombres y experiencias religiosas y literarias. Este libro es un reconocimiento de sí mismo, del sí original y heterodoxo que surge de las más lúcidas, misteriosas y progresivas enseñanzas que recogemos en nosotros de forma individual a lo largo de la vida y que Rafael, con profunda honestidad y modestia, nos devela en suerte de confesión emocional desvestida de premisas y entramados académicos.
Larga vida al misterio. Larga vida a Arráiz.
Agosto 2018
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Rafael Arráiz Lucca. La otra búsqueda. Autobiografía espiritual. Biblioteca Rafael Arráiz Lucca, N° 15, Editorial Alfa. Barcelona, España, 2018.