Papel Literario

Análisis lingüístico de la carta de “abandono”

por Avatar Papel Literario

Por ADRIANA BOLÍVAR

Analizar un texto escrito desde el punto de vista lingüístico significa estudiarlo desde la perspectiva de la lingüística textual que tiene al texto como unidad mayor de análisis, el cual se examina científicamente en diferentes contextos como proceso y producto en los niveles de la gramática, la semántica y la pragmática. Esto significa que se analizan oraciones gramaticales (llamadas también cláusulas cuando es solo una), proposiciones semánticas (contenidos) y actos de habla o del discurso con el propósito de comprender de qué forma se construyen los significados y la interacción con los lectores. Los textos, a su vez, se agrupan en géneros discursivos que recogen las formas de acción discursiva en la práctica social, son reconocidos por los miembros de una cultura y, por eso, podemos referirnos a géneros mediáticos, políticos, legales, académicos, profesionales, etc. Los métodos para estudiar los textos actualmente pueden ser manuales o más sofisticados, cuando se apela al uso de programas de computación, especialmente cuando se trata de corpus de gran tamaño.

El texto que se analiza aquí es una fotocopia del original de la carta escrita por el presidente de la República, Hugo Chávez Frías, cuando se le solicitó la renuncia en el año 2002. Es un texto breve que contiene un total aproximado de 124 palabras, incluyendo las frases que están tachadas por el autor (27), por lo cual el análisis será manual. No obstante, la definición de palabra empleada en este caso es la de la lingüística de corpus en la que una palabra es un segmento de texto entre dos espacios en blanco. El texto contiene, además del lenguaje verbal, otros rasgos semióticos como la parte de un logo o sello en el encabezado, los signos de puntuación, la caligrafía, la organización en párrafos y las tachaduras de algunas frases en dos párrafos. Está organizado en tres partes: declaración de “abandono” de cargo (11 líneas), declaración de haber removido al Ing. Diosdado Cabello Rondón de su cargo (4 líneas) y un cierre que contiene el lugar, la fecha, un slogan (¡¡para siempre!!), la firma, y el nombre completo del autor de la carta.

El contexto de producción de esta carta fue un momento altamente conflictivo para Venezuelay fue escrita el 13 de abril de 2002, firmada por Hugo Chávez Frías, tal como consta en el texto. Desde el punto de vista tipológico, puede caracterizarse como texto de tipo legal porque contiene las señales lingüísticas que dan evidencia de ello, específicamente del género discursivo denominado declaración, similar a las constancias. En el plano discursivo, el autor se identifica claramente en el primer párrafo con nombre y cédula de identidad: “Yo, Hugo Chávez Frías, c.i. 4258228” y, en el plano pragmático, realiza dos actos performativos declarativos explícitos, uno en el primer párrafo cuando escribe “declaro que abandono el cargo” y otro en el segundo párrafo cuando dice “declaro que he removido de su cargo… al vicepresidente ejecutivo, Ing. Diosdado Cabello Rondón”. Ambos usos de “declaro” en tiempo presente de indicativo ocurren en cláusulas principales seguidas de cláusulas subordinadas y en los dos casos se emplea una perspectiva modal categórica.

En el plano semántico o del contenido, en el primer párrafo se encuentra, a través del léxico, la representación que el autor hace sobre la situación conflictiva. Se destacan en los grupos nominales: “los hechos acaecidos”, “los últimos días”, “la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela”, “el pueblo venezolano”, el “cargo”, “los acontecimientos”, “el vicepresidente ejecutivo”, “La Orchila”, “Abril”. No obstante, los acontecimientos están implícitos, ya que no hay detalles sobre “los acontecimientos ocurridos en los últimos días”, pero se infiere que fueron negativos. Los verbos indican las acciones que son de tipo verbal, material y cognitivo: con el uso de “declaro” (dos veces), asume la responsabilidad de tomar decisiones; con “he sido depuesto” asume el rol de víctima, con “abandono el cargo” expresa su acción de dejar el cargo; en “fui elegido” se refiere a una acción legal realizada por otros en la que fue beneficiario, y al usar “he removido” indica una acción en calidad de autoridad. Con los adjetivos y adverbios indica dos cosas, por un lado al usar “consciente” está aludiendo a un acto de cognición en la que muestra entender la situación desde su perspectiva (“he sido depuesto”) y con el uso de “legítimamente” refuerza su legitimidad como presidente.

En el plano semántico-textual, a través de las relaciones semántico clausulares en los párrafos, se detecta en el párrafo 1 un patrón de organización del tipo Problema-Evaluación-Solución entre las cláusulas: “Ante los hechos acaecidos en el país durante los últimos días (Problema) —‘consciente de que he sido depuesto de la Presidencia de la República de Venezuela’ (Evaluación)— declaro que abandono el cargo” (Solución). Estas cláusulas van seguidas por un acto discursivo indirecto de reclamo mediante la estrategia de especificidad o precisión, cuya función en este caso es recordar las características del cargo y de cómo fue su elección para este cargo: “Para el que fui elegido legítimamente por el pueblo venezolano y el cual he ejercido desde el 2 de febrero de 1999”. Por la forma en que está presentado el contenido, se detecta un problema de agencialidad, ya que no hay en el texto actores responsables por “los hechos acaecidos en el país”, lo cual se manifiesta en el recurso de la nominalización (los hechos) que oculta o no da información sobre los actores que participaron en los eventos conflictivos de abril. Lo mismo sucede en el párrafo 2 sobre la remoción del vicepresidente, que justifica la toma de decisión “ante la evidencia de los acontecimientos” mediante un patrón textual que combina Solución (he removido de su cargo) y Problema (ante la evidencia).

El párrafo 3 o de cierre es muy breve porque lleva el lugar, la fecha escrita en palabras, un slogan, la firma y el nombre. Este cierre contiene señales explícitas de intertextualidad mediante el uso del slogan Para siempre, que deja la marca del compromiso político de Hugo Chávez y evoca otros slogans usados por él en épocas anteriores (podría ser ¡Por ahora! y otros). A pesar de ser un párrafo corto lleva en sí mismo una gran fuerza política y emocional que conecta con el pueblo venezolano mencionado en el primer párrafo.

Aunque hasta aquí las frases tachadas no formaron parte del análisis, es interesante revisarlas porque dan evidencia sobre el proceso de la escritura de la carta. Se observa que el autor pensó las palabras que iba a usar y que estaba consciente de sus efectos. En el primer párrafo se encuentran ocho tachaduras, no todas legibles,  que van de una a siete palabras. La primera frase tachada en la línea 4 dice “Ante los hechos” que, de haberla dejado, habría resaltado los hechos como tema. Pero la decisión fue iniciar con el nombre propio y llevar la información hacia su persona como responsable de la carta.

En la línea 6 todo está tachado, pero en la línea 7 sucede algo interesante porque donde dice “declaro que abandono el cargo” parece haber escrito primero “abandonando el cargo”. Desde el punto de vista lingüístico esta es una decisión que implica usar un verbo en forma finita (los que llevan la marca de tiempo, aspecto y modo) o no finita (gerundios y participios) que no llevan tales marcas. El autor de la carta eligió la forma finita con lo que precisó el tiempo presente y el modo declarativo (declaro) en vez de la no finita que habría sido más vaga.  La segunda tachadura dice “responsable de” que fue reemplazada por “consciente de que he sido depuesto de la presidencia”. Este cambio llama la atención sobre la importancia del rol asignado a sí mismo porque si hubiera usado “responsable” tendría que haber completado diciendo de qué era responsable, mientras que con “consciente” y “depuesto” aludía mejor a su condición de afectado o víctima. Otro cambio que llama la atención es en las líneas 6 y 7 donde, refiriéndose al cargo, se puede leer tachado “de la República Bolivariana de Venezuela”, que posiblemente fue eliminado para evitar la repetición de lo que ya estaba en la línea 5. La última frase eliminada en el segundo párrafo no está claramente legible. En general, las tachaduras indican el proceso de dar la mayor precisión posible a la carta de abandono del cargo.

Para cerrar este breve análisis, es importante destacar que el autor se dirige a dos tipos de lectores implícitos. Por un lado, a quienes solicitaron su renuncia indicados lingüísticamente en la frase en voz pasiva “he sido depuesto”, que lo ubica como víctima, como el agredido, aunque sin mencionar a los victimarios o agresores. Por otro lado, “el pueblo venezolano” que aparece como actor de la acción de haberlo elegido legítimamente y con quien se compromete “para siempre”. Es interesante constatar que de manera deliberada el presidente utilizó la palabra “abandono el cargo” y no “renuncio al cargo”. Esto puede interpretarse de dos maneras. Primero como un acto de resistencia a no emplear la palabra por la carga de imposición que podría haber tenido en el momento o por las implicaciones legales que significaría usar una palabra en vez de otra. Por consiguiente, la discusión puede plantearse en el plano legal, pero también  desde la perspectiva discursiva como el reconocimiento de un acto de habla validado por los hablantes de una lengua y/o participantes en una interacción. En el plano discursivo, esta carta fue reconocida como renuncia cuando se anunció en televisión que el presidente había aceptado “la renuncia”.

En resumen, el análisis de la carta ha permitido traer a luz el uso del lenguaje para expresar explícitamente el abandono del cargo a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, pero también la resistencia del presidente firmante de la carta a realizar este acto. El análisis muestra las señales de un conflicto expresado en una carta en la que frases como “depuesto”, “electo legítimamente” apuntan a una situación de irregularidad pero que, al mismo tiempo, omite mencionar “los hechos acaecidos” y “los acontecimientos” que condujeron a la solicitud de la renuncia.