El opositor Juan Guaidó advirtió este sábado a los militares que la espera para que abandonen al presidente Nicolás Maduro «no puede ser eterna», durante movilizaciones en las que el chavismo celebró la salida de Venezuela de la OEA.
Guaidó reiteró que la Fuerza Armada es determinante para que Maduro «cese la usurpación» del poder, durante una concentración en la que juramentó a los «comandos de libertad», voluntarios encargados de organizar las protestas contra el gobierno. «Es fundamental (el apoyo militar) pero los tiempos corren, no puede ser eterna la espera, tienen una oportunidad histórica de salir en hombros», dijo el opositor, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países, encabezados por Estados Unidos.
La Fuerza Armada es considerada el principal sostén de Maduro, quien le ha otorgado amplio control político y económico y se aferra a la presidencia además con el respaldo de China y Rusia.
«OEA pa’l carajo»
Mientras Guaidó afinaba una marcha convocada para el Primero de Mayo, los chavistas se movilizaron para celebrar la salida de Venezuela de la Organización de Estados Americanos. «¡OEA, pa’l carajo! La OEA se ha convertido en una letrina del imperialismo, en el instrumento represivo más grande del imperialismo», denunció desde una tarima, ante cientos de simpatizantes, el dirigente Diosdado Cabello.
Este sábado se completó el proceso de retiro que inició Maduro en abril de 2017, pero en febrero el secretario general de la OEA, Luis Almagro, abierto enemigo del presidente, dejó sin efecto la salida a pedido de Guaidó. Por mayoría simple, el organismo aceptó luego al abogado Gustavo Tarre como representante permanente del también líder del Parlamento de mayoría opositora.
«Tienen miedo»
Guaidó anuncia la movilización del miércoles como la «más grande en la historia» del país, en su ofensiva para sacar a Maduro, cuyas funciones se adjudicó el pasado 23 de enero alegando que el mandatario fue reelegido de manera fraudulenta. «Tienen miedo por el Primero de Mayo», afirmó al referirse a la detención el viernes del diputado opositor Gilber Caro y denunciar que 11 de sus colaboradores recibieron citaciones del servicio de inteligencia.
«Aquí estaremos (…) para sacar a este tirano que tenemos en Miraflores», declaró Marlene Berroterán, de 64 años, entre la multitud.
Maduro también llamó a una marcha para el Día del Trabajador. «Pobre Guaidó. Discúlpame, pero vas a quedar solo como todos los demás porque eres manejado por la OEA, eres un títere más del imperio», dijo la profesora Geraldina de Sousa, de 58 años, en la concentración chavista.
La sombra del embargo
Venezuela, con la mayor reserva petrolera del mundo, enfrenta una severa crisis con 5 años de recesión, hiperinflación proyectada por el FMI en 10.000.000% para 2019 y escasez de bienes básicos. La situación, que ha obligado a 2,7 millones de personas a emigrar desde 2015, según la ONU, podría agravarse con la entrada en vigor el lunes de un embargo petrolero estadounidense. La medida prohíbe transar crudo venezolano en el sistema financiero de Estados Unidos, que hasta finales de 2018 fue el principal mercado del país caribeño.
Expertos estiman que este veto, parte de una batería de sanciones, empeorará la crisis dejando a China y Rusia como salvavidas, sin que eso garantice la salida de Maduro.
Durante el acto oficialista, el canciller Jorge Arreaza, sancionado el viernes, aseguró que el «bloqueo criminal» busca «dar al traste» con la llamada revolución bolivariana.
«No creo que las sanciones petroleras logren desalojar a Maduro. Si bien han complicado las finanzas del gobierno (…), reorganizarán sus relaciones comerciales», señaló David Smilde, experto en Venezuela del centro de investigación WOLA, con sede en Washington.