Las causas del subdesarrollo de un pueblo se encuentran en él mismo. Es su decisión y no la ajena. Si no es capaz de desarrollarse por si mismo jamás se desarrollará.
No hay país en el mundo que pueda desinteresarse de la suerte de los demás. Ni hoy, ni en el futuro ninguno podrá aislarse, ni prescindir de la interrelación entre los hombres y los pueblos. Todos son solidarios de un mismo destino. Es necesaria la cooperación para el perfeccionamiento(…)
Es necesaria la independencia intelectual para alcanzar la independencia económica. Y no será soberano, más que la palabra, aquel país que no asegure su autonomía científica y tecnológica
Luis Alberto Machado – La revolución de la inteligencia
I Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE): Espacios para la deconstrucción de una nueva gobernanza societaria
Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) son innovadoras estructuras de gobernanza sobre las cuales espacios geográficos como la Unión Europea, y más recientemente Asia, especialmente China levantaron sendos avances económicos que han derivado en contantes progresos de autonomía científica y tecnológica que se han convertido en las bases sustentables del bienestar, crecimiento y desarrollo de las naciones que las han implementado como preceptos transversales en los esquemas de producción y servicios, y desde una sólida conformación epistemológica que ha permitido una praxis evolutiva en cada sociedad, y con ello, mayor formación educativa y del conocimiento, lo cual se traduce en estabilidad poblacional, disminución de la pobreza, y mayor articulación de políticas públicas, originadas por la expansión de la inversión privada como eje central del avance en cada nación, y por ende, en asociaciones que consolidan a las ZEDE como fuentes esenciales del presente y del futuro.
Así, las ZEDE al ser factores primordiales de millonarias inversiones, movidas desde lo agrícola, pasando por cualquier escenario y estadio de producción industrial y/o tecnológico, hasta llegar a los servicios asistenciales, académicos o turísticos, generan una máxima interrelación entre la sociedad como un todo; que a su vez se transforma en una deconstrucción para una nueva gobernanza que sólo busca la eficiencia y la máxima generación del progreso en términos de calidad de vida, porque en la medida que sobre el entorno de las ZEDE aumentan las inversiones, pues, también existe una mayor incorporación de trabajadores y profesionales, también de alto nivel en cada especialidad; o sea, incorporando un conjunto espontáneo de personas que buscan aportar sus capacidades con un objetivo común de generación de riqueza.
II Las ZEDE: autonomía científica y tecnológica. Un camino de seguridad para el bienestar de cualquier nación
Entre muchas de las características que tienen las ZEDE quizás la fundamental se encuentra en que dentro de ellas se alcanza una autonomía científica y tecnológica que posteriormente sólo se traduce en un afluente de más y más posibilidades de asociaciones estratégicas, lo cual equivale a decir, más inversiones, y por ende, mayor número de empleos, o sea, convirtiéndose en el bastión para que cualquier país encuentre una permanente orientación de bienestar común.
También, las ZEDE al ser garantes de innovaciones científicas y tecnológicas promueven diversos aspectos vinculados con lo que una de ellas en Honduras, concretamente Próspera –fundada por un venezolano– sobre lo que sería la integración: conocimiento, educación, ciencia e investigación –CECI– verbigracia, los cuatro puntos cardinales que sostienen cualquier estadio de superación de niveles en lo económico y social, y desde allí soportar con eficiencia, lo que vendría a ser, gradualmente, la sistematización y vinculación de los preceptos que coadyuban al éxito de la gobernanza.
Por ello, las empresas modernas y en constante evolución, más aún, cuando se mencionan tiempos de inteligencia artificial, tienen como principal activo el ejercicio pleno del pensamiento, el cual parte de una gerencia que también otorga autonomía del pensar a los responsables de sus distintos niveles y departamentos; porque en el fondo son un conjunto de capitales que dinamizan sus producciones entre lo científico y lo tecnológico. Lo científico, a partir de cada situación que ha sido estudiada en cada etapa desde sus pros y sus contras; mientras que lo tecnológico es el sentido complementario que resulta indispensable en tiempos donde lo digital se ha convertido en una herramienta insustituible de éxitos, que a su vez, marca o define las orientaciones científicas, incluso todas aquellas que están envueltas por las ciencias sociales.
En consecuencias las ZEDE que se han ido generando en América Latina tienen como principal fuente de sus actividades económicas, lo científico y tecnológico, es decir, todas las actividades son planificadas sobre la base de tales experticias del saber. Y es precisamente, desde ese contexto, como las fuentes del CECI multiplican los éxitos con un mínimo de margen de error; y por ende, de allí que la mayoría de metas fijadas para cada ejercicio o etapa de producción de bienes o servicios, se encuentren vinculadas con todas las posibilidades y alternativas que han sido discutidas y consensuadas por los especialistas en sus distintas áreas.
III Próspera, Ciudad Morazán y Orquídea: Zonas de Empleos y Desarrollo Económico en franco ascenso biotecnológico, turístico, residencial, comercial e industrial para Honduras y Centroamérica
Lo mencionado no sólo certifica el nivel de planificación de las ZEDE, sino que valora sus aspectos intrínsecos y extrínsecos; razón por la cual Próspera, Ciudad Morazán y Orquídea, si bien cada una tiene sus particularidades y potencialidades; se hacen complementarias para el desarrollo de una nación, en este caso de Honduras y Centroamérica; siendo tales condiciones las que generan el oxigonio de: bienestar, crecimiento y desarrollo.
Desde tales vértices es como de manera efectiva el éxito de las ZEDE ha sido evidente y palpable, las cuales, aunque iniciaron sus operaciones en pleno covid-19 (2020); las inversiones no han cesado en sus espacios geográficos, siendo los más de 4.000 empleos de manera directa y cerca de 10.000 indirectos, que también comprueban, que en la medida, en que sean apartadas las discrepancias políticas de las económicas y sociales, el país centroamericano, podrá llevar con más fortalezas, proyectos como el llamado tren interoceánico; porque al tener un mayor número de inversionistas, asociados con las ZEDE, estas empresas serán refuerzos para que otros dominios trasnacionales, básicamente de Estados Unidos, la Unión Europea y Asia, continúen viendo cómo la magnitud de tales actividades podrían en el corto y mediano plazo llevar hasta la multiplicación de ingresos, aprovechando precisamente las inmejorables condiciones geográficas y de tránsito comercial entre los continentes, y por supuesto, América Latina teniendo en esta nación un equilibrio de muchas oportunidades comerciales y servicios, y muy importante, sobre la base del respeto y la reciprocidad jurídica entre Estado y los inversionistas.
En síntesis, las ZEDE son un epicentro científico y (bio)tecnológico, cuyos matices orientan un sentido de aumentar probabilidades de capitales foráneos, siempre y cuando, las distancias o diferencias ideológicas, no sean motivos de obstáculos o distorsiones jurídicas; y en tiempos, cuando el mundo con Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos, buscará que los capitales de esa nación vayan hacia otras naciones, con el propósito que su principal promesa de frenar los flujos migratorios, sea la dinámica de sus políticas internas y externas.
Las ZEDE son una referencia científica y tecnológica, y en Honduras, tanto Próspera como Ciudad Morazán y Orquídea han avanzado un importante camino en apenas un lustro. La realidad de ellas, con sus cimientes de éxitos, apenas comienzan para el resto del continente.
@vivassantanaj_