La elección “arrolladora” de Javier Milei plantea nuevos retos en la actual coyuntura global. No nos ha dicho si quiere romper o no con China y Rusia, aunque sí nos ha dicho que quiere acercarse a Estados Unifods, en un tono francamente conciliador. Ahora veamos.
Milei quiere aproximarse a Estados Unidos con la intención de convertir el peso argentino en un dólar. Uno por uno, nos dijo en campaña. ¿Será verdad? A ese paso nos trasladará a Argentina en otro dólar, es decir, hay que recordar que los únicos países que tienen sus monedas convertidas en un dólar son el Ecuador y El Salvador. ¿Ese será el destino de Argentina?
Acabar con el Banco de la República, prometió suprimir el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Educación, Asuntos Sociales y el Ministerio de Derechos de la Mujer. Quiere que el sector privado se haga cargo de la salud y la educación, y que elimine la asistencia social para restablecer las cuentas del Estado. Y ¿entonces? Argentina sin su Banco de la República es como Colombia sin su Banco de la República.
Renegó del Papa, que es argentino y del Banco Mundial, que no son argentinos, pero van por el mismo camino de la Televisión Pública como Radio Nacional y la agencia estatal de noticias Télam.
Todo eso son lemas de campaña, aunque un poco exagerados, pero así lo vimos y así lo conocimos.
Todos slogans que, en medio de su actor principal de campaña, tiene solamente dos años desde que se lanzó a la plaza pública, pues son cazabobos o trampas y para eso, para cazar bobos.
La otra parte de este discurso es la reunión que sostuvo esta semana con el presidente en ejercicio, Alberto Fernández. Fue una reunión en calma, civilizada. Sin mayores tropiezos, aunque, vale decirse que Fernández estuvo muy serio.
Aunque, y volvemos al principio de este opúsculo: ¿cómo va a cambiar el mundo con el nuevo presidente Milei?
Primero: dizque va a cambiar el mundo. “¿Recuerdan cómo éramos antes de esta? les prometo que así seremos de nuevo”.
Segundo: dizque va a acabar con esa caterva de empleaduchos. ¿Si, y cómo?
Tercero: dizque va a acabar con el Banco de la República, la Televisión Pública. ¿Cómo, con quién los va a reemplazar, a qué horas?
Cuarto: dizque va a arrasar con una cantidad de desempleados, la mayoría procedente de Venezuela, y así sucesivamente.
Las acciones relevadas en el Merval llegaron a subir un 15% medido en dólares, algo que no veía desde el gobierno de Menem; pero ¿qué tiene para responderle a Chávez II, Petro, a Bukele?